
Desembarcaron criminales en nuestras instituciones. José Antonio Ávila López
Nací en 1970, y en esa misma década y las siguientes, se oía el zarpazo de unos señores con muy malas pulgas que vivían en el País Vasco y que te quitaban de en medio a poco que militases o simpatizases en el partido del otro, a poco que no pagases lo que ellos querían a su grupito chantajista y pendenciero, y que «hicieron de matar el negocio del terrorismo».