Noticias de Cantabria
29-06-2014 20:42

Una Mezquita a un kilómetro de la Sagrada Familia

La Monumental Mezquita

Se sabía que, desde hace años, el emirato de Qatar, cuando comenzó con aquello del patronazgo hacia el club balompédico de Barcelona, prodigando gran apoyo mediático, que la idea superficial no iba sola, sino acompañada de otra más profunda.

 Se sabía que el emirato de Qatar, independiente del Reino Unido desde 1971, por medio de alguno de sus representantes, con la duda emergiendo en el horizonte, después de un largo tiempo de silencio, incluso de sosiego y de enfriamiento, había hablado, sus pensamientos ya no eran tales, sino que se habían hecho realidad, había pasado a la acción, poniendo sobre el tapete del juego político una cifra multimillonaria.

Se sabía que, desde hace años, el emirato de Qatar, cuando comenzó con aquello del patronazgo hacia el club balompédico de Barcelona, prodigando gran apoyo mediático, que la idea superficial no iba sola, sino acompañada de otra más profunda. Parecía que, después de madurarla y hornearla, después de haber salvado los obstáculos humanos que había encontrado en el camino, después de haber sometido intenciones, estaba dispuesto a conseguir algo muy preciado para la comunidad islámica, algo que venía a corroborar aquello que flotaba en el ambiente, y que no había dejado de reclamar desde mucho tiempo atrás. Su anhelo y su horizonte, porque era habitual que alguien dejara libre el paseo de su lengua, estaba dirigido hacia la edificación, no de una mezquita cualquiera, sino de una hipermegamezquita en los terrenos que, hasta el 25 de septiembre de 2011, ocupaba el coso de la Plaza de Toros Monumental de Barcelona, precisamente en un país que siempre se ha considerado católico, más o menos practicante pero que, gracias a un laicismo virtual, pudiera dar paso a un cambio real de religión.

No se debe olvidar que, actualmente en España, hay construidas seiscientas mezquitas en las que tienen cabida algo más de un millón de personas que practican la religión musulmana, lo que supone un 2,08% de la población total, equivalente a algo más de mil quinientas personas por mezquita, muy similar en proporción a la población que se declara católica, que supone un 73,1% de la población total, repartida por todo el territorio nacional en su respetivas parroquias. Tampoco hay que olvidar la existencia, en mucha menor proporción, de casi tres mil entidades religiosas de practicantes protestantes, ortodoxos, judíos, budistas, baha’is, mormones, que no llaman tanto la atención como la católica o la musulmana, ésta última que va en aumento, superando a las anteriores en un tiempo mínimo, cercano a una plusmarca .

Al estar rodeados de personas que no tienen claro ni medio claro los conceptos de Estado, país, nación, región y menos aún los de jurar y prometer la Constitución, debido a que su escala de valores la tienen tan devaluada como inexistente es habitual, no se sabe si consciente o inconscientemente, que se dediquen a negociar sin pensar en las consecuencias dramáticas, más o menos futuras, que podrían arrastrar a una comunidad o más hacia un vasallaje y un acatamiento de los que no habría posibilidad de arrepentimiento ni solución.

Unas personas impuestas, que no han expuesto más que su rostro, y nada de su bolsillo, que no representan a ningún ciudadano, más que a su partido político al que le deben casi la vida por estar donde están, se permiten el lujo de cambiar de idea como el que se cambia de camisa, sin ser capaces de preguntar al electorado si el camino elegido es el correcto o se ha equivocado porque, a la corta más que a la larga, la culpa siempre es del electorado por haber votado algo que jamás se cumple.

Si se continúa al mismo ritmo que el actual es posible que, en menos tiempo de lo que parece, aquellos descendientes expulsados consigan retornar, algunos ya lo han hecho en los últimos años, por millares anuales, aparentemente bajo otras normas, llámense políticas, que son las únicas que se necesitan para conseguir una poltrona pletórica de poder, sin miramiento alguno acorde con la ética, que desconocen y que les queda allá en la lejanía.

Lo que no se sabe, aunque si hubiera ocasión, más que nada, por aquello de la reciprocidad, incluso de la curiosidad, el emirato de Qatar ¿permitiría la construcción en su territorio de un templo, tipo catedral, que no fuera propio de su religión? Nada exótico bajo el sol.

 

VALLADOLID, a 29 de junio de 2014.

 

 

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(1):

E.Navarro - 12-07-2014

Una realidad que está tomando cuerpo y que deberiamos de estudiar y reflexionar para asi poder atajar lo que se manipula sin control gracias a la laxitud de cieetas instituciones.