Carmen Tomás

No sé si los Presupuestos Generales del Estado para 2015 son los de la recuperación como asegura el gobierno. No me ha dado aún por la adivinación. Sin embargo, tampoco creo que se pueda decir que son antisociales como asegura prácticamente toda la oposición o para el 10 por ciento de españoles que más tienen, como ha mantenido el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

El mes de octubre se ha ganado la mala fama a pulso. Y el de este año, al menos de momento, ya nos ha proporcionado serios disgustos. La bolsa española ha vivido una semana convulsa, aunque quizás se han exagerado algo las cosas.

La ralentización del crecimiento de la eurozona, con especial preocupación en Francia e Italia, y el miedo a las posibles consecuencias económicas del ébola ha roto la racha en la bolsa española. Sólo en esta fatídica semana, el IBEX se ha dejado un 4 por ciento, aunque es cierto que aún conserva ganancias en lo que va de año, cosa que no ocurre, por ejemplo, en el caso de la bolsa alemana.

Ocurre a menudo que las reuniones del BCE y posteriores palabras de su presidente son interpretadas por los inversores para bien o para mal. Casi siempre suelen excederse en sus valoraciones y por ello los movimientos en los mercados un poco histéricos.

El gobierno central y algunos autonómicos están por la labor de devolver a los ciudadanos una parte del esfuerzo realizado en esta larga y dura crisis. Obviamente querríamos más sin darnos cuenta que el hecho de seguir en la política de gastar menos de lo que se ingresa es también parte de ese esfuerzo que estamos haciendo todos para mejorar a futuro.

Después de tres semanas al alza, la bolsa española se tomó un respiro. Cierto que no fue por propia voluntad, ni siquiera por cuestiones principalmente nacionales, pero el IBEX se dejó en las cinco últimas sesiones un 2,3 por ciento y cerró por debajo de los 10.900 puntos.

La bolsa ha logrado cerrar un mes de agosto que parecía más que perdido con ganancias del 0,2 por ciento. Si bien, ni mal. Lo ha hecho plano que no es poco con la que estaba cayendo por todos lados. El IBEX tocó los 10.800 y casi ha terminado el mes en ese registro.

La bolsa sigue siendo, a pesar de los últimos disgustos, la inversión más rentable. Cierto que el IBEX ha perdido prácticamente todo lo que había ganado en el año y que se ha dejado en el camino 45.000 millones de capitalización y que peligran los 10.000 puntos. Todo esto es cierto, pero nada se ha debido a razones internas.

Banca mediana ha sido la gran protagonista de la semana. Después de días de titubeos como consecuencia de los conflictos geopolíticos en plena ebullición, las bolsas los han dejado de lado y han mirado los resultados empresariales y algunas buenas noticias macroeconómicas.

La bolsa española ha logrado mantener el tipo a pesar de la tremenda volatilidad que ha vivido esta semana. Y no ha sido para menos. Las tensiones que se viven tanto en Oriente Próximo como en Ucrania han puesto muy nerviosos a los mercados y aún así el IBEX ha conseguido mantener la cota de los 10.500 puntos.

La bolsa española no ha podido sobreponerse a las turbulencias bancarias en Europa. No sólo hay sospechas sobre la salud financiera del portugués Espirito Santo, sino también se ciernen problemas en algunas entidades de Alemania y Francia, aunque por motivos diversos. Multas y peores resultados son el centro de las miradas. Tampoco han ayudado las empresas de aviación. La cuestión es que el IBEX ha cortado su racha y perdido varios soportes.

a bolsa española sigue consolidando niveles y aunque cierra la semana con una caída de casi el 0,4 por ciento, el IBEX continúa en niveles de 2010.

El efecto Draghi logró que la bolsa española anotara su cuarta semana consecutiva de ganancias. El IBEX subió en la semana un 0,4 por ciento y supera los 11.100 puntos, aunque se fue desinflando según avanzaba la semana. Los inversores recogieron parte de los beneficios acumulados y nuevas incertidumbres se colaron en el ambiente

Las bolsas están que se salen. La española ha cerrado mayo con una ganancia de cerca del 3,5 por ciento y muy próximo a los 10.800 puntos. Conviene recordar en este punto que hace apenas dos años, el IBEX rondaba los 6.000 puntos. Es más, con mayo con seis los meses consecutivos en que la bolsa cierra ganancias. Desde luego si la bolsa es uno de los principales indicadores adelantados, cabe suponer que lo mejor en la economía está por llegar.

Las entidades financieras salvaron esta semana al IBEX. Cierto que fueron las que el jueves llevaron al selectivo a cerrar con la segunda mayor caída del año, pero finalmente se salvaron los muebles, aunque se ha perdido el soporte de los 10.500 que tanto había costado lograr.

Cierto que la bolsa española acumula cuatro semanas consecutivas de ganancias, pero el IBEX no acaba de cuajar los 10.500 puntos. Esta semana era bastante propicia para haberlo logrado.

La semana ha venido cargadita de datos y hay que decirlo, casi todos positivos. Cierto que la EPA ha dado mucho que hablar y no todo el mundo ha hecho la misma lectura de sus resultados. En general, ha ofrecido datos de un primer trimestre que no se veían en años y se ha creado algo de empleo.

Nadie quiere pensar en ello, pero la hipótesis de una guerra en Ucrania toma fuerza. De momento, los mercados se han asustado y el dinero está saliendo de la bolsa.

La bolsa española sigue siendo atractiva a pesar de los últimos descensos. En el primer trimestre, las ganancias acumuladas por el IBEX se situaron en el 4,2 por ciento. Cierto que este nivel está lejos de lo que han logrado otras bolsas europeas, que todo hay que decirlo, lo venían haciendo peor que la española.

Los inversores esperaban que el BCE adoptara medidas para frenar la deflación en Europa y el Gran Mario, de momento, decepciona. La bolsa española ha vivido de hecho su peor semana desde enero, cuando los emergentes dieron el susto. Por el camino se ha dejado 400 puntos y prácticamente en un 4,5 por ciento.

Las bolsas siguen que lo tiran. El IBEX 35 del mercado español ha ganado en la semana casi un 3,5 por ciento, la mayor subida desde enero. Cerró el viernes en 10.677 puntos, repitiendo los máximos de mayo de 2011.

El selectivo de la bolsa española ha conseguido por fin salir del bucle y romper la barrera de los 10.300. En la semana, el IBEX ha avanzado un 2,7 por ciento y si no hay sobresaltos, marzo puede cerrar con unos beneficios superiores al 2 por ciento.

La bolsa española se lo ha tomado con calma esta semana. Cierto que las tensiones entre Ucrania y Rusia han bajado de nivel, aunque habrá que ver cómo se responde al acuerdo de la Unión Europea. Pero, no cabe duda de que los inversores han visto las cosas más enderezadas y han guardado la calma. De hecho, el IBEX ha ganado en la semana un 2,45 por ciento por lo que ha mantenido los 10.000 puntos.

Ya son muchas las entidades o servicios de estudios que han revisado al alza las previsiones de crecimiento para la economía española. La última es de Funcas y sitúa el aumento del PIB en 2014 en el 1,2 por ciento, tres décimas más que la revisión que hace unos días realizó el gobierno y que lo sitúa en el 0,9 por ciento. También hemos asistido a una previsión más optimista de la CEOE y de muchos otros.

La metáfora la utilizó esta semana la directora del FMI refiriéndose a la economía española. Las estadísticas empiezan a darse la vuelta y a emprender el camino de la recuperación, "a doblar la esquina". No está todo hecho ni hay que caer en la autocomplacencia, pero hacer lo contrario no sería ni justo, ni realista.

La bolsa española cerró febrero con alzas de casi el 2 por ciento, pero sin duda está falta de estímulos. Cierto que las previsiones de crecimiento de la economía para este año han mejorado, también las del próximo.

Los trabajadores de la Agencia Tributaria contarán en unos meses con un nuevo estatuto, algo que ya anunció en diciembre pasado el ministro de Hacienda. Una de las novedades que quiere introducir Cristóbal Montoro es la retribución variable por objetivos en hasta un 40 por ciento.

La bolsa española ha seguido una semana más su paso titubeante. El irregular comportamiento de la banca mediana, la crisis en el gobierno de Italia, los coletazos de los problemas de los emergentes y las negociaciones entre Sacyr y las autoridades del Canal de Panamá han estado en el punto de mira y aún así el IBEX ha logrado cerrar la semana con ganancias del 0,6 por ciento

El IBEX arrancó el año con fuerza y finalizado el mes de enero hay que poner el contador a cero. La oscilación ha sido de 800 puntos, volatilidad que puede continuar y acompañarnos mucho tiempo. El pinchazo de los emergentes, más en unos que en otros, ha puesto muy nerviosos a los inversores y al final enero, que ha salvado la última semana con una ganancia de 0,5 por ciento, ha cerrado prácticamente igual que arrancó

La causa principal de este brutal del descenso del IBEX de la última jornada de la semana hay que buscarla en Argentina, donde las autoridades decidieron autorizar la compra de dólares provocando una depreciación del peso en un 10 por ciento que hay que sumar a la que ya venía produciéndose.

La bolsa española ha empezado el año con una auténtica fiesta. Sólo esta semana ha subido un 5 por ciento. Y ya se sabe, según las estadísticas, que como empiezan las primeras jornadas, así acaba el año.

El estreno del nuevo año no ha podido ser mejor. La bolsa, a pesar de haber sido lastrada por los problemas de la constructora Sacyr en Panamá, mantiene niveles muy aceptables tras las subidas de los últimos días de 2013. Y qué decir de la prima de riesgo, claramente ya por debajo de los 200 puntos, con una caída de 27 puntos en dos días, y la rentabilidad del bono a 10 años por debajo del 4 por ciento.

Soria ha intentado a lo largo de las últimas semanas contener los precios de la electricidad para no echar leña al fuego de los maltratados bolsillos de los ciudadanos, pero al parecer no lo ha logrado

Es raro encontrar una legislatura en la que la deducción por la compra de vivienda en el IRPF no se ponga encima de la mesa de los gobiernos de turno.

Los datos de paro registrado conocidos el martes son bastante más esperanzadores de lo que podría suponerse para un mes de noviembre.

Siempre que sale a relucir la necesidad de reconducir nuestro sistema público de pensiones, se asoma por una ventana el Plan de Pensiones.

Había subido demasiado, hasta los 10.000 puntos y tenía que tomar aire. El IBEX, el mejor índice bursátil de Europa (1.700 puntos en dos meses) se ha tomado un respiro en los últimos días, aunque cerró el mejor octubre en diez años.

El IBEX está imparable. El mejor índice de Europa. En las últimas seis semanas no ha dejado de subir y acumula una ganancia en lo que va de año de casi el 18,5 por ciento.

Los Presupuestos Generales del Estado jamás gustan a los partidos que no gobiernan. Así es desde que sigo su tramitación hace ya bastantes años. Para el gobierno siempre son los que la economía precisa y para la oposición voluntaristas y malos.