De ‘joya de la corona’ a irresponsable bebedora
El volante y la bebida no son buenos compañeros. No hay más que recordar aquello de "si bebes, no conduzcas". Y miren por dónde, otra vez ha vuelto a pasar. Por suerte no ha habido accidente con consecuencias mortales, pero sí el ridículo de tener que pedir disculpas y dimitir de sus cargos públicos.