Noticias de Cantabria
17-03-2010 21:00

“Mimitos”

El chismorreo político del “yo digo” y “tú lamentas” ya cansa por lo que voy a escribir sobre la política de la vida. En este caso, me he centrado en un compañero, y sin embargo amigo, que sirvió a los ciudadanos desde puestos políticos de representación muchos años y que ahora vive en el anonimato de su trabajo y su profesión, la abogacía.

Me cruzo con el habitualmente, le conozco desde que comencé en esta profesión que engancha y que no se puede abandonar porque estigmatiza. De la época en que como abogado nobel podías preguntar al contrario, porque era compañero y hasta te asesoraba, ahora son otros tiempos. Le veo casi todos los días cuando acudo  a mi despacho yendo a su despacho con la juventud de  sus 82 años cumplidos, se acerca y saluda con un adiós querido y no forzado. Sin embargo, la pasada semana nos paramos y conversamos del tiempo y del trabajo,  de los juzgados, de la banalidad y de lo etéreas que son las cosas. Es una persona afable, de las de ayer, y no por los años, es el código civil andante.

Estoy hablando con respeto y con cariño, el que se merece un caballero compañero de la abogacía, Don Guillermo Gómez Martínez Conde. Fue diputado, senador, presidente del Parlamento y supo, o le dijeron los de ahora, no seguir. Y se fue silente a lo que sabe y de lo que se vale, el derecho.

En la antítesis a esta conducta están los que nunca se van, aquellos/as que cuando les toca irse se autorecolocan antes,  porque han servido a los ciudadanos, dicen ellos, desde un puesto público de representación y quieren cobrar los intereses por tan tremendo sacrificio, es decir, seguir en una poltrona recibiendo, a modo de jubilación, el sueldo de senador o presidente de un consejo de administración. Estos, hacen olvidar los, por desgracia cada vez menos, que pasan desapercibidos, ciudadanos que acceden a la política por devoción, que les ha costado dinero, sacrificio y malas caras.

A los primeros, amigos de la boina, les vemos todos los días, se denominan los sin oficio y mucho beneficio que accedieron a la política sin nada, del paro o, simplemente, porque la política la consideraron chollo o negocio y si se van o si se quedan apañan con todo. A los segundos, les llamo Don Guillermo, llegan para defender sus ideas y modelo de sociedad desde la profesión y vuelven a ella sin hacer ruido. En esta rara avis nos deberíamos fijar más para que la acción política actual no fuese tan crispada y faltosa de sosiego, como de elegancia para evitar el malestar que producen en los ciudadanos las mentiras y engaños que se utilizan por estar en el candelero de la foto.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(2):

politicos - 18-03-2010

Los politicos de antes eran mas serios y vocacionales,al menos esa imagen daban.Los de ahora van,la mayoria,al trinque y que me resuelvan la vida de por vida.Aquí en Cantabria ya tenemos a mas de un recolocado en Madrid.

opinion - 18-03-2010

Lo de los politicos vocacionales son hoy en dia una excepcion.Eso de servir al ciudadano antes de servirse ellos mismos es una rareza.Prueba de ello son los casos de corrupcion en cualquier partido.Todo esta corrompido