Noticias de Cantabria
Opinión 12-12-2020 10:00

.

Domingo, un inventor desconocido, por Pedro Arce Diez.

Domingo García Pérez y Jovita Núñez García dos bercianos que se asentaron en Las Presas y donde formaron una familia bien conocida en el lugar.

Como ya saben mis lectores, suelo sacar a la luz pública personajes desconocidos, pero importantes, que si fuera en otros países serían reconocidos y quizás tuvieran una calle con su nombre, pero aquí somos bastante desagradecidos…

 

Y este es el caso de Domingo García Pérez ((Cadafresnas, 1894-Las Presas, 1958), quien era de una aldea berciana, ya lindando con Orense, y se asentó en Las Presas (Camargo), junto con su esposa, Jovita Núñez García (Cadafresnas, 1894-Las Presas, 1989), y donde formaron una familia bien conocida en el lugar y que ha echado raíces en nuestra región. En aquellas primeras décadas del siglo XX, La Presas era un núcleo rural muy pequeño, comunicado con Santander a través del tranvía que llegaba hasta Astillero, lugar al que se fueron aposentando personas de distintas procedencias; y este es el caso de Domingo y Jovita, ésta muy conocida en Las Presas, ya que regentaba una tienda que era muy popular, hace ya más de medio siglo.

 

Como cada acción humana tiene una explicación, en este caso, Domingo hizo el servicio militar en Santander, en el viejo cuartel de María Cristina, y ello le abrió un campo de posibilidades que no tenía en su aldea de Cadafresnas; por eso, una vez casado con su vecina Jovita, decidieron dar un vuelco a su vida y acabaron recalando en Las Presas. Pues no eran fáciles aquellos años de principios del siglo XX, época en la que su hermano Entrevino emigró a Cuba y en Camagüey tuvo un importante negocio de frutas y era una persona importante, trasladándose en los años sesenta del siglo pasado a Miami (EE. UU.), donde se asentó con su familia.

 

Domingo era una persona inteligente y emprendedora que trabajó en los tranvías de Miranda, mientras completaba su economía con una huerta; pero también trabajó en el negocio del carbón con Fiochi y Piñeiro y en el bar de Las Presas, así como en la tienda que regentaba Jovita, su esposa…

(La familia García Núñez fue creciendo, los hijos se fueron independizando y tomaron otros rumbos, pues fue Mariuca quien se quedó viviendo en Las Presas, lugar en el que viven actualmente sus dos hijas, Sol y María José. Arriba, la boda de Maurina con Donato Fernández y los padres de ambos, con Jovita y Domingo a la derecha de la imagen; en la imagen de la derecha, la antigua vivienda y tienda que regentaba Jovita)

 

Y aún la familia regentó el bar cercano a su domicilio, que había instalado Castanedo, después sería de Ochoa y, más tarde, Casa Pepe, que ha cerrado hace unas semanas. Y su esposa tuvo en un anexo a la casa familiar una tienda “de todo” como las que existían en aquellas décadas pasadas, donde se vendían ultramarinos, aperos de labranza, útiles caseros, ropa y calzado básico y hasta era lugar de reunión y bar donde se tomaban los “blancos” y hasta se jugaba la partida, si se terciara. Abría de sol a sol, utilizaba la “libretuca” y gozaba del aprecio de sus vecinos, a los que ayudaba en lo que podía, dadas las necesidades que tenía la población en los años difíciles; por ello se cuenta la anécdota de que “era como una madre”, que había dado de comer a muchas personas necesitadas.

 

Y lo más curioso de la inquietud de Domingo, fue el diseño que llegó a patentar de un rudimentario sistema para reproducir documentos, lo que hoy entendemos por un “Hectógrafo”, utilizado en el mundo escolar no hace tantos años; era “un nuevo procedimiento para reproducir escritos y dibujos”, que lo registró en el entonces Registro de la Propiedad Industrial (Hoy, Oficina Española de Patentes y Marcas), en 1932 y se le concedió la Patente nº 126638. El sistema es curioso, pues se elabora una pasta “gelatinosa” a partir de ciertos productos naturales, glicerina o gelatina, y sobre la misma se coloca un cliché escrito a mano, a máquina o con dibujos, que deja la imagen y después se van pasando los “folios” que quedan impresos. Este sistema lo hemos utilizado muchos docentes aún en la década de los años setenta, cuando el método Freinet estaba de moda. Muy sencillo, muy simple y de gran utilidad.

(Abajo, carátula de la patente que presentó en el Registro de la Propiedad Industrial en el año 1932)

 

Aquí formaron una familia numerosa, como era habitual en aquellos tiempos, pues tuvieron un hijo y cuatro hijas; el hijo mayor, Domingo, que se casó con Casilda Hernando (Medina de Pomar), regentó un negocio de venta de carbón cerca de donde estaba Obras Públicas y tuvieron un hijo, Miguel Ángel. Le siguieron cuatro féminas: Ángela, que fue alumna de Gerardo Diego, se hizo maestra, ejerciendo durante algún tiempo y se casó con Eugenio Arteche, afincándose en Guarnizo donde criaron una familia numerosa de cuatro hijos. Carmina, casada con José Saiz y también en Guarnizo, donde vivieron y tuvieron tres hijas. Maurina, se casó con Donato Fernández y vivió en Muriedas y tuvieron dos hijos. Y, la menor de sus hijas, María o Mariuca, que se casó con José Solana (Pin), que era del Alto de Maliaño, y se quedaron a vivir en Las Presas, donde nacieron sus dos hijas, que aún residen en el viejo solar donde se establecieron hace ya un siglo sus abuelos.

 

La familia García Núñez sigue muy unida y los doce nietos, ya con edades que han superado la cincuentena, suelen reunirse con frecuencia en actos sociales y lúdicos. Detrás ya tienen dos generaciones más, que han constituido un frondoso árbol familiar que enorgullecerían a Domingo y Jovita.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(1):

Higinio - 12-12-2020

Como bien dices, la gente humilde también es merecedora de algún recordatorio.