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Opinión 10-05-2024 06:36

EL TRASFONDO DE LAS ELECCIONES VASCAS Por Juan Goti Ordeñana Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid

El triunfo de EH Bildu, en estos momentos, hubiera convulsionado los equilibrios que se han de guardar con el Gobierno español, pues hay elementos que son objeto de crítica, como el apoyo al batasuno alcalde de Pamplona, y hubiera supuesto un enfrentamiento difícil, si el PNV hubiera tenido que dejar el poder.

Han concluido las elecciones en el país vasco con unos resultados previsibles, con lo que se han asentado los partidos que venían dominando desde hace algún tiempo ese territorio. Pero en la campaña no han importado las víctimas del terrorismo, ni la dignidad, ni la justicia, ni el espíritu del pueblo vasco, con lo que se muestra que la moral de los partidos en el poder está muy lejos de la esencia de la historia del pueblo vasco.

Viendo cómo han resultado las elecciones, se ha cumplido el ideal de Sánchez, que las cosas quedasen como estaban. Esto no ha sido obstáculo para que se renovara el Gobierno de coalición con el PNV que ya está desgastado y con pátina, dirigida por un Euskadi Buru Batzar dominado por Andoni Ortuzar. Un novato Imanol Pradales Gil, y sin ser de origen vasco, ocupará el palacio de Ajuria Enea, es sociólogo, profesor universitario, político con una probada ideología nacionalista vasca, y con trabajo en la dirección de la agencia pública de captación de talento Bizcaya. Se ha querido buscar algo nuevo que se incline hacía la izquierda, pues Urcullu, había mostrado alguna tendencia a variar la línea que el presidente del Buro Balzar está empeñado en seguir, para concertar con un sanchismo, de extrema izquierda. No se habla de llegar a la independencia, pero sí de disponer de todas las competencias posibles, y tratar de igual a igual con España, por tanto, no es separarse, porque si no se hundiría económicamente, pues no podría pagar ni las pensiones de los jubilados, ni otras cargas.

La mesura con que han tomado los resultados HE Bildu, ha demostrado que no tiene prisa en llegar al poder, pues ya desde 1960 viene tramando el cambio de la sociedad vasca y pidiendo la independencia. Ingenuamente pensaron, en un principio, conseguirlo con las armas, y llegaron a causar todo aquel terrorismo que recordamos los que hemos vivido aquella época, y que por los visto los jóvenes de hoy día desconocen, pues el Gobierno español se ha empeñado en taparlo para que se olvide, y blanquear toda aquella historia negra, a pesar de que, todavía, se multiplican los homenajes a los etarras.

Las elecciones están concluidas, HE Bildu se ha conformado, y pasará a ser la oposición, porque saben que medran en la sociedad vasca, ante la gestión deficitaria del partido que ha estado casi siempre en el poder, y que en el momento actual muestra un acentuado declive, tanto en el bienestar de la sociedad, como en la prosperidad económica y, sobre todo, en la calidad de los servicios públicos, incluyendo entre ellos, en especial, la sanidad. Entre tanto, han conseguido el blanqueamiento de su historia con el consentimiento y los favores del Gobierno español, con un olvido de la juventud y apareciendo como los héroes que han despertado el sentido del vasquismo, y asomando como referentes del estado de derecho, consiguiendo unidos al sanchismo poner en marcha una poderosa maquinaria de propaganda.

El triunfo de EH Bildu, en estos momentos, hubiera convulsionado los equilibrios que se han de guardar con el Gobierno español, pues hay elementos que son objeto de crítica, como el apoyo al batasuno alcalde de Pamplona, y hubiera supuesto un enfrentamiento difícil, si el PNV hubiera tenido que dejar el poder. De ese modo se ha calmado la tormenta que se preveía, y se ha hecho posible una maduración del partido separatista de EH Bildu, que está preparando una ideología profunda del marxismo más auténtico y duro.

Hace algunos años, cuando EH Bildu sintió que era blanqueada su historia, Merche Aizpurúa, publicó, en 2018, un libro titulado: Argala, pensamiento en acción. Vida y escritos. Este libro no es una historia de ETA, sino cuando este grupo adoptó una orientación decidida para el futuro, y este hecho fue cuando José Miguel Beñarán Ordeñana, alias «Argala», marcó la orientación marxista que había de llevar este movimiento vasco. Por tanto, cuando, en estos momentos, a los cuarenta años de su muerte, se publica su pensamiento para ponerlo en acción. El proyecto es más profundo que un mero recuerdo de aquella época, es la decidida voluntad de poner en práctica su ideario.

Las líneas de su ideario las expresó «Argala» en un discurso a los jóvenes de su pueblo, Arrigorriaga, pocas semanas antes de su muerte, y son éstas: «primero una lucha por la amnistía para dar contenido a la normalización de la situación, al tiempo que liga la amnistía con el desarrollo de los puntos de la Alternativa KAS». Luego aboga por «una profunda reforma en el Estado que se contrapone a la necesidad de articular un poder popular, que podía tener como punto de arranque las elecciones». Y por último «propone un llamamiento a todos los abertzales de izquierda para que traduzcan sus ideales políticos en un compromiso firme con la lucha de liberación a partir de la organización de las estructuras de la izquierda abertzale».

La idea medular del programa de «Argala», que no sé si los actuales dirigentes sabrán seguir, es: «Tenemos que organizarnos dentro de las fábricas, dentro de los barrios, para que la voz de los trabajadores se deje oír directamente. Aunque llegasen al poder partidos socialistas, si el pueblo no se organiza, si los trabajadores no se organizan, lo único que conseguimos será que ganen los dirigentes, una serie de burócratas que, con unos años, se distanciaran otra vez de los trabajadores, harán lo que ellos quieran, como estamos viendo que sucede en algunos países socialistas, como la Unión Soviética por ejemplo».

«Argala» quería, por tanto, un marxismo puro en manos de los trabajadores, que el socialismo nunca supo llevarlo a la práctica, seguramente porque es irrealizable. ¿Los actuales dirigentes de EH Bildu serán capaces de comprenderle, y tendrán alguna intención de realizarlo? La amenaza de un socialismo marxista sí que tienen en la mente, pues la publicación de Mertxe Aizpurúa lo impulsa. ¿Pero lo intentarán con todas las lacras que han tenido los experimentos de la Unión Soviética, Cuba y otras repúblicas, que lo han intentado?

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