La Corrupción y la demagogia…
Cada día nos desayunamos con escándalos de corrupción, fundamentalmente ligados al mundo de la política, pues es la mejor plataforma desde dónde pueden tomarse decisiones y aprovecharse de las circunstancias….

Y además, ¡Con zapatos de otro, por mitad del barro!
Independientemente de que, como ya he afirmado en anteriores ocasiones, los ciudadanos solemos aprovecharnos de las circunstancias (“Va a ser con factura o sin ella”; “¿No tendrás un trabajo por ahí para un hijo de un amigo?”; “tengo un sobrino que se presenta a las oposiciones…”, etc.) y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Pero lo que me sorprende de este tema de la corrupción es la demagogia que podemos observar diariamente en los medios de comunicación, con un tratamiento diferenciado, en función de quién sea el culpable o del partido al que pertenezca; y a este aquelarre se suman los propios partidos políticos, echándose la mierda unos a otros u ocultándola si la han defecado los nuestros.
Ahora está en candelero nuevamente lo del 3 % de Más y sus secuaces, la Gürtel, lo de Urdangarín y la Princesa, el expolio de las Cajas de Ahorro, lo de los EREs de Andalucía, lo del presidente de Murcia, el vehículo del ex marido de Mato, lo de las tarjetas “black” y un largo etcétera….
En esto de las tarjetas “black”, que ya veremos cómo queda la sentencia definitiva, hay un detalle que es importante; yo suelo leer varios medios de comunicación, pero algunos sólo citan a Rato y Blesa y hay más de medio centenar de importantes personajes y personajillos que han utilizado estas tarjetas opacas para la utilización de múltiples compras y servicios, que pertenecen o han sido propuestos por el PP, PSOE, IU, UGT, CC. OO., etc. ¡Y no se les cita!. Como aquel miembro de Izquierda Unida que utilizaba casi todas las noches la tarjeta para sacar dinero del cajero automático y gastarlo después en…
Y hoy me voy a fijar en uno, en concreto: Ramón Espinar Gallego, que ha ejercido en las filas del PSOE los cargos de alcalde de Leganés, presidente de la Asamblea de Madrid, Consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid y también de Haciendo y más tarde, vicepresidente de Caja Madrid, también a propuesta del PSOE (Es decir, décadas sin bajarse del coche oficial). Es uno más, pero su hijo, Ramón Espinar, es Senador de Podemos, aquél que consiguió realizar un buen negocio con su vivienda de protección social, conseguida sin sorteo público y con el crédito que le facilitó su propio padre y que la vendió obteniendo una buena plusvalía.
¡Y claro!. En este tema, los podemitas están bastante callados, extendiendo un manto de silencio para no perjudicar la imagen de los Espinar. Lo mismo que hicieron con Tania en sus negocietes familiares de Rivas-Vaciamadrid cuando era la “amiga” de Pablo Iglesias, aunque ahora la ha echado al gallinero y Pablo Iglesias prefiere estar al lado de Irene Montero, por quien bebe ahora los vientos.
Y las conclusiones, como moralejas de fábula, pueden ser las siguientes:
a) Algunos medios de comunicación tienen un distinto trato, en función de sus intereses, los partidos que protegen o aquellos a los que intentan atacar y erosionar.
b) Que no es igual predicar, que vender trigo y algunas formaciones dicen unas cosas que son muy éticas, pero después no las practican. Hasta los críticos de Podemos están que trinan por el silencio de esta formación en este caso del Senador Espinar y su progenitor.
c) Algunos probablemente querrán obtener otras conclusiones y es que los Espinar no son los únicos cuyos padres eran socialistas y ellos podemitas (Ya lo dice el refrán, “el abuelo de Falange, el hijo del PSOE y el nieto de Podemos, qué más queremos”).
d) Y, finalmente, la condición humana es muy débil y la tentación de coger algo que tengamos al alcance de la mano es muy fuerte.
Y por ello nos sorprende a los ciudadanos, por ejemplo, que se ataque frontalmente y con cierta saña al presidente de Murcia, pero nadie se acuerde de Jordi Pujol, que saqueó las arcas de Cataluña y anda toda la tribu riéndose a mandíbula batiente de los dineros que sisó, los enjuagues económicos que andan realizando por todo el mundo y el tren de vida que llevan y que tienen suficientes vehículos clásicos y caros para todos ellos…
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