Gobierno fallido de Quim Torra
Tras montar cementerios playeros ya se puede esperar cualquier cosa, cualquier idea y cualquier planteamiento por absurdo que sea
El miércoles pasado tenía previsto Joaquín Torra que jurasen como consejeros los miembros de su Gobierno autonómico. De palabra había demostrado una decisión clara y que no daba lugar a otras alternativas posibles, pero el miedo le ha atenazado, lo cual no ha sorprendido ni a tirios ni a troyanos.
El decreto de nombramiento de los nuevos miembros no ha salido adelante por lo que cualquier jura al respecto hubiera sido un atentado a la legalidad, a la dignidad, una bofetada a la constitución y un claro desprecio a los catalanes. Por tanto, el "Govern" deberá esperar y, de momento, aunque "sine die", la prolongación del 155 será un hecho a tener en cuenta. Existen motivos más que suficientes para suspender la autonomía, pero, en este caso, la cobardía está en el bando del Gobierno de Mariano.
Torra ha pretendido nombrar a presidiarios acusados de golpismo y a fugados con el pretexto de que la Constitución española (¡Qué les importa a ellos la Constitución, si solo se acogen a ella cuando hay beneficio unilateral!) no contempla que no se pueda nombrar a presidiarios y huidos de la Justicia. ¡Hasta dónde hemos llegado! Por la misma regla de tres y con el mismo razonamiento que expresa Joaquín Torra, tampoco dice la carta magna que no se pueda nombrar presidente del "Govern" a un asno o a un loro. Claro que, tras montar cementerios playeros para regocijo del independentismo, ya se puede esperar cualquier cosa, cualquier idea y cualquier planteamiento por absurdo que sea.
El presidente, Torra, había lanzado exabruptos varios estos días pasados. El objetivo era calentar el ambiente y hacer frente al Gobierno de la nación, pero sabía que sus demostradas desidia y cobardía le atenazaban. Y así ha sido: llegado el momento no ha sido capaz de reaccionar con equilibrio y dignidad. Hasta ERC le ha dejado solo y ha impedido que hubiera consejeros de la izquierda republicana. Tanto Torra como Torrente se han quedado solos para sufrir, mientras "Puchimón" azuza a ambos para mantener viva la llama de la insensatez, del golpismo, la república bananera y la mentira.
Y mientras vemos que el carro catalán está parado, atascado y con los ejes oxidados, tanto la CUP como las asociaciones progolpistas y proviolencia--ANC y Ómnium Cultural-- continúan con su aborregamiento y amenazan con un paro general, sin darse cuenta que sus seguidores han encontrado la horma del zapato en los Comités de Defensa Nacional (CDN). Podrán seguir con el desacato, pero la fuerza la han perdido y en el exterior empieza a verse al independentismo como violencia, terrorismo y desprecio al ciudadano. Tristemente solo falta un muerto para que sean considerados como lo fue la banda asesina etarra.
Ya se vislumbra sin apenas esfuerzo el enfrentamiento entre los CDN y los CDR. Los primeros se marcan como objetivo pacificar Cataluña, evitar enfrentamiento y mofarse del independentismo con figuras sonrientes como la idea de Tabarnia y Tractoria, en tanto que los segundos (CDR) son grupos dedicados a fomentar el activismo social en forma de paros, cortes de carretera, entorpecimiento económico, asedio a las empresas, insultos a España y a los españoles, además de señalamientos mediante la distribución de lazos amarillos, sin olvidar las esperpénticas plantaciones de cementerios-estercolero de color amarillo.
Tales enfrentamientos ya están en la red, tanto en fotos como en vídeo, y seguirán existiendo mientras el independentismo no sea capaz de respetar a la otra parte. Hay cabezas que hace tiempo que dejaron de funcionar: mientras que a muchos "indepes" les parece una ofensa que se silben los símbolos catalanes, entienden que es libertad de expresión silbar el himno nacional y quemar fotos del rey de España. Y no es que lo digan una sola vez sino que lo manifiestan a modo de permanente "vuelta de la burra al trigo".
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