El ridículo de ETA
Hoy ya se ha demostrado que ETA, además de asesinar, miente. Y no solo miente sino que lo hace a veces como sustituto del odio que representa. Desde hace tiempo denuncia malos tratos y sigue engañando a la sociedad. Los presos de ETA son una clase privilegiada entre los internos de las cárceles españolas y, dicho sea de paso, no falta quien les apoya por pura y simple cobardía.
No solo no hay malos tratos ni torturas sino que, desde que tomó posesión la segunda del Defensor del Pueblo, se han producido unas 160 visitas a “centros de privación de libertad” y en ninguna de las visitas consta que una sola de ellas haya sido a algún calabozo en el que hubiera detenidos vascos o maltrato a presos etarras, a pesar del enorme seguimiento político y mediático que tienen todas estas operaciones y a antecedentes que obligarían a una mayor atención, como el reciente proceso a quince guardias civiles acusados de torturar a los militantes de ETA.
Respecto a las visitas, Múgica Herzog ya demostró que las instituciones internacionales interfieren excesivamente donde no deben, y lo hacen con cierta frecuencia; no es sorprendente que la ciudadanía del Estado español se mofe de ciertas intervenciones y del confusionismo que reina en el exterior respecto a ETA. Sirva como dato la recepción que el Parlamento europeo hizo a ETA hace un par de años o tres y su tozuda creencia sobre la existencia de presos políticos en España.
El vicepresidente del Subcomité de la lucha contra la tortura, Mario Coriolano, recordó al Defensor del Pueblo que el control dictatorial continuo es el único método para que los policías, guardias civiles o funcionarios de prisiones "sepan que están controlados". Con tal afirmación, muchos solo vemos insensatez en algunos representantes de la ONU, además de dejadez y desinformación. Hoy ya no extraña a casi nadie que siga habiendo guerras que no encuentran salida, sobre todo si quienes deben poner orden son parecidos al citado personaje. Casi me atrevo a decir que, en ocasiones, da la sensación que el citado organismo internacional ha dejado de cumplir con su cometido y sus objetivos. Decía Henry Thoreau que “no podemos matar el tiempo sin herir la eternidad”.
“Llama la atención que la sesión de trabajo sobre el mal trato a presos y asesinos etarras fuera ocultada a la Coordinadora para la Prevención de la Tortura” (en la que participan entre otros TAT, Behatokia, Etxerat o Gurasoak) según dice la mediocridad de criterio del diario etarra, socialista, nacionalista e independentista, GARA.
Cuando escribieron al entonces Defensor para reclamarle información sobre el Mecanismo de Prevención de la Tortura, en el mes de abril, Múgica Herzog dio la respuesta más escueta posible: "Viene funcionando con total normalidad". ETA y el mundo abertzale han presionado al que fuera ínclito Defensor del Pueblo y a las instituciones internacionales hasta la extenuación, con el fin de que cayeran en la trampa más absurda, por eso el desprecio a la banda asesina y al mundo abertzale se han extendido por Europa y buena parte del resto del mundo como la fama del pulpo Paul.
Decía Publio Siro que la oportunidad se suele perder frecuentemente entre las deliberaciones. Y eso es lo que ha perdido ETA y todo su entorno. Lo curioso del caso es que, con las nuevas declaraciones de Chuchi Eguiguren y el ‘ramalazo’ mostrado por Felipe González, Publio Siro seguirá teniendo razón, pues se seguirá perdiendo oportunidades. Al buen entendedor...
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