Chocando con los 10.500.

 Además de que las empresas están presentando resultados y en general son bastante buenos -es verdad que algunas han sufrido la fortaleza del euro, tan verdad como que presentan unos ajustes en sus deudas muy importantes- habló el presidente del BCE y anunció medidas quizás para junio. Los mercados le creyeron un ratito. Las bolsas se dispararon, las rentabilidades de la deuda cayeron a mínimos históricos y la prima de riesgo se alejó de los 150 puntos. Sin embargo, la segunda lectura del mensaje de Draghi se llevó por delante esas ganancias y los inversores recogieron beneficios. Puede que haya hasta una tercera y de nuevo positiva.

   Hay que recordar que justo hace dos años el IBEX andaba por los 6.000 puntos y la prima de riesgo por los 580. El euro se iba a romper, a España la iban a rescatar y no se descartaba un impago de la deuda. Es obvio que estamos mejor, aunque no tanto como para caer en la complacencia. El Gobierno se ha comprometido a seguir con las reformas y ha anunciado algunos planes de acicate de la recuperación. Se lo han recordado, además, todos los informes que han ido saliendo estos días y cuya procedencia es muy distinta. España necesita afianzar las mejores cifras que presenta y que éstas acaben llegando a los ciudadanos. Falta trabajo eso está claro, pero no es cierto que nadie está notando la mejoría. Por ejemplo, los más de 10 millones de ciudadanos que tienen acciones, planes de pensiones o fondos de inversión.

   Como decía el IBEX ha subido 4.500 puntos. Muchas acciones están en máximos. Y ya se sabe que la bolsa es un gran indicador adelantado. También, la balanza por cuenta corriente y la inversión en bienes de equipo y todos estos datos están cambiando de signo. Incluso nuevas empresas se atreven a salir al mercado y lo hacen bien y los grandes se financian más cómodamente.

   Para esta semana, los expertos se fijan en las nuevas presentaciones de resultados empresariales y en algunos datos macroeconómicos. No mucho más. Así que días en principio de calma y de espera.