Noticias de Cantabria
14-02-2013 08:54

La calle no se calla

Demasiados parlamentos, excesivos políticos en la Administración Pública, sueldos no acordes con el trabajo, abundante desprecio al contribuyente…



A la calle no se la silencia con paños calientes. Cuando la calle habla es porque el hartazgo ha llegado a niveles insostenibles. Y justamente eso es lo que han hecho los dos grandes partidos nacionales y algún que otro partido autonomista. La corrupción y las medidas adoptadas contra la ciudadanía en el último año de Zapatero y en el primero de Rajoy han sido la espoleta de lo que ahora estamos presenciando


El conflicto minero empezará la próxima semana; las manifestaciones contra los desahucios llevan en la calle muchos meses; la bronca reciente en la tribuna del Parlamento es un ejemplo claro de ese hartazgo del que hablaba antes; los colectivos sanitarios y los docentes están a punto de explotar,…. Al parecer, los únicos colectivos que no se manifiestan son los de parados, al tener fijo el sustento y frecuentar un amplio sector lo negro de la economía (otro día les contaré cómo se puede estudiar de día y trabajar por la tarde). Rabia contenida. Y cuando esa continencia se desborda, surge lo que les contaré.


Hace unos días lo presencié en una cafetería de Valladolid. Entraron un procurador de las Cortes de Castilla y León y un director general (en un medio de comunicación he escrito que era un consejero, y no lo era, por eso ahora rectifico) de una de las Consejerías del Gobierno de Herrera Campo.  Cuatro jóvenes (25/28 años) estaban con la consumición en una mesa y comenzaron a llamarles ladrones y sinvergüenzas. Ni siquiera habían pedido consumición los ‘pobres’ políticos.
El caso es que toda la cafetería acabó imitando a los jóvenes y aquello se convirtió en un clamor contra los citados. No hace falta decir que salieron ‘con el rabo entre las piernas’. Por lo que pude comprobar, algunos políticos empiezan a recoger lo que han sembrado; es decir, el desprecio de la ciudadanía. Ese  mismo desprecio con el que ellos llevan años tratándonos a los contribuyentes. De nuevo se hace realidad aquello de que “cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”.


Una vez que se marcharon del local, los presentes lo celebraron con un aplauso cerrado. Lo cierto es que el  hecho se ha extendido lo suficiente como para saber que también ha sucedido en otros lugares. Tal y como están las cosas se puede generalizar en las próximas semanas. La veda está abierta. Político suelto, político advertido. Entre todos hemos de hacerles ver que, en muchos casos, “su sobre o su sobresueldo es nuestro recorte”. ¡No es admisible la mofa de los parlamentarios del PP mientras desalojaban del Parlamento nacional a la Plataforma contra el Desahucio!  ¡Ya llegarán las elecciones y la campaña electoral para comprobar si saben correr, esconderse e imitar al avestruz!
No piensen que, por mostrar sus bienes en la web, están cumplidos; ahí se declara lo que cada político quiere declarar (los sobres en “B” no se suelen declarar). Es como el parado que trabaja en negro… ¿lo va a declarar en su declaración anual de IRPF? Demasiados parlamentos, excesivos políticos en la Administración Pública, sueldos no acordes con el trabajo y abundante desprecio al contribuyente. La transparencia va por otro sitio y no como pretenden hacernos creer.
Por cierto, ¿saben a qué partido pertenecían los dos políticos a los que abuchearon?  Con la que está cayendo es fácil de adivinar. Pues sí, seguramente habrán acertados, apreciados lectores, pertenecían al partido de los presuntos sobres en “B” de Bárcenas y en “G” de gaviota.
Jesús Salamanca Alonso

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