Siempre se consideró que los derechos adquiridos eran como algo sagrado e imborrable y que acompañaban al ciudadano como un derecho permanente. Todo eso ha cambiado con el actual Gobierno socialista.
En los últimos años han proliferado denuncias desde el ambiente etarra o filo etarra y siempre han estado instaladas en la falsedad, en la mala fe, en el odio, el rencor y el afán de hacer daño por el daño.
Haciendo “parapente doctrinal” nos encontramos en los libros de texto que en la Península Ibérica hay cinco pueblos culturales: Euskal Herria, Portugal, Galicia, Países Catalanes y Países Españoles. ¡Toma castaña!
El chantaje de los violentos, utilizando la violencia callejera, no ha dado resultado. A más violencia etarra, más desprecio social. Ha quedado claro que el Gobierno no debe desbloquear nada, ni siquiera iniciar otra vez actuaciones de las que deba arrepentirse después.
Hoy ya se ha demostrado que ETA, además de asesinar, miente. Y no solo miente sino que lo hace a veces como sustituto del odio que representa. Desde hace tiempo denuncia malos tratos y sigue engañando a la sociedad. Los presos de ETA son una clase privilegiada entre los internos de las cárceles españolas y, dicho sea de paso, no falta quien les apoya por pura y simple cobardía.
Desde que inicié mi inmersión en el mundo abertzale y de ETA, hace ya más de veinticinco años, no he dejado de escuchar que los miembros de la banda recibían malos tratos por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Echo la vista atrás y me voy al año 2007. En aquel entonces todos sabíamos que las palabras de Otegi eran pura y simple propaganda como lo son ahora, pero con una diferencia: hoy permanece encerrado, aunque viviendo a ‘cuerpo de rey’ y fiel a su estilo de hablar por hablar para no decir nada.
El Gobierno hace tiempo que ha equivocado sus reacciones y sus actos, también en temas de defensa, bienestar social, igualdad de oportunidades, educación y sanidad. Son muchos los problemas sin resolver en los distintos Ministerios.
Hoy nadie duda que Rodríguez Zapatero está más acabado que las maracas de Antonio Machín, hasta el punto de ser ya un ‘cadáver flotante’ en las aguas del PNV y en la perseverante ruindad de Coalición Canaria.
Me gustaría que FACUA -- organización que ha luchado contra las procesiones en Castilla y león, a la vez que ha cavado su tumba definitiva en la comunidad -- renunciase a parte de sus muchas prebendas en favor de los parados. Instemos a los parados a que acudan a FACUA en demanda de apoyo y ayuda.
"Corbacho tenía que crear trabajo y hacer disminuir el paro. Su trabajo no ha lucido mucho. Era difícil, pero no se puede decir que haya sacado una nota alta. Sus credenciales no son las mejores para reforzar una lista", ha dicho Artur Mas en referencia a Celestino Corbacho. Y es que el actual `ministro del Paro` ha decidido marcharse del Gobierno para presentarse en la candidatura socialista de las elecciones autonómicas de Cataluña.
Con todo lo que estamos comprobando, cada vez entendemos menos el posible acercamiento del Gobierno Rodríguez a ETA. El Gobierno de Rodríguez Zapatero sigue malversando posibilidades para acabar con la banda asesina y su incursión en ‘territorio comanche’.
Maldita la gracia que nos hace oír el nombre de Brian Currin, abogado sudafricano ‘amamantado’ a la sombra de los gobiernos Mandela. Y no solo oír su nombre sino leer sobre sus andanzas por libre respecto al problema vasco.
El sindicalismo atiborrado de privilegios ha hecho mella en los sindicatos de clase, hasta el punto que cada vez hay más ciudadanos desengañados de ellos, no solo por impresentables sino por `vagonetas` y traidores.
De nuevo ETA pretende hacerse notar. Ha ido perdiendo jirones desde el momento en que perdieron la cabeza sus fundadores en el seno radical del PNV y con el aplauso de la Iglesia vasca.
Posiblemente estemos en el momento más adecuado para abrir la Constitución y retomar el asunto de la representatividad sindical. No podemos seguir haciendo el ridículo ante Europa ni podemos permitir que hagan el ridículo las mal llamadas ‘centrales obreras’. Deberían tomar nota de algunos sindicatos sectoriales que ha empezado a prescindir de sus liberados.
Los sindicatos obreros que han convocado la huelga del 29 de septiembre son corresponsables con sus actos y con su insensatez de la preocupante situación que estamos viviendo. Esos dos sindicatos afines al Gobierno han lesionado con tremenda gravedad el sindicalismo de la era democrática.
Cada día está más cerca una huelga contra los sindicatos obreros, conocidos como Sindicalismo Vertical Unificado. Han conseguido hartar hasta al apuntador. El ciudadano, sea trabajador, parado o jubilado, no tiene por qué aguantar las impertinencias y el coste de los liberados sindicales de las llamadas centrales ‘lecheras’; sí, lecheras, porque maman de la ubre del Estado, malgastan los fondos públicos y traicionan al mundo de la empresa.
No voy a hacer huelga el día 29 de septiembre. Ese día voy a ir a trabajar, como todos los días del año. Esta reforma laboral se paralizará en cuanto haya cambio de Gobierno; además, es simplemente un real decreto-ley, lo que quiere decir que el meollo debe tratarse en el desarrollo normativo. Recuerden lo que decía el Conde Romanones: “hagan ustedes las leyes y déjenme hacer los reglamentos”.
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