Una vez más el crucero santanderino navega un recorrido fijo
Chiqui.- Una vez más, no se ha tenido en cuenta la división de clases que se acordó para este año, con lo es completamente imposible el competir, convirtiendo la tirada en un desfile sin ningún aliciente; dándose la paradoja de que en la clase II aparece una embarcación que corresponde a la Clase I.

La jornada que cerraba el mes de septiembre se desarrolló bajo un recorrido fijo, el nº 8 del programa de regatas, que tiene lugar en el interior de la Bahía; en esta ocasión con salida desde el Club para navegar en la canal de navegación comercial, respetando las boyas en la subida al astillero desde la boya nº 10, tomando una baliza fondeada a las cercanías de la boya nº 16, para luego montar obra baliza fondeada en las inmediaciones de la isla de la Horadada y entrar en el Club. Cuando el viento es del primer cuadrante el recorrido es al contrario, con el objeto de dar la salida en ceñida, sin embrago en esta ocasión la salida se dio en popa, desvirtuando completamente la competición y desaprovechando una magnifica jornada de NE, como el que sopló en la tarde del sábado
En esta tirada han tomado parte dos tripulaciones de la clase IRC III, cinco de la clase II, y 4 de la Clase I.
Una vez más, no se ha tenido en cuenta la división de clases que se acordó para este año, con lo es completamente imposible el competir, convirtiendo la tirada en un desfile sin ningún aliciente; dándose la paradoja de que en la clase II aparece una embarcación que corresponde a la Clase I.
La tirada fue para el Stardust en la clase III, para el Izaro II en la clase II, y para el Yamamay en la clase I
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