Primarias socialistas
Tiene que ser triste, y frustrante, para los militantes que no se cuente con ellos para postularse como candidato/a y tener la posibilidad de ser elegido por sus compañeros para poder liderar una candidatura a unas elecciones regionales o nacionales.

Los estatutos “filtro” de los partidos lo impiden en la práctica, responden a un control absoluto para que no se produzca esa posibilidad. Las primarias, las de aquí y las nacionales, no son más que –la añagaza zapatera- para evitar las elecciones generales.
Los demócratas, socialistas o no, pensamos que debiera cambiarse el sistema, abrirse los estatutos y ofrecieran la posibilidad de que cualquier militante pudiera aportar y debatir sus ideas para que finalmente los compañeros decidiesen. Solo que esa posibilidad es impensable, se produciría un “casus belli” por parte de aquellos que el partido es “su” puesto de trabajo bien remunerado y sin ninguna productividad.
En el PSOE de Cantabria esa posibilidad debería darse, además, por fuerza mayor, ya que la dirección actual del partido es perdedora, va de fracaso en fracaso electoral, luego la secretaria general, por dignidad, debería dimitir y dar paso a otros compañeros, pero eso no ocurrirá porque lo que hacen en los partidos no es un trabajo altruista sino una labor en beneficio propio, para los amigos, clanes y demás familia.
Recientemente, un estudio a nivel nacional estableció cómo los que acceden a la política se convierten en profesionales de ésta. En Cantabria están muy identificados con nombres y apellidos los clanes familiares de parejas, consejero-cuñado, consejera-alcalde, senador-concejala, etc. Una larga sucesión de cargos institucionales enquistados en la administración pública hasta la jubilación.
Fruto de lo que decimos, en Madrid se está produciendo una pequeña revolución entre el socialismo de base representado por Tomás Gómez y el socialismo piramidal que representa la ministra Trinidad Jiménez. Algo muy parecido ocurrió en Cantabria en el congreso que ganó Gorostiaga apoyada por el aparatic de Madrid frente a Morante que representaba el socialismo de los votantes.
Está claro que con el actual sistema no se favorece la democracia interna, no se prima a los mejores para los cargos públicos y se apuntala a quienes acceden a la cúpula del partido para que se mantengan en los cargos, ejerzan el poder en beneficio propio y utilicen la política para medrar personalmente de forma descarada. Sólo hay que mirar alrededor y comprobar la situación de aquellos que coparon el poder en los diferentes partidos en los últimos años.
Frente a tanto abuso de poder parece que la única solución es la de listas abiertas, a nivel interno y electoral, y una limitación en el tiempo a ocupar cargos públicos. La experiencia de otros países aconseja dos legislaturas como máximo. Así se evitaría que quien accede al poder como servicio a la cosa pública no piense en eternizarse en el cargo y piense que debe volver a la iniciativa privada.
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Comentarios(1):
Tiene Ud. toda la razón, las primarias socialistas no permiten la democracia real pues los candidatos no son propuestos por las bases sino por el Partido, aunque ya se han dado casos de ganar personas no elegidas por el "aparato", como Borrell y el propio Zapatero. Asi y todo, seguramente estará Ud. de acuerdo en que elegir a los sucesores y candidatos a golpe de dedo (Aznar con Rajoy) demuestra aun bastante menos confianza en la democracia que los otros.