Cuando los ministros zapateristas atacaron al Supremo…
Es el momento, no de defender sino de dejar muy claro, que los ministros de un gobierno legítimo, que está gobernando gracias al poder que emana de la soberanía popular, está atacando a un órgano judicial superior, el TS, fundamental, como otros órganos judiciales, para que un país democrático y con Constitución en vigor, que no se respeta, se mantenga en el concierto de los países occidentales y civilizados de nuestro entorno.

Si, ese es el grave problema de esta semana que no ha sido otro que, los que no podían, ni debían, se han echado al monte de la insubordinación e infracción mas flagrante desde el poder y contra uno de los órganos, del poder, más necesarios para la convivencia en armonía y estabilidad y con la agravante de utilizar el Paraninfo de una universidad templo de la cultura y el conocimiento, como la Complutense.
Muy grave todo lo sucedido esta semana y que tiene nombre propio Garzón. Ha sido tan grave el ataque institucional que ha recibido ese Alto Tribunal que ha tenido que salir esa señora que actúa recosiendo y remendando los errores intencionados de la medocritud intelectual de los que se supone que nos gobiernan para decir urbi et urbe que las personas que atacan al Supremo y defiende a un magistrado lo hacen, no como ministros sino como personas, como simples ciudadanos, y apelando a la libertad de expresión que es la que ellos deciden que lo sea, cuando y como les convenga. Los domingos van a misa, los lunes de corbata de ministro y de 7.30 a 12 de copas. ¡¡Por favor¡¡
Esa señora Viceministra, que acudió a la magistratura por el quinto turno, se despacha a gusto desde el atrio de la ignorancia y la des intelectualidad, y lo digo con todo respeto, pero en uso de mi semi libertad de plebeyo invocando la libertad de expresión porque cuando se dirige a los ciudadanos lo hace como una corriente señora Rotenmeyer y les regaña, o intenta convencernos que lo que hacen ellos está bien y fuera de ellos está la maldad.
Mal está este país, y no lo digo por la situación económica, que ya nos están convenciendo de que está bien cuando día que pasa va a peor sino por la deriva, la falta de objetivos y la pérdida de valores. Pero los más conspicuos observadores opinan que el caso Garzón está siendo elevado a los altares para disimular el desconcierto político y económico que tiene este país. La presidencia de Europa de Zapatero el gran hecho planetario de Pajín no solo está pasando sin arte ni arte sino lo mejor es olvidarlo y ni que entre en la historia y el gran pacto económico que necesita este país no se produce por culpa del que está en el poder y por los problemas internos, domésticos del partido que debiera ejercer la oposición Mal vamos.
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Comentarios(1):
a De la Vega solo la falto decir que se es ministro a tiempo parcial.Hay que fastidiarse la hipocresia de algunos gobernantes.Para esto sí soy ministro pero para lo otro no ,que no me interesa.