Fracaso de la huelga General de la Educación
El llamamiento efectuado a la comunidad educativa no ha tenido respuesta, lo que quiere decir que es un anticipo del fracaso que será la huelga general de la educación.
Las movilizaciones de la comunidad educativa de Valladolid contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) se manifiestan esta noche con diversas marchas nocturnas, previas a la huelga general de la enseñanza convocada para mañana en todo el país.
A las 9 de la noche, las marchas iniciarán su partida desde colegios como Tierno Galván, Miguel Delibes, Pablo Picasso, Gonzalo de Berceo, IES Antonio Tovar y La Merced, así como desde del Centro Cívico de Pajarillos. Está previsto que confluyan en el CEIP García Quintana a las 11 horas de hoy.
Al parecer, y según el calendario que hemos podido ver, todos juntos se dirigirán hacia la Dirección Provincial de Educación, en la plaza del Milenio. Si hemos de ser sinceros, a las 22:45 horas hemos contado cincuenta y siete personas a la puerta del CEIP García Quintana; eso supone un fracaso rotundo para la izquierda `penitencial`. Nunca tan pocos habían cosechado un fracaso tan sonado; eso quiere decir que ya nadie confía en los sindicatos de clase ni en cuanto representa la `izmierda` radical, como dicen los intelectuales.
La Plataforma por la Escuela Pública Laica y Gratuita de Castilla y León ha cosechado un fracaso fuera de lo común. El llamamiento efectuado a la comunidad educativa no ha tenido respuesta, lo que quiere decir que es un anticipo del fracaso que será la huelga general de la educación. Sin duda éste es el peor momento, tanto para las familias como para el profesorado. Y peor aún para el alumnado, inmerso en época de exámenes. Hacer una huelga en esta fecha es la prueba de una irresponsabilidad descontrolada que arrastra la izquierda y de la que no es capaz de apearse. ¡Joder, qué tropa!, diría el conde de Romanones.
No es de recibo que se intente alterar el funcionamiento normal de la docencia en el mes de mayo. Solo se puede entender desde el afán de la ridícula izquierda, cuyo lema pasa por hacer daño, duela a quien duela. Una izquierda que no supo reaccionar en el momento en que debió hacer manifestaciones y huelgas; es decir, durante el Gobierno del indigente intelectual de la Moncloa, Rodríguez Zapatero; sin duda el peor presidente de la democracia, hasta que llegó Mariano Rajoy.
La plataforma de Valladolid ha fracasado una vez más. Ha hecho un llamamiento a la comunidad educativa para que secunde la convocatoria de huelga general de mañana, jueves, apelando al compromiso de los padres, alumnos, profesorado y personal de servicios. Pretende conseguir que el Gobierno de Mariano Rajoy retire el anteproyecto de la LOMCE y negocie un «gran pacto» por la estabilidad de la educación. No hay duda que la ignorancia es muy atrevida. La solución no pasa por una huelga y mucho menos por la algarada.
Ese Pacto no es necesario, como no es necesaria la propia LOMCE. Me sumo al dicho de Gabriel García Márquez respecto a que "lo mejor que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es que no". Y esta vez la izquierda se equivoca de principio a fin. "Los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos", decía Hans kaspar.
La organización ha instado a participar en las protestas. Según ellos la educación ha sufrido una «agresión» que no tiene «parangón» en toda la historia democrática de España. Es evidente que no conocen la historia democrática, ni siquiera la historia más reciente. La izquierda mediocre es así: no aprende, no asimila, olvida, es interesada, sesgada, paranoica, cutre, ruin, informal y mal intencionada. Su lema pasa por aquello de "cuanto peor, mejor".
Según mis indagaciones, la plataforma agrupa a Confapacal (Confederación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de la Enseñanza Pública), Cavecal (Confederación de Asociaciones Vecinales), Europa Laica, Izquierda Unida y los sindicatos de enseñanza de CC OO, CGT, FETE-UGT y STES. Hablamos de organizaciones `arrastradas` por la torpeza y la incongruencia. Representan a sectores trasnochados, anclados en el pasado y en las cavernas. Son la esencia de la nada, del infortunio y de la sinrazón. Ya decía Tagore que "la diferencia entre lo sutil y lo vulgar no está más que en la ignorancia". Y esa es la bandera de estas organizaciones izquierdosas que han perdido el norte y todos los demás puntos cardinales. Al tiempo. Doy fe.
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