De nuevo ayer martes, España vivió en la incertidumbre ante la celebración de un nuevo Consejo de Ministros que ha tenido lugar durante este segundo periodo de Estado de Alarma. Eso si, la comparecencia de las ministras y vicepresidente, se produjo a partir de las 3 de la tarde, hora de siesta de los españoles y que después de 80 minutos de intervención, sumieron a los ciudadanos en un sopor, que hace que la cabezada, estuviera asegurada...
“El PSOE, el partido que hasta la fecha ha usado a Andalucía y a los andaluces como súbditos en vez de como a ciudadanos, y a los que debería de haber servido, ha perdido las elecciones autonómicas celebradas el pasado domingo”
“Los representantes del centro derecha conformado por tres partidos, lograron la mayoría absoluta de escaños que, si se atiende a la petición realizada por los electores, configurarán el cambio de gobierno”
Por fin, todo parece indicar que todo este circo del PRUCESS puesto en marcha de manera unilateral por el independentismo catalán y que se ha ejecutado a través de su gobierno, en un pleno celebrado en el día de ayer, a pesar de la prohibición de la celebración del mismo por parte del TC, está a punto de acabar, con la ejecución por parte del gobierno de la Nación del artículo 155 de la Constitución.
Estoy triste, descorazonado y con una sensación terrible de que me quieren robar España por la cara. Vivo en una nación en la que hace 40 años nos dimos una Constitución en democracia donde se establecían libertades y se configuraba un estado de derecho avalado por todos los ciudadanos, con los elementos necesarios para la convivencia en paz y libertad.
Quiero a Cantabria y amo a esta tierra por encima de ideologías y partidos, pero por favor, ya está bien de que seamos protagonistas de chistes y bromas o que se vilipendie al sector de la anchoa, producto que como laredano, venero y respeto por lo que supone para mi pueblo y que está siendo mal utilizado por alguien que representa a todos los cántabros. Quiero sentirme orgulloso y feliz de decir fuera de nuestra región que soy cántabro
Cantabria, la tierruca, mi tierruca, ese paraíso natural que queremos y adoramos los nacidos y los que aunque nos hemos educado en ella, vivimos fuera, está atravesando una crisis institucional y política sin precedentes y cuyas consecuencias, pueden ser devastadoras si no tomamos cartas en el asunto.
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