La lucha contra el cáncer. Por Carlos Magdalena
La primera relación que tuve con Granja Cudaña fue hace ya más de tres años cuando íbamos de visita de trabajo a la Cueva del Soplao e hicimos una parada técnica para conocer la Granja de la que nos habían hablado muy bien. El sitio donde se ubica es magnífico, en el Alto de Labarces, y se puede decir que a las vacas se las trata como señoras
La primera relación que tuve con Granja Cudaña fue hace ya más de tres años cuando íbamos de visita de trabajo a la Cueva del Soplao e hicimos una parada técnica para conocer la Granja de la que nos habían hablado muy bien. El sitio donde se ubica es magnífico, en el Alto de Labarces, y se puede decir que a las vacas se las trata como señoras, lo digo por lo cuidadas y mimadas que están. Son unos ejemplares de gran tamaño y hermosas por su tamaño y limpieza además a estos animales dada la situación donde se encuentran les da el aire por todas partes, pero al mismo tiempo están súper protegidas dada la idónea configuración de las instalaciones. Recuerdo que en aquella ocasión nos atendió doña Bienvenida Jimenez que ya no está entre nosotros según me he enterado recientemente. De esa visita guardo un gran recuerdo.
La segunda vez que visité Granja Cudaña lo fue con unos amigos y lideraba el grupo, ¡cómo no!, don Pedro Arce en una de sus visitas culturales y culinarias. Entonces fuimos expresamente a conocer la Granja Cudaña con más profundidad y detalle, sus magníficas instalaciones con detenimiento y fue todo ello muy explicado y monitorizado por su dueña Carolina Entrecanales que actuó de cicerone principal junto con su hermano Ivón. Ese viaje lo relaté perfectamente en nuestro articulo "UNA VISITA A CUDAÑA".
Todo esto sirve de introducción porque recientemente se ha producido un homenaje a una luchadora contra el cáncer, como muchas otras, que ya no está entre nosotros, doña Bienvenida Jimenez (Bienve) y la presentación del libro "Diario de una Superviviente" escrito por Pedro Arce. Este libro merece ser leído porque la protagonista dejó unas notas escritas sobre la lucha contra la enfermedad que relata el amigo don Pedro. Lo inédito del caso es la fuerza de una luchadora que a pesar de la dura lucha se preocupó de escribir para ayuda de otras personas, el libro fue presentado en Treceño y relata la vida contra el cáncer de Bienvenida que como les comento conocí en mi primera visita a Cudaña.
El contenido de este artículo reflexión no es sino poner en valor la fuerza que tuvo esta mujer contra la peste maldita del siglo XXI y el segundo lugar destacar cómo las familias luchan juntas y en silencio recordando con cariño a la persona cuando no se consigue vencer la enfermedad. En el caso de la familia Entrecanales no solo ha habido silencio, sino que se han producido actos multitudinarios compartidos de recuerdo con amigos y plasmado en el libro que les comentamos.
En Treceño se produjo el más sentido con su familia en pleno, un recuerdo maravilloso para la ausente pero hay que destacar que no estuvieron solos en el recuerdo sino que fueron los amigos de forma multitudinaria los q ue les acompañaron.
Yo me quedo con la simbolismo que representa la lucha contra la enfermedad que por desgracia en ocasiones nos vence a pesar de todos los esfuerzos personales, médicos y los avances científicos, no suficientes todavía pero que han progresado mucho. Hay que apoyar los esfuerzos de investigación científica para erradicar los cánceres llamados incurables y apoyar a la clase médica científica para que sigan investigando porque nuestra lucha no es suficiente si no contamos con la investigación científica. Cantabria cuenta por fortuna con un magnífico Hospital Marqués de Valdecilla pero cuenta también con el IDIVAl, un organismo de investigación que debemos apoyar y que lucha contra muchas enfermedades, también el cáncer, para conseguir que cada día sean más los que ganan la batalla por lo que desde desde Cantabria Liberal realizamos un llamamiento para que se le de visibilidad ciudadana, potenciando al IDIVAL para que siga investigando y dedicar las partidas económicas que sean necesarias que siempre son pocas.
Hay que ganar tiempo porque ganar tiempo es ganar vida.
Nuestro afectuoso recuerdo para Bienvenida y apoyo a su familia, en particular
su marido Ivón y su cuñada Carolina.
Sé el primero en comentar