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Opinión 20-05-2023 09:12

Quizá la literatura no cure. Mariano Cabrero Bárcena es escritor.

Quizá la literatura no cure la maldad que todos llevamos dentro (aún sin saberlo), los acontecimientos pasados?, pero he leído en algún libro: ?Debemos cambiar el modo de vernos y tratarnos?los unos a los otros?.

 

Quizá la literatura no cure la maldad que todos llevamos dentro (aún sin saberlo), los acontecimientos pasados?, pero he leído en algún libro: ?Debemos cambiar el modo de vernos y tratarnos?los unos a los otros?. Porque el sufrimiento, el desperdicio, el coste humano que ocasiona la violencia son extraordinarios?y jamás se recupere el buen entendimiento de las personas.

 

Si fuéramos por naturaleza crueles y egoístas-entiende uno-, que la humanidad no hubiera podido sobrevivir hasta nuestros días: lo creo y lo escribo para todo el mundo. Se ha escrito sobre la Guerra Civil Española (1936 al 1939), la cual fue el conflicto más sangriento desde el final de la Primera Guerra Mundial en 1918. Se ha escrito sobre ETA, sobre el independentismo catalán?, con más o menos aciertos, pero con la intención sincera de esclarecer-dentro de lo posible-, el porqué de dichos acontecimientos. Se ha hablado con personas que estuvieron allí, escuchando sus testimonios-muchas veces contradictorios. Suelen narrar y cargas las tintas de los demás y, al mismo tiempo, salvar las propias. No sin darnos cuenta de que están mintiendo como cosacos (con perdón para los cosacos).

 

?¿Sienten arrepentimiento? Espero que sí?Se sabe también de etarras que habían identificado a ocho o nueve objetivos, y que de haberlos perpetrados?hubieran brindado con champan francés.

 

 

Quizá la literatura no cure acontecimientos pasados, pero ayuda a comprender-infinidad de veces-que salgan los documentos secretos de cada pueblo, capital o nación?Para bien de muchos y no pocos autores comprometidos para llevar a cabo muertes, asesinatos y exterminios, que

ya fueron pactados de antemano. Las semillas de la violencia están servidas para llevarlas a la practica en cualquier momento.

 

Se ha profundizado en ?sí se ha hecho justicia o no?. Si se debe hablar con gente de ETA, que ha planificado y participado en asesinatos, torturando en la guerra sucia que ellos llevaron a cabo. También se ha empleado el mismo procedimiento con los condenados por los GAL. Muchas veces no interesa sus justificaciones, sino-más bien- por qué lo hicieron y ¡qué sentían al hacerlo! Y, sobre todo, que sienten hoy en día?

 

?No podemos olvidar tampoco? ?qué cuándo? Paris (Francia) comprobó que había tiroteos y asesinatos en su territorio, comenzó a colaborar con España. Antes no la había hecho.

 

 

 

¿Sienten arrepentimiento? Espero que sí?Se sabe también de etarras que habían identificado a ocho o nueve objetivos, y que de haberlos perpetrados?hubieran brindado con champan francés. Hoy por hoy, si?hablas con alguno de ellos se pueden expresar de la siguiente manera: ?Yo fui un criminal?. Lo que hicieron estas gentes fue terrible. También se suelen expresar de la siguiente manera: ?Todo lo que hice, lo recuerdo como una gran equivocación en mi vida?.

 

Muchas veces -en las cloacas de los Estados -las torturas forma parte de sus trabajos. Quienes las llevan a cabo están suficientemente comprometidos para llevarlas a cabo. Han existido y existen ?guerras sucias? en muchos países (que son democracias y Estados de derecho).

Debemos de recordar que Estados Unidos acabó con Osama Bin_Laden mediante una ejecución extrajudicial: lo mataron, sin lugar a dudas. Quienes ordenan estas matanzas suelen seguir estando tranquilos en sus despachos. ¡Quienes las ejecutan?rotundamente: ¡No!

 

No podemos olvidar tampoco? ?qué cuándo? Paris (Francia) comprobó que había tiroteos y asesinatos en su territorio, comenzó a colaborar con España. Antes no la había hecho. El crimen desune a las personas. Son malas acciones que siempre perduran con el tiempo.

 

Quizá la literatura?no cure la maldad de las personas, para hacerlas mejores. Pero sí ayuda a reducir estados de inconsciencia. Y en gran parte muchas veces de la inconsciencia. Todos los humanos somos portadores de una maldad que llevamos dentro: ¡Violar es matar el alma de una mujer, que también su cuerpo?! Y esto es una historia para recordar. Dentro de nuestra libertad estamos en posesión de dos premisas fundamentales: la mirada y el habla. Nadie nos debe prohibir el usarlas: es ley de vida.

 

La Coruña, 10 de mayo de 2023

Mariano Cabrero Bárcena es escritor.

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