Y para colmo, este podrido Gobierno de Sánchez está a expensas de un prófugo de la justicia española como es el transformista Puigdemont, y ahí también el propio Sánchez incumple la Constitución.
Joseph Joubert, un moralista y ensayista francés, gran amigo del escritor y diplomático Chateaubriand, colaboró al principio con la Revolución Francesa, pero pronto, a causa de los excesos de su primera etapa, se desilusionó del ideal revolucionario como, por cierto, les sucedió a tantos otros que habían puesto sus ilusiones en aquel levantamiento popular.
El periodismo de titular está basado en resaltar la estupidez, en crear buenos y malos absolutos, sin matices, así que debe extraer cualquier frase de las múltiples palabras que ha recibido, de manera que consiga trasladar un titular de impacto que haga detenerse al lector y clicar en la noticia.
La pregunta para empezar es si cambiarías tu intención de voto en las próximas elecciones de conocer que tu partido político está en quiebra económica. Y la siguiente cuestión es cómo actuarías si supieras que mantiene más deuda con la banca que lo que recibe por subvenciones públicas y aportaciones privada.
Admito que suelo «tener miedo» ante las adaptaciones de las obras de Lope de Vega. Me gusta demasiado el teatro clásico, y ya viví un terrible desengaño hace más de una década, cuando con ilusión retransmitieron en «La 2» una galardonada versión de «La vida es sueño» de don Pedro Calderón de la Barca.
El final de los años 60, el comienzo de los 70, la Primavera de Praga, el Mayo del 68, la Revolución de los Claveles, Latinoamérica levantándose contra sus regímenes... En fin, un mundo en lucha. Los idealistas de aquella época fracasaron en su intento de cambiar el mundo, o al menos no consiguieron que el cambio perdurase
La política es un reflejo de la sociedad en la que se desarrolla, anclada en un mundo en constante evolución (muchas veces involución), y es esencial que esta política también se adapte y modernice para abordar los desafíos y las oportunidades a los que nos enfrentamos en el siglo XXI.
Creo que envejecer con dignidad viene a ser algo así como un complicado arte que rara vez se puede presenciar, y no hablo del lado frívolo del asunto : arrugas, canas y demás... Ni siquiera hablo de personas, hablo de instituciones, que es muchísimo peor.
Según la psicología, «la culpa es un estado afectivo en el que la persona experimenta un conflicto emocional por haber hecho algo que piensa que no debió hacer o, por el contrario, por no haber hecho algo que debiera; pudiendo desencadenar, incluso, un trastorno obsesivo compulsivo».
El desgobierno que desde hace tiempo se encuentra destrozando España, llevando por bandera las siglas con interrogante del PSOE, un PSOE comandado por un tal Pedro Sánchez, que ha vuelto a retorcer la tuerca que viene manipulando desde que se hizo con el sillón presidencial.
Las manifestaciones se multiplican en varios países europeos, testigos del fracaso de la Política Agrícola Común (PAC). Esta rabia campesina es especialmente virulenta en Francia, movilizando a decenas de miles de agricultores con medios de acción inéditos a esta escala : bloqueos de carreteras que impiden el acceso a las grandes ciudades.
Desde que el embaucador y mentiroso Pedro Sánchez olió y tocó poder, surgieron en él un grupo de ideas que desde siempre han sido pésimas. Y esas ideas son las que le aproximan a un bochornoso final, un final por la puerta de atrás, un final que, según dicen, acabará con bronca en la sede de Ferraz con los socialdemócratas de siempre, y ahí se le acabará la poca dignidad que le queda
Es tan difícil convivir manteniendo ideologías distintas con las personas que nos rodean, que la política y las apariciones públicas han recrudecido sus mensajes alimentando el tan destructivo tópico del «divide y vencerás».
Nací en 1970, y en esa misma década y las siguientes, se oía el zarpazo de unos señores con muy malas pulgas que vivían en el País Vasco y que te quitaban de en medio a poco que militases o simpatizases en el partido del otro, a poco que no pagases lo que ellos querían a su grupito chantajista y pendenciero, y que «hicieron de matar el negocio del terrorismo».
Con demasiada frecuencia los grandes artistas dejan mucho que desear como personas, y éste es un hecho que tengo asumido pero que es más fácil digerirlo, incluso racionalizarlo, si hay un puñadito de años o siglos de por medio.
El caos institucional organizado es la vía más rápida para el desapego de las clases medias y trabajadoras respecto a algunos partidos políticos, que gruñen como una manada de perros salvajes en los parlamentos con moquetas aterciopeladas, validando mentiras para confundir y generar un hastío social
En momentos en que cada partido o agrupación electoral necesita y busca a los llamados políticos locales, es frecuente escuchar frases de descalificación de quienes se presentan entre las candidaturas municipales.
La lectura sirve para luchar contra la barbarie, sirve para divertirte, para encontrarte, para descubrir, para buscar soluciones, para despejar dudas y crearte otras nuevas, para aprender lo que no sabes, para luchar contra las ideas preconcebidas, para no caer en el juicio rápido, para no expulsar una opinión fácil, para no permitir que te manipulen, para no ser parte del rebaño, para recuperar tu imaginación...
El mayor logro de los Gobiernos sanchistas ha sido desgastar al ciudadano : los españoles estamos perdiendo la perspectiva y ya no sabemos qué nos pertenece legítimamente o qué no, porque esta maquiavélica izquierda política nos ha hecho creer que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
En un mundo muy conectado y enredado en mil redes donde la globalidad del mal llamado Primer Mundo parece haberse convertido en el sumun de las comunicaciones, un problema atenaza a ciertos espíritus sensibles. Parece que el origen y raíz del fenómeno es la diferenciación de las personas en dos inmensos grupos
La que está cayendo es tan tremenda que daría para ir a ritmo de columna diaria, y no les hablo de los literales chaparrones que descargan sobre gran parte España en estos días, hablo de las lluvias torrenciales que con rayos y truenos golpean al bipartidismo.
Conceptos que aprendí... Hubo un tiempo en que tanques, rifles, soldados y bombas se disponían a lo largo de las fronteras interiores europeas a defender o extender los límites de las mismas. Fueron disputas que se fueron encadenando desde la época de los griegos y romanos hasta nuestros días.
Hoy más que nunca, el mundo no está para superficialidades, ya que el drama de las guerras, los parones económicos y la inmigración ilegal, nos sacuden con una violencia que despierta a muchos de este letargo que tan bien anticipó el mundo feliz de George Orwell.
Termino con otra cita literaria de Carmen Martín Gaite que podríamos trasladar a la personalidad de Pedro Sánchez : «A veces pienso que se miente por incapacidad de pedir a gritos que los demás te acepten como eres».
Da la impresión de que lo que vaya a ocurrir a los españoles en el futuro poco importa en Moncloa y en la mente (de mosquito) de Pedro Sánchez, cuyo único objetivo parece ser un perpetuarse en el poder, un mantenerse un día más, aunque sea de modo agónico, aunque suponga una constante humillación para el país y aunque conlleve el desastre económico.
Lengua e ideología han ido en demasiadas ocasiones unidas en el desarrollo de nuestras sociedades, y el poder siempre ha dispuesto de dos caminos para que «el pueblo» acepte sin rechistar ciertas ideas : la fuerza y la manipulación.
En política hay épocas en las que nadie debería ponerse de perfil, ya que por ejemplo, la Transición no se hubiese producido sin el paso al frente de muchos españoles que veían la necesidad de un cambio de sistema de convivencia, y sí, cada uno lo hizo a su manera, pero desde su propio convencimiento.
as que sufren los seres humanos que las derivadas de que el balón entre o no entre los tres palos. Que Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy cobren una pensión vitalicia de más de 75.000 euros, mientras que personas que han cotizado cuarenta años, no lleguen a los 700 euros, no es una injusticia, es como mínimo una putada muy gorda, y más,
Permítanme, queridos lectores, que exprese en esta columna unos sentimientos que siempre llevo conmigo desde hace décadas. Son unos sentimientos profundos, sentimientos que van conmigo en todo momento...
Guardar las formas se considera indispensable en cualquier acontecimiento social que se precie, y si nos arreglamos para ir a trabajar, para una boda..., es lógico que pensemos que en actos tan señalados como el asistir como «señorías» al Congreso de los Diputados, éstos se acicalen y se comporten para la ocasión.
Una nación como la nuestra, tan complicada, es difícil de definir con una sola palabra, a no ser que se cree una que le cuadre, que es lo que logró Valle-Inclán en su momento para personajes de su época. De forma metafórica creo que esa palabra define en gran medida la incoherencia de muchas cosas que han ocurrido y están ocurriendo en España
Cómo he disfrutado siempre viendo la película «Ben-Hur» de William Wyler del año 1959. Este clásico del cine sigue siendo espectacular, pero repito, la cinta de 1959. Se rodó el film en las mejores condiciones imaginables de la época, con un sonido y una imagen excepcionales. Podríamos aplicar la famosa frase hecha «ya no se hacen pelis así»,
Comenzaré diciendo que no podemos tirarnos décadas diciendo que «todos los políticos son iguales» o que sólo buscan «su propio beneficio» para, de repente, comenzar a sentir que el mundo se hunde bajo nuestros pies por el solo hecho de verlos sudando para conseguir sus réditos electorales como si vinieran de correr una maratón, o por ejemplo, negociar hasta el último minuto para aprobar un decreto ....
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