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Opinión 27-06-2020 20:00

Gabriel y Galán, el maestro y poeta con alma extremeña visto desde Cantabria…, por Pedro Arce Díez

Me encontraba yo despertando al mundo escolar, en mis inocentes años de infancia, cuando mi maestro Don Máximo González, allá en la escuela unitaria de Oruña de Piélagos, nos recitaba algunos versos de Gabriel y Galán, que dejaron profunda huella en mi sensibilidad infantil, hasta el punto que aún lo recuerdo nítidamente, como aquel desgarrador embargo:

 

Señol juez, pasi usté más alanti y que entrin tos esos.

No le dé a usté ansia, no le dé a esté mieo…

Si venis antiayel a afligila sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s’ha muerto!

Embargal, embargal los avios, que aquí no hay dinero:

Lo he gastao en comías pa ella y en boticas que no le sirvieron;

y eso que me quea, porque no me dio tiempo a vendello,

ya me está sobrando, ya me está jediendo.

Embargal esi sacho de pico, y esas jocis clavás en el techo,

Y esa segureja y esi cacho e liendro…

¡Jerramientas, que no quedi una! ¿Ya pa qué las quiero?

Si tuviá que ganalo pa ella, ¡cualisquiá me quitaba a mi eso!

Pero ya no quio vele si sacho, ni esas jocis clavás en el techo,

ni esa segureja ni ese cacho e liendro…

¡Pero a vel, señol juez: cuidaito si alguno de esos

es osao de tocali a esa cama ondi ella s’ha muerto:

la camita ondi yo la he querío cuando dambos estábamos güenos;

la camita ondi yo la he cuidiau, la camita ondi estuvo su cuerpo

cuatro mesis vivo y una noche muerto!...

Señor juez: que nenguno sea osao de tocali a esa cama ni un pelo,

porque aquí lo jinco delante usté mesmo.

Lleváisoslo todu, todu menus eso,

que esas mantas tienen suol de su cuerpo…

¡y me güelin me güelin a ella ca ves que las güelo!...

 

 

   José María Gabriel y Galán nació en el pueblo salmantino de Frades de la Sierra en 1870, va a hacer el 28 de junio 150 años; y nace en el seno de una familia acomodada dedicada a cultivar sus tierras y cuidar del ganado y su madre, Bernarda, era aficionada a la poesía y muy religiosa, influyendo en sus cinco hijos. José María asiste a la escuela de su pueblo y el maestro convence a sus padres para que realice estudios, por lo que se traslada a Salamanca donde estudia Magisterio, época en la que comienza a escribir sus primeros versos.

 

  Finaliza los estudios de Maestro en Grado Superior en la escuela Normal Central de Madrid en 1889 y con 19 años es destinado a la escuela de Guijuelo, donde permanece tres cursos y después en Piedrahita (Ávila), donde da clases hasta el año 1898; y es en esta época cuando se envuelve en cierta melancolía, hasta el punto de firmar alguna carta como El Solitario. Pero esta situación anímica cambia radicalmente cuando en 1893 conoce a la que sería su esposa, Desideria García Gascón, cuatro años menor que él, y que procedía de una familia de terratenientes, con la que contrae matrimonio en 1898, abandonando la docencia y dedicándose a la administración de la dehesa El Tejar, uno de los latifundios que la familia de su esposa poseía en Guijo de Granadilla (Cáceres), lugar donde encuentra el tiempo y sosiego suficiente para escribir poesía del lugar, de sus gentes, de sus vivencias, etc.

 

    Y comienza a componer sus famosas Extremeñas, utilizando la lengua del lugar, el castúo, como la composición anterior sobre El Embargo y otras muchas, como El Cristu benditu, que le fue entregado por su hermano Baldomero a Miguel de Unamuno, quien lo encontró adecuado por la defensa del casticismo.

 

   Participa en los Juegos Florales de Salamanca en el año 1901, con la composición El Ama, inspirada en el reciente fallecimiento de su madre, siendo galardonado, lo que le consagra en el mundo de la poesía; el jurado estaba presidido por Miguel de Unamuno, ya rector de la Universidad de Salamanca, con quien entablará una fluida relación epistolar, a pesar de que Gabriel y Galán era una persona de acendrado catolicismo que le había inculcado su madre y de ideología carlista y colaborador en la prensa católica, a través de “Buena Prensa”.

 

     Participará con gran éxito en los Juegos Florales de Béjar, Zaragoza, Murcia, Lugo, Sevilla y Buenos Aires, dándose a conocer en todo el país; en 1902 publica dos volúmenes, “Poesías” y “Castellanas”, y da un recital poético en el Ateneo de Madrid, con un gran éxito, hasta el punto de que su pueblo de adopción, Guijo de Granadilla, le concede el título de Hijo Adoptivo. También escribió “Campesinas”, “Nuevas Castellanas” y “Religiosas”, éstas dos últimas publicadas ya con carácter póstumo.

 

     Se había convertido en el poeta más leído de España, de aquella España que aún no se había despertado del 98; el día de Reyes del año 1905 falleció, después de unos pocos días en que se había sentido mal; quizás fue una apendicitis aguda o una pulmonía, que la medicina de su tiempo no fue capaz de evitarle la muerte. ¡Estaba en plena juventud y era un poeta que prometía una obra excelsa!

 

     Era una persona muy arraigada en Guijo de Granadilla y muy querido por su gente, hasta el punto que en su crónica mortuoria que hace Santiago Montero se lee lo siguiente: “Pobres y ricos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, todos, absolutamente todos, acudieron presurosos a la casa mortuoria para orar ante el cadáver por el eterno descanso de su alma y besar sus pies y manos. Las mujeres llorosas y los hombres entristecidos fueron besando los queridos restos”. El propio Unamuno manifestó que “no ha pasado Galán por la tierra como callada sombra; deja cantos de consuelo para los pobres soñadores del sueño de la vida”.

 

     Su esposa le sobrevivió hasta el año 1954 y ambos tuvieron cuatro hijos, dos de ellos fallecidos prematuramente. Pero sería su hermano Baldomero quien primero se preocupó de que su obra no se olvidase.

 

 

Calle dedicada al poeta en Mohedas de Granadilla

 

 

 

 

   Aún el Ayuntamiento de Frades de la Sierra mantiene la casa familiar donde nació y también la casa donde vivió en Guijo de Granadilla, legada por sus familiares y que se ha convertido en un museo desde 1985, en el que se muestran objetos personales del poeta, manuscritos, etc.; destaca la habitación dedicada a El Embargo y la cocina como muestra etnográfica de la época. En Granadilla se encuentra la Casa de las Conchas, propiedad de los hermanos políticos del poeta, y en cuya fachada se encuentra la placa conmemorativa del homenaje al poeta para que el pantano lleve su nombre, pues el mismo anegó muchas de las tierras que cedió la familia. Desde 1929 se permitió a sus herederos utilizar el apellido Gabriel y Galán.

 

     La poesía de Gabriel y Galán está orientada a la defensa de la religión católica, la familia y la tradición, con una especial sensibilidad hacia el mundo campesino y tras su casamiento aún se vuelca mucho más en el ambiente rural donde vive, describiendo los duros aspectos de la vida rural, con el lenguaje propio de sus vecinos, quienes le escuchan con auténtico entusiasmo cuando se las declama desde el balcón del Ayuntamiento. Y denunció la miseria de la comarca de Las Hurdes, especialmente en los poemas La Jurdana y A su Majestad el Rey y que quizás influyeron en el viaje que el Monarca realizó a la comarca, ya en el año 1922.

 

     Hace ya bastantes años que recorrí las estribaciones de la Peña de Francia, con pueblos llenos de tipismo como La Alberca, Miranda del Castañar, Mogarraz, etc. Y ascendí a la misma, desde donde se tiene una vista hacia el sur, destacando el pantano Gabriel y Galán y el lugar de Granadilla, cercado por sus aguas al encontrarse en un punto alto y que he visitado, al igual de toda la zona de Las Hurdes, en alguna ocasión desde Portugal.

 

     La obra poética de Gabriel y Galán ha sido revitalizada con diversos estudios, incluyendo alguna biografía elaborada por sus descendientes, especialmente en los años sesenta del siglo pasado, época en que mi maestro nos declamada algunos de sus poemas. Tiene una estatua en Salamanca y una calle en Mohedas de Granadilla,…

 

     Y hablando de Gabriel y Galán y Extremadura, nos unen a los cántabros mucho más de lo que parece y voy a fijarme en cinco aspectos, cogidos al azar que cito de pasada:

 

 

     El primero, es la trashumancia de los ganados extremeños que llegaban hasta nuestros pastos de altura y que nos queda aún una fiesta como es la “de los Campanos” (Abiada, en la Hermandad de Campoo de Suso), en la que antiguamente confraternizaban los pastores del ganado tudanco y los pastores extremeños con sus ovejas, con unas migas extremeñas por medio. Y nos queda el recuerdo de aquellas estrofas:

 

 

Ya se van los pastores

a la Extremadura;

ya se queda la sierra

triste y oscura…

 

 

    El segundo, son los viajes por Cantabria del Emperador Carlos V, desde el primero que realizó en 1517, hasta el último en 1556, ya camino de Yuste, con parada en Jarandilla de la Vera y su posterior retiro en Yuste, donde falleció dos años más tarde.

 

    El tercero, el pueblo de Granadilla está íntimamente unida al poeta Gabriel y Galán y fue un pueblo afectado por el pantano que lleva el nombre de tan ilustre vate y que fue recuperado en parte gracias a estudiantes de Cantabria, que participaron en el campo de trabajo a través del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados.

 

     El cuarto, tiene relación con nuestro escritor costumbrista, José Mª de Pereda quien, junto con Miguel de Unamuno, Joan Maragall o Emilia Pardo Bazán contribuyeron a su rápido encumbramiento literario, aunque después la crítica le tuvo durante décadas en el olvido, hasta los años sesenta del siglo pasado volvió a reconocérsele como gran cantor de las tierras y las gentes de Salamanca y Extremadura y como ha escrito Gerald Brenan, “es uno de los pocos escritores de esta nación que siente verdaderamente la vida del campo”. En 1909 se publicaron sus “Obras Completas”, que han alcanzado ya cuarenta ediciones.

 

 

Y, el quinto, tiene relación con el queso, quizás unido al primer aspecto descrito, pero en esta ocasión quiero referirme al queso extremeño de Campanario donde Arte Serena elabora la torta de oveja “Cremositos del Zújar”, reiteradamente premiado internacionalmente, por ejemplo, en el World Cheese Awards, y elegido como el Mejor Queso de España 2019, que es elaborado por el cántabro Marcelino Real, quien aprendió a hacer queso con su padre cuando aún era un niño en las ya desaparecidas Queserías Cántabras de Oruña de Piélagos.

 

Baste todo esto para honrar, en el 150 Aniversario de su nacimiento, al poeta de origen salmantino, pero de corazón extremeño, José María Gabriel y Galán

 

 

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Comentarios(3):

MAD - 27-06-2020

Enhorabuena Maestro Pedro Arce Diez por el muy completo reportaje de un poeta que dejó huella y al que hoy le hace un merecido homenaje Saludos desde Veracruz, México ???????? Marco A David

Salvador - 27-06-2020

Muy bueno D.Pedro. pero hay más lazos de unión entre Cantabria y Extremadura. Por ejemplo: el mejor alcalde de Cáceres fue D. Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano, santanderino que puso en órbita la belleza incomparable de la Parte Antigua de esa ciudad. Y más cosas y casos, en fin, sería largo de contar.

MAD - 26-06-2020

Enhorabuena Maestro Pedro Arce Diez por el muy completo reportaje de un poeta que dejó huella y al que hoy le hace un merecido homenaje Saludos desde ???????? Marco A David