Faltan estímulos.

  La bolsa española cerró febrero con alzas de casi el 2 por ciento, pero sin duda está falta de estímulos. Cierto que las previsiones de crecimiento de la economía para este año han mejorado, también las del próximo. Sin embargo, y aunque muchas de las variables van cambiando de tendencia, el paro sigue siendo la gran asignatura pendiente. Prácticamente todos los análisis, a pesar de ofrecer mejorías en el aumento del PIB, son menos optimistas si de lo que se trata es de la reducción de la elevada tasa de desempleo que aún registran las estadísticas.

   Esta semana fue noticia importante la venta de un paquete de Bankia en manos del Estado. Concretamente, el 7,5 por ciento a 1,51 euros por acción. En total, la ganancia superan los 135 millones de euros. Los fondos extranjeros se hicieron con el 99,5 por ciento de las acciones. Se inicia así el proceso de privatización de la entidad nacionalizada que anunciara recientemente el ministro de Economía. Además, en los últimos días se ha producido una auténtica catarata de presentación de resultados. Ha habido de todo, aunque en general no ha ido mal. Insuficiente eso sí para animar a los inversores.

   Vamos a ver si resulta más estimulante para el mercado laboral la decisión del gobierno de fijar en 100 euros la cotización de los dos primeros años de nuevos contratos indefinidos que realicen las empresas y que deberán durar tres años. Una medida que entró en vigor el martes y que en parecidos términos, a pesar de las críticas, propuso hace un año el Partido Socialista. El empleo necesita revulsivos, bajadas de los costes, y esta medida puede cumplir esa misión más que necesaria en estos momentos para que se consolide la incipiente recuperación.