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29-04-2015 07:00

Cantabria a Concha Espina

Ahora hace ya 100 años que una gran escritora cántabra como Concha Espina (Su nombre exacto era María de la Concepción Jesusa Basilisa Rodríguez-Espina y García-Tagle) recibía el Premio Fastenrath, hecho que la Sociedad Cántabra de Escritores va a destacar en días próximos con una serie de actos...

Ahora hace ya 100 años que una gran escritora cántabra como Concha Espina (Su nombre exacto era María de la Concepción Jesusa Basilisa Rodríguez-Espina y García-Tagle) recibía el Premio Fastenrath, hecho que la Sociedad Cántabra de Escritores va a destacar en días próximos con una serie de actos, que han contado con la colaboración entusiasta del Gobierno de Cantabria a través de la Consejería de Presidencia y Justicia (Dirección General de Igualdad, Mujer y Juventud).

Concha Espina fue una mujer y escritora adelantada a su tiempo; nace el 15 de abril de 1869 en Santander, en el seno de una familia burguesa y numerosa (diez hijos); su padre, Víctor Rodríguez Espina, era de origen asturiano y de su segundo apellido, tomó la escritora su nombre literario. Su primeros años de vida no fueron fáciles, pues el negocio paterno como consignatario de buques fracasó y la familia se trasladó a Mazcuerras dónde el progenitor tuvo que trabajar de asalariado; pero la joven ya se había aficionado al mundo de las letras en el colegio de monjas al que acudía en la capital montañesa, afición que continuó en la escuela de Mazcuerras, hasta el punto de que ya con trece años escribía versos y a los diecinueve consiguió publicar su primer poema en El Atlántico, lo que firmó con el pseudónimo de “Ana Coe Schnip”. Hay que destacar que con quince años, pierde a su madre, Ascensión García Tagle.

En 1893 se casa con Ramón de la Serna y Cueto en Mazcuerras y se trasladan a vivir a Valparaiso (Chile), dónde entra en contacto con los movimientos modernistas y comienza a colaborar con periódicos chilenos y argentinos. En 1898, la familia regresa a España, ya con dos hijos, Ramón y Víctor (futuro gran periodista), y el marido encuentra trabajos no muy remunerados; tienen dos hijos más, José que falleció aún niño y Josefina quién se casaría con el músico Regino Sainz de la Maza y aún en 1907 tuvieron otro hijo, Luís; Concha Espina se ocupa de la casa y los hijos, con una situación económica no muy boyante; también se dedica a tareas asistenciales y sigue escribiendo, su verdadera vocación, hasta terminar su primer libro de poemas: “Mis flores”. Pronto abandonaría la poesía por la prosa.

Conecta con la intelectualidad santanderina, especialmente con los hermanos Menéndez Pelayo, colaborando en algunos periódicos montañeses. En 1907 encuentra un trabajo en México para su marido, del que se separa de hecho, mientras ella se traslada a Madrid con sus cuatro hijos y consigue vivir de la literatura, mediante colaboraciones periodísticas, cuentos costumbristas y libros que llegarán a alcanzar importante proyección: “Trozos de mi vida”, “La niña de Luzmela”, “Despertar para morir”, “La esfinge maragata”, “La rosa de los vientos”, “El metal de los muertos”, “Dulce nombre”,…

Viajó por todo el mundo, leyó muchísimo y escribir fue su gran pasión, convirtiéndose en una de las mejores escritoras de la primera mitad del siglo XX y celebraba todas las semanas un salón literario en la calle Goya de Madrid al que acudían intelectuales y personajes de la alta burguesía madrileña, así como poetisas noveles

¡Y triunfó!. En el año 1915 recibió el premio Fastenrath de la Real Academia Española por la “La esfinge maragata” y en 1924 volvió a ganar el mismo por “Tierras del Aquilón” y así le llegaron reconocimientos públicos por el éxito literario que había logrado; fue condecorada con la Real Orden de las Damas Nobles de la Reina María Luisa y la ciudad que la había visto nacer la honró con el título de “Hija Predilecta”, erigiéndola un monumento conmemorativo en los Jardines de Pereda, obra de Victorio Macho y que fue inaugurado por el Rey Alfonso XIII. A partir de este momento, comenzarán a llegarle reconocimientos y apoyos oficiales, como la candidatura al Premio Nobel de Literatura en tres años sucesivos; recibió el Premio Nacional de Literatura en 1927 por su obra “Altar Mayor”, así como el Premio Fastenrath, ya citado, que otorgaba la Real Academia Española, a uno de cuyos sillones fue candidata en 1928, sin conseguirlo.

Colaboró habitualmente en periódicos y revistas españolas e hispanoamericanas (El Diario Montañés, La Libertad, La Atalaya, El Cantábrico, La Nación o El Correo Español de Buenos Aires, etc.).

A finales de la década de los años treinta, se queda ciega y ello le afectaría a su vida normal y literaria; a esto se añade la tragedia de la Guerra Civil que pasó en su casa de Mazcuerras, aunque no fue molestada, a pesar de haber sido partidaria del golpe de estado de Primo de Rivera y de sus claras simpatías derechistas.

En 1938 es nombrada como miembro de honor de la Academia de Artes y Letras de Nueva York y en 1950 recibe la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo; también recibió la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio en 1948, cuyo acto de entrega se realizó en su pueblo de Mazcuerras, que pasó de denominarse Luzmela, en recuerdo de una de sus mejores obras literarias. También recibió otras distinciones y condecoraciones españolas y extranjeras que patentizaban su importancia literaria y humana.

Fallece en su casa de Madrid el 19 de mayo de 1955 siendo enterrada en el cementerio de La Almudena y pronto se cumplirá, por tanto, el 60 Aniversario del fallecimiento de esta mujer y escritora universal, que ha visto traducida su obra literaria a múltiples idiomas, tal como se va a presentar en los próximos días en el Palacio de Festivales de Cantabria, así como algunos otros actos, entre los que se incluye una exposición de una parte de sus obras, un Ciclo de Conferencias, una ofrenda floral en el monumento existente en los Jardines de Pereda, etc., actos a los que se espera participen los ciudadanos que deseen conocer mejor a la ilustre paisana.

Concha Espina fue una niña autodidacta, con una fuerte personalidad y con un lenguaje fluido; puede afirmarse que “vivió como quiso, escribió a su manera y se convirtió en una de las figuras más interesantes de nuestra literatura”. Nunca quiso seguir los dictados de la sociedad que le tocó vivir y que le quedaba pequeña; por eso se hizo falangista y llegó a decir que admiraba a Franco; sus fuertes convicciones católicas, le hicieron condenar el feminismo y afiliarse a la Sección Femenina, desde dónde luchó por la verdadera mujer.

 La ciudad de Madrid puso su nombre a una larga avenida, dedicando una estación de Metro con su nombre y hasta un avión de Iberia, el A 340/300, EC-GGS, lleva también el nombre de la escritora cántabra. En la ciudad del Besaya, el teatro municipal lleva su nombre; en Reinosa, un centro educativo también lleva el nombre de la insigne escritora, así como una guardería en la ciudad de Valencia. También en Santander, ciudad en la que nació, existe una calle con su nombre en la zona de Valdenoja.

Su obra literaria es amplia y de una calidad extraordinaria; no me resisto a citar lo más importante:

Singladuras.

La eterna visita.

Mis flores, 1904. Poesía.

El Rabión, 1907. Cuento.

Trozos de vida: cuentos originales, 1907. Cuentos.

La niña de Luzmela, 1909. Novela.

Despertar para morir, 1910. Novela.

La ronda de los galanes, 1910. Ilustraciones de A. Cerezo Vallejo.

Agua de nieve, 1911. Novela.

La esfinge maragata, 1914. Novela. Premio Fastenrath de la Real Academia Española (llevada al cine).

La rosa de los vientos, 1916. Novela.

Al amor de las estrellas (Mujeres del Quijote), 1916. Novela.

El jayón, 1916. Novela.

Ruecas de marfil, 1917. Relatos.

Simientes, 1918. Artículos.

El jayón, 1918. Teatro.

Naves en el mar, 1918. Novela.

Talín, 1918. Novela inédita.

Pastorelas, 1920. 42 cuentos ilustrados por Varela de Seijas.

El metal de los muertos, 1920. Novela.

Dulce nombre, 1921. Novela.

Cuentos, 1922. Cuentos.

Cumbres al sol, 1922. Novela.

El caliz rojo, 1923. Novela.

Tierras del Aquilón, 1924. Novela.

Cura de amor, 1925. Novela.

Arboladuras, 1925. Novela.

El secreto de un disfraz, 1925. Novela.

Altar mayor, 1926. Novela (Premio Nacional de Literatura 1927 y llevada al cine).

Aurora de España, 1927. Novela con ilustraciones de Baldrich.

Llama de cera, 1927. Novela.

Las niñas desaparecidas, 1927. Novela.

El arte de robar (Cura de amor), 1928. Novela con ilustraciones de Penagos.

La virgen prudente, 1929. Novela.

Huerto de Rosas, 1929. Novela.

Marcha nupcial, 1929. Novela.

El príncipe del cantar, 1930. Novela y cuentos.

Copa de horizontes, 1930. Novela.

Siete rayos de sol (Cuentos tradicionales), 1930. Cuentos.

El hermano Caín, 1931. Novela.

Singladuras. Viaje americano (Cuba, Nueva York, Nueva Inglaterra), 1932. Libro de viajes. Cubierta de Mauricio Amster.

Entre la noche y el mar, 1933. Poesía.

Candelabro, 1933. Novela.

La flor de ayer, 1934. Novela.

Vidas rotas, 1935. Novela (Llevada al cine).

Nadie quiere a nadie, 1936. Novela.

Retaguardia (Imágenes de vivos y muertos), 1937. Novela.

Casilda de Toledo. Vida de Santa Casilda, 1938. Biografía.

Luna roja, 1938. Novela.

El desierto rubio, 1938. Novela.

Las alas invencibles, 1938. Novela.

La carpeta gris, 1938. Novela

Reconquista, 1938. Novela.

Esclavitud y libertad, diario de una prisionera, 1938. Novela.

Las alas invencibles. Novela de amores, de aviación y de libertad, 1938. Novela.

Princesas del martirio, 1939. Novela.

Luna roja: novelas de la revolución, 1939. Novela.

Cazadoras de sueños, 1939. Novela.

La tiniebla encendida, 1940. Teatro.

El hombre y el mastín, 1940. Novela.

Princesas de martirio, 1940. Novela con ilustraciones de Rosario Velasco.

El metal de los muertos, 1941. Novela.

Moneda blanca, 1942. Teatro.

La otra, 1942. Teatro.

El fraile menor, 1942. Novela.

Victoria en América, 1944. Novela.

La segunda mies, 1944. Poesía.

Obras completas de Concha Espina, 1944. Prólogo de Victor de la Serna Espina.

El más fuerte, 1945. Novela.

Alma silvestre, 1946. Novela.

Un valle en el mar, 1949. Novela (2º Premio Miguel de Cervantes Saavedra de Periodismo).

De Antonio Machado y su grande y secreto amor, 1950. Cartas, Ilustraciones y Facsímiles (Descubre a Guimar sin desvelar su identidad).

Una novela de amor, 1953. Novela.

Aurora de España (La virgen prudente), 1955. Novela.

Santander y Cantabria deben sentirse orgullosas de haber tenido una escritora de la calidad humana y literaria de Concha Espina.

(Foto: Dibujo de Concha Espina, por Hakima El Kaddouri)

 

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