Sánchez viaja a China para verse con el primer. Infractor mundial.de los Derechos Humanos Xi Jinping
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intenta justificar un viaje incomprensible a China a visitar al primer infractor mundial de los derechos humanos

En rueda de prensa desde Bruselas, la portavoz ha reivindicado los contactos de Von der Leyen con los líderes europeos durante los últimos días en plena controversia por la andanada de aranceles anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra la UE. "Cuando habla con distintos líderes de la UE, intercambian sobre asuntos de preocupación mutua", ha indicado.
En este sentido, ha señalado que "ciertamente hay intercambios" entre la dirigente comunitaria y los líderes europeos y antes de viajes, como el que emprenderá Sánchez a Pekín a finales de esta semana para reunirse con Xi, "en la medida de lo posible intercambiamos puntos de vista y mensajes para estar lo más coordinados posible".
Sánchez visita esta semana Vietnam y China en una iniciativa con marcado carácter comercial en el que busca incrementar las ventas de las empresas españolas en estos países, en plena guerra arancelaria abierta por Washington.
Desde Moncloa defienden que el viaje está coordinado con la UE y señalan que desde Bruselas se considera a China como un socio, competidor y rival sistémico y el viaje de Sánchez no pretende cambiar esa concepción. En rueda de prensa, Pinho ha rechazado igualmente esa tesis al indicar que "ningún primer ministro representa a la Comisión en sus viajes al extranjero" y ha defendido la coordinación con el presidente español.
El objetivo del viaje es equilibrar las balanzas comerciales con ambos --actualmente venden mucho más a España de lo que compran-- y adquiere especial relevancia en el contexto actual, según indican fuentes gubernamentales, que esperan lograr avances que faciliten la entrada en el mercado chino de empresas españoles de varios sectores, entre ellos el farmacéutico, cosmético y agropecuario.
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