Noticias de Cantabria
21-09-2013 15:55

Nueva cadera Real

Cabe pensar que, a la vista de lo que ha ocurrido estos últimos casi siete meses, preoperatoriamente a la intervención quirúrgica regia del raquis lumbar no se realizó una prueba llamada gammagrafía ósea al technecio y si se realizó no se dio la importancia debida ya que estaba, in mente, por encima de todo, saltándose a la torera todo lo que hiciera falta, la realización programada sobre el raquis.


Cabe pensar que, a la vista de lo que ha ocurrido estos últimos casi siete meses, preoperatoriamente a la intervención quirúrgica regia del raquis lumbar no se realizó una prueba llamada gammagrafía ósea al technecio y si se realizó no se dio la importancia debida ya que estaba, in mente, por encima de todo, saltándose a la torera todo lo que hiciera falta, la realización programada sobre el raquis. Cualquier radiólogo, al hacer esta prueba, hubiera dado la voz de alarma pertinente y el cirujano ortopédico el que valorara la intensidad de la hipercaptación periarticular de la articulación de la cadera izquierda, en este caso.
La primera pregunta que viene a incordiar es ¿si se hubiera practicado una gammagrafía ósea al technecio, que hubiera dado luz sobre el aflojamiento periprotésico, hubiera evitado la intervención quirúrgica de raquis? El aflojamiento periprotésico, cuando se ignora o se desconoce, cronificado en el tiempo, precisamente hasta ahora, conduce a una infección periprotésica, la que ahora tiene.
La cadera izquierda, a esas alturas de la programación desenfocaba el final de la película, cuando el mayor el descubrimiento, que sacara del embotamiento científico, era la hernia discal, por otra parte, una hernia discal virtual, nada guerrera que, consecuencia de los años deportistas juveniles, al ceder paulatinamente con el sedentarismo el edificio muscular y articular, a todo el género humano le pasa, apareció el desequilibrio con síntomas y signos herniarios y se confundió el apellido.
Ante este diagnóstico, no tan nuevo, cabe pensar retrospectivamente, si la ciática padecida, por la que fue sometido a quirófano Su Majestad Juan Carlos I, correspondía al lado ipsilateral o contralateral de la cadera izquierda. Si se confirma, significa que el problema no estaba en la columna, que se operó, sino en la cadera, que se va a operar. Por otra parte, si el problema no era izquierdo y en el postoperatorio se ha descubierto que sí, posiblemente se haya desarrollado a causa de una sobrecarga articular postoperatoria. Desde luego, la cadera izquierda floja estaba tiempo ha, y está, ¿cuánto tiempo lleva así?
El diagnóstico diferencial entre ambas dolencias, cadera y raquis, lo escenifica mejor un cirujano ortopédico, que domina la especialidad del aparato locomotor que un neurocirujano, que domina el sistema nervioso central defendido por hueso. La movilidad articular es campo privativo del saber del especialista en el aparato locomotor, propio del cirujano ortopédico.
Además conviene recordar que un disco intervertebral, aunque esté herniado formando lo que vulgarmente se llama hernia discal, es parte integrante de la articulación intervertebral y las vértebras pertenecen al conjunto del aparato locomotor. La hernia comprime, dependiendo del lugar de asentamiento, a la médula y/o a raíces nerviosas, pero nunca es un elemento nervioso. Habría que preguntarse por qué los neurocirujanos, algunos, les encanta operar raquis. Que se lo pregunten a ellos, que tienen la respuesta.
No obstante, todo lo que afecta a Su Majestad Juan Carlos I, cuando le descubren una patología, parece como que se hace con prisas, y las prisas son malas consejeras. El continuo uso postoperatorio crónico del bastón de codo hace pensar en que, el problema por el que fue intervenido en marzo 2013, no está resuelto. Los medios de comunicación visuales, sin decir gran cosa, comunicaban que no avanza, al contrario, retrocede en la recuperación y la rehabilitación. Es una fuente de alegría inmensa saber que Su Majestad Juan Carlos I regrese a la consulta de un cirujano ortopédico, de donde nunca debió salir.
La frase, mala suerte, se utiliza cuando el ambiente que rodea a algo evidente se manifiesta tan esotérico que hace parecer otra cosa distinta a la que realmente es. Y, en cualquiera de las estadísticas personales de cada cirujano de la especialidad que sea, da igual, existen éxitos y sinsabores, posiblemente al cincuenta por ciento.
Corolario: No estaría de más refrescar la memoria que, con el paso del tiempo, el artículo Nueva Cirugía Real, en cuanto a que ya epistolaba sobre esta parte de la Medicina.

Fdo.:   Alfonso Campuzano
           Médico Cirujano Traumatólogo

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