¿Por fin....?
Muchos ciudadanos se preguntan si “¡por fin!” estamos ya en el camino de comenzar esta XII Legislatura con cierta normalidad, poder investir un gobierno que afronte todos los retos que tenemos por delante y las diversas fuerzas políticas realicen una tarea constructiva en beneficio de todos….

El primer paso, ha sido la constitución de las cámaras legislativas y la elección de la presidencia y la mesa, en cuyo acto ha sido determinante el pacto PP-C’s, con la designación y posterior elección de Ana Pastor, persona de talante democrático, sencilla, trabajadora, honesta y eficaz y que ya ha anunciado que va a ser la presidenta de todos (Nos hemos evitado el nombre de Patxi López, que en estos cuatro meses se destapó por su ineficaz gestión y el sectarismo escandaloso). La Mesa del Congreso quedó constituida con tres miembros del PP y dos del PSOE, Ciudadanos y Podemos; y ello con diez votos “fantasma” (Sin paternidad reconocida) no aclarados y que pueden abrir una brecha en las relaciones PP-C’s.
La constitución del Congreso de los Diputados tuvo algunas circunstancias que son dignas de reseñar: algunos diputados podemitas de Equo llegaron en bici (Desde Sol hasta el Congreso, cuesta abajo), aunque después son de los que les gusta viajar en coche oficial; llegó el diputado Cañamero con su camiseta a favor de un condenado y ya hasta el niño de la Bescansa se nos ha hecho “crecidito” y se quedó en manos de la nany... Sin embargo, no quisiera pasar por alto un detalle que me parece de gran importancia, pues algunos diputados al jurar o prometer la Constitución, tal como está reglado, lo hicieron con fórmulas un tanto estrafalarias que considero no son legales y, por consiguiente, su toma de posesión debiera de ser nula de pleno derecho. En todo caso, a esta izquierda arribista y populista se les ha ido cayendo el trampantojo y ya no tienen tanta visibilidad mediática.
En el Senado, pocas novedades, pues la mayoría absoluta del PP, hizo que fuera elegido presidente Pío García Escudero, quien repite sin haber sido suspendido.
¿Y ahora qué?
Pues, ahora deben cumplirse, como hace ya medio año, los trámites legales para que se constituyan los grupos, las relaciones con la Jefatura del Estado, ostentada por el Rey Felipe VI, quién realizará una ronda de contactos con todos los portavoces y al final propondrá un candidato a la investidura, previsiblemente en la figura de Mariano Rajoy.
Y aquí viene el primer gran test, pues la investidura nos llevará –o, no, como ya sucedió en meses pasados- a la elección del presidente del Gobierno, lo que debiera llevar aparejado diálogo, entendimiento, generosidad y pacto para que pueda constituirse un gobierno. ¡Y podría incluso salir con el voto favorable de sólo los 137 diputados del PP!. Pero no sería lo deseable.
Y ahí viene lo importante: no se trata de ser investido presidente y formar un gobierno, sino de hacer que éste sea viable y pueda afrontar los retos que tenemos por delante, los más inmediatos y que no admiten demora, aprobar el techo de gasto y los presupuestos del año próximo año.
Pero hay que seguir gobernando, no sólo en los múltiples temas del día a día, lo que llamaríamos la gestión normal, sino que es preciso afrontar una serie de reformas en profundidad, que deben contar con una amplia mayoría y consenso. ¡Y este es el reto!. El verdadero reto, para que nuestro país progrese y para que sus ciudadanos puedan vivir mejor, se resuelva el acuciante problema del paro y se afronten los grandes problemas de Estado.
Y los principales retos que nuestro país tiene y que deben ser abordados sin mayor dilación de tiempo, incluso con periodos de sesiones extraordinarias si fuera preciso, para recuperar el tiempo perdido, son los siguientes (Y me olvidaré algunos):
- Resolver el acuciante problema del paro, modulando si es preciso la actual Reforma Laboral, por consenso de los principales grupos políticos. El objetivo del PP es conseguir veinte millones de empleos en 2020 y es posible conseguirlo y superarlo si todos nos unimos en el empeño, con medidas legales, estructurales. políticas, etc,… Y, sobre todo, con mucho diálogo con todos los políticos y todos los agentes sociales. ¿Recuerda alguno aquellos “Pactos de la Moncloa” de la época de Adolfo Suárez?. Pues, algo parecido.
- Reformar la Constitución Española de forma dialogada, sensata, razonable y consensuada, con el mismo espíritu con que se hizo en 1978; y habrá de hacerse de acuerdo con los Arts. 167 y 168 de la misma; y quizás habría que hacer coincidir la previsión de la “disolución de las Cortes” con el final de la actual Legislatura.
- Abordar la reforma de las pensiones para hacer que las mismas sean sostenibles, solidarias y equilibradas, pues ello afecta a los trabajadores en activo y a los pensionistas, actuales o futuros; es decir, afecta a toda la población española, que en estos momentos están pendientes de la “hucha”, que merma mes a mes.
- Es tiempo de abordar en profundidad la reforma de la Administración, para hacerla más ágil y eficaz, evitar duplicidades y racionalizar su coste, que está ahogando el deseable equilibrio presupuestario. Y no habrá que olvidar el equilibrio de las transferencias realizadas a las Comunidades Autónomas que han convertido a este país en un “reyno de taifas”, dónde cada una campa a sus anchas (unas más que otras, también hay que decirlo).
- Acordar de una vez, de forma equilibrada y justa, la financiación de las diversas administraciones, para que el esfuerzo fiscal de los españoles sea igual para todos y el reparto de fondos sea justo y solidario.
- Pactar entre todas las fuerzas políticas, sindicales y cívicas la Educación, la Sanidad y la Justicia, para que las mismas no dependen de las veleidades del gobierno de turno, sea el Central o el de cada una de las Comunidades Autónomas.
- Consensuar una política de Estado en temas tan importantes como las relaciones Exteriores, la Defensa y la actuación ante el terrorismo yihadista, que amenaza al mundo Occidental.
- Realizar una reforma electoral que sea democrática, justa, equilibrada y eficaz, para resolver todos los problemas que hemos tenido en estas cuatro décadas de democracia.
Una vez hayan resuelto todo esto, pueden dedicarse Sus Señorías a otras minucias no menos importantes pero que pueden esperar unos meses para su abordaje
Señores Diputados: pónganse a trabajar seriamente, ayuden y controlen al Gobierno y sean constructivos para que los ciudadanos nos podamos sentir orgullosos de Vds. y nos sean útiles, para que no suceda como en estos tiempos, en que son un problema, cuando debieran ser la solución; no olviden los partidos políticos que en el seno de la Unión Europea y de sus países, las decisiones más importantes se adoptan por consenso. ¡Dialoguen hasta la extenuación!.
Ya hemos tenido una legislatura fallida por los vetos, egoísmos y falta de diálogo; algunos ya han hablado que si sigue esta tónica, nos podríamos ver abocados a volver a las urnas el 27 de noviembre, lo que sería pintoresco, muy perjudicial y absurdo. No vaya a ser que muchos ciudadanos acaben pensando que “para este viaje no hacían falta tantas alforjas”.
Tan absurdo como que este juego político que se traen algunos, nos está costando muy caro a los españoles, tanto en la imagen exterior, como en las consecuencias políticas, económicas y sociales que ya se están produciendo en nuestro país.
¡Y no nos lo podemos permitir!
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Comentarios(1):
Si no consiguen un acuerdo de Estado PSOE-PP este gobiernio de Rajoy no va a servir para nada