La naturaleza nos engendra a todos libres
Siempre he pensando que “torturar es una peste”, ésta es contagiada a la velocidad del rayo–en línea directa–, entre la nación torturadora y la nación o naciones que tienen elementos de juicio bastantes para saber que se están torturando a pobres gentes…Existen homicidios que pueden ser voluntarios, no pensados expresamente, inconscientes y ejecutados cuando nuestra conciencia no nos acusa.