Andalucía quiere cambio a pesar la izquierda perdedora y obsesionada con Vox,
“Los representantes del centro derecha conformado por tres partidos, lograron la mayoría absoluta de escaños que, si se atiende a la petición realizada por los electores, configurarán el cambio de gobierno”
Andalucía ha amanecido ayer lunes 3 de diciembre, con otro olor, con otro color y otras sensaciones como consecuencia del resultado de las elecciones autonómicas celebradas el pasado domingo, mediante las cuales, los representantes del centro derecha conformado por tres partidos, lograron la mayoría absoluta de escaños que, si todo transcurre con la normalidad prevista y se atiende a la petición realizada por los electores, configurarán el nuevo gobierno que hará que la Junta de Andalucía cambie de color político, después de haber permanecido cerca de cuarenta años en manos de los socialistas, representados por Susana Díaz.
Estas elecciones autonómicas convocadas a la desesperada por Susana Díaz, a fin de evitar las consecuencias que podían derivarse del juicio de los ERE, así como de las políticas llevadas a cabo por su “enemigo íntimo”, el presidente del gobierno Pedro Sánchez, se han caracterizado desde el punto de vista socialista, con la particularidad habitual de mantener la prepotencia que han venido sosteniendo siempre. Cabe recordar que al igual que en esta campaña electoral, Susana Díaz, mantuvo un perfil bajo en la campaña a las primarias para la secretaría general de los socialistas en Ferraz, que le hizo perder la posibilidad de ser la secretaria general de los socialistas españoles. Junto a este detalle y después de intentar provocar un cisma entre los votantes del centro derecha, fomentando la existencia de Vox, los socialistas andaluces, han hecho una campaña de perfil bajo, envolviéndose en la bandera de Andalucía como elemento de protección a su pobre gestión en cuanto a resultados favorables para su región, e intentando evitar cualquier responsabilidad derivada de los años en los que la corrupción ha imperado a sus anchas, en la comunidad autónoma. El resultado de toda esta mala estrategia, ha supuesto la disminución de la participación en sus feudos habituales de un 10% de media, tanto en las provincias de Sevilla y Jaén, que han desembocado en la pérdida de 14 escaños, pasando de los 47 obtenidos en la pasada legislatura a un total de 33.
En lo referente al PP, segunda fuerza política en las elecciones de este domingo, que ha bajado un total de 7 escaños, respecto a las pasadas elecciones, quedándose en la honrosa cifra de 26, hay que tener en cuenta que el candidato a la presidencia de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, era el candidato proclamado por Rajoy en un congreso regional, pero no muy del agrado de la nueva dirección de Pablo Casado, al ser un elemento decisivo en la candidatura sorayista al Congreso Nacional del pasado julio. Nadie puede negar que Moreno Bonilla ha salvado los muebles por el resultado obtenido gracias a la constante presencia de su presidente nacional, además de mantenerse como segunda fuerza de la región , que únicamente ha logrado ganar en la provincia de Almería, obteniendo 70 mil votos. El PP puede salir satisfecho de estas elecciones, puesto que se jugaba demasiado, partiendo de la base que se ponía en juego el liderazgo de su nuevo presidente, su hegemonía como partido principal del centro derecha español y por si fuera poco, la posibilidad de ser un partido con fortaleza en la región que representa al 20% del total del electorado español.
Nadie puede negar que Moreno Bonilla ha salvado los muebles por el resultado obtenido gracias a la constante presencia de su presidente nacional. Ilustración de Linda Galmor
“Ciudadanos esperaban ocupar la segunda posición del parlamento con la candidatura encabezada por Juan Marín, aunque la verdadera protagonista de la campaña, ha sido la catalano-jerezana y portavoz del partido Inés Arrimadas”
En lo que respecta a Cs, formación que rompió su pacto de investidura con los socialistas a partir del dictamen de financiación autonómica planteado por Susana Díaz en el parlamento y con la excusa de no haber cumplido los pactos establecidos con los socialistas, para lo cual, tardaron en denunciarlos tres años, esperaban ocupar la segunda posición del parlamento con la candidatura encabezada por Juan Marín, aunque la verdadera protagonista de la campaña, ha sido la catalano-jerezana y portavoz del partido Inés Arrimadas, quien parecía realmente la candidata, en vez del político de Sanlúcar de Barrameda. En estas elecciones, Cs además de no conseguir sus objetivos tanto regionales como nacionales, no ha conseguido ser la fuerza predominante de la oposición hacia Susana Díaz, precisamente por su apoyo hacia la “sultana andaluza”, roto con tardanza y malas justificaciones.
Respecto a la formación liderada por Teresa Rodríguez, cabeza de lista de la confluencia podemita Adelante Andalucía, que ha retrocedido tres escaños en el resultado electoral, a pesar de ir en coalición con Izquierda Unida, solo se puede decir que tanto su campaña, dirigida por el sector anticapitalista de Podemos, como su lenguaje político, en clara confrontación con su líder nacional Pablo Iglesias, con quien mantienen un duro enfrentamiento, ha evidenciado su falta de resultados en la política de oposición que han llevado a cabo a lo largo de los últimos tres años que han estado en el parlamento, además de verse influenciada por la pésima gestión de su propio marido, el alcalde de la ciudad de Cádiz.
Por último, nos queda la sorpresa de las elecciones en la formación de Vox, que de pasar de 19 mil votos obtenidos en las anteriores autonómicas, en estas elecciones ha obtenido nada más y nada menos que un total de doce escaños, que equivalen a unos cuatrocientos mil votos, consiguiendo casi algo más de un escaño por provincia, como es el caso de Almería, en donde ganó las elecciones en plazas habitualmente peperas como El Ejido u obteniendo una tercera plaza en el cómputo de votos, de lo que podríamos llamar el feudo del núcleo duro del PP almeriense, Roquetas de Mar, lugar del que es alcalde, su presidente provincial y a la vez, presidente de la diputación provincial, Gabriel Amat. Esta fuerte irrupción de Vox, se debe fundamentalmente a la situación de hartazgo de distintas provincias andaluzas que sufren el fenómeno de la inmigración, así como por el fuerte componente de derechas instalado en provincias como Sevilla, Málaga, Granada y Almería.
Susana echa la culpa a las políticas sanchistas. Por Linda Galmor
“Ese pacto de gobierno entre las tres fuerzas políticas, de centro y derecha, tiene como objetivo desbancar a quienes durante cuarenta años y desde la izquierda, han utilizado a la comunidad andaluza en beneficio propio”
Finalmente cabe decir que aunque de momento todo está en el aire, es prácticamente seguro que se va a producir ese pacto de gobierno entre las tres fuerzas políticas de centro y derecha, que tienen como objetivo desbancar a quienes durante cuarenta años y desde la izquierda, han utilizado a la comunidad andaluza en beneficio propio, a sus ciudadanos como súbditos y han generado que Andalucía haya sido la autonomía que ha encabezado los peores rankings de estadísticas respecto a situación económica, prosperidad, calidad sanitaria, eficacia en la educación y en la cuantía del cobro de impuestos a los ciudadanos.
Esperemos al día 27 de diciembre, víspera de los santos inocentes, para comprobar si las fuerzas del cambio se han puesto de acuerdo o si los acontecimientos intergalácticos, aconsejan mantener una tensión política que haga caer al actual presidente de la nación Pedro Sánchez, principal perjudicado por estos resultados para mantenerse en el gobierno, aunque favorecido porque su principal adversaria para el liderazgo en el PSOE, Susana Díaz, ya no le supone rivalidad para seguir dirigiendo la formación socialista desde el punto de vista nacional.
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