¡Derribemos a este Gobierno!
Hace unos días decíamos que las comunidades se parecían al ejército de Pancho Villa. Hoy hablamos más claro y decimos que el Gobierno central y las comunidades autónomas son el ejército de Pancho Villa.
Nos quejábamos del Gobierno de Rodríguez Zapatero porque estaba repleto de incompetentes, manirrotos, mediocres y sectarios, pero resulta que el nuevo Gobierno de Rajoy está instalado en la mentira, en la desorientación, en el caos y en la pérdida de soberanía. Mientras Rajoy está desaparecido, su Gobierno y sus medidas siguen haciendo daño a la ciudadanía. Lo mismo da que se mire a la sanidad, la educación, el paro, el profesorado, la Administración pública,... Si a ello unimos las últimas medidas adoptadas, entonces estamos ante el maltrato al trabajador, el atentado al funcionariado, el desprecio al contribuyente y el desconocimiento de lo que debe ser el sentido común ante los problemas.
Esas últimas medidas van a congelar el consumo, incrementar el paro, encender la crispación. A cambio Mariano Rajoy va a perder el poder y la ciudadanía tiene que conseguir que se adelanten las elecciones. No podemos seguir con un Gobierno despreciable, cutre y atormentador. No vamos a admitir que sigan por ese camino; sabiendo que la minería no es rentable en este país y que se están dando ayudas innecesarias a muy alto coste para la minería y el paro, han conseguido que la ciudadanía acabe apoyándolo, con tal de ir contra las medidas del Gobierno.
En vez de crear las infraestructuras necesarias para generar empleo, eliminar el 85% de las ayudas a los sindicatos, suprimir las ayudas al cine,... están dando palos a los ciudadanos donde más duele. Por eso el empeño de los contribuyentes debe ser derrocar este Gobierno, `incendiar` la calle si es necesario, continuar con la campaña de acoso y derribo a los políticos y utilizar cualquier medio legal para decir a los gobernantes que sobran muchos de ellos, que no creemos en ellos y que no aguantamos más; es decir, que vamos a por ellos.
El retroceso, el desprecio, el ninguneo y el escarnio público al que nos está sometiendo este Gobierno --antes lo hicieron el Gobierno socialista y UGT y CC.OO. durante años-- hace que poco a poco invada el terreno de lo personal. Ahí están los brutales recortes educativos y sanitarios. Ahí están los recortes de nóminas de funcionarios y demás empleados públicos. Y sin embargo se mantiene el PER en Andalucía y Extremadura; es decir, uno de los mayores fraudes sociales, económicos y políticos de la Historia de España.
Con tanta barbaridad han conseguido que las CC.AA. vayan a velocidades diferentes, en algunos casos muy retardadas, excepto para la corrupción. En eso se adelantan unas a otras. Cada comunidad aplica las medidas como Dios le da a entender. Hace unos días decíamos que las comunidades se parecían al ejército de Pancho Villa. Hoy hablamos más claro y decimos que el Gobierno central y las comunidades autónomas son el ejército de Pancho Villa.
Cada día hay más sectores rebelados contra las medidas y recortes atentatorios hacia los más débiles y contra la clase media. Mientras el PSOE desmanteló el Estado de bienestar con la creación de cuatro millones de parados, el Gobierno de Mariano Rajoy se ha puesto a la cabeza de los gobiernos que atentan contra la salud social y política de los trabajadores, parados y jubilados. ¿Ejemplos? Uno pocos en relación con la educación: fuerte recorte de retribuciones en situaciones de baja `por incapacidad temporal; eliminación de complementos retributivos consolidados; propuesta de eliminación de sexenios; eliminación de la paga extra de Navidad (después llegará también la supresión de la de julio); nueva rebaja de un 3% de las retribuciones básicas y complementarias; supresión de cuantas medidas supongan un aumento de nómina; propuesta de eliminación de los trienios a partir de enero de 2013; aumento de horario lectivo,...
Se suele decir que cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. Las grandes movilizaciones las iniciaron los sanitarios (“bloque blanco”) y los docentes (marea verde). Ahora están en ello los funcionarios de la Administración ("los viernes de negro"), como lo están los mineros ("marcha negra").
Solo con los colectivos mencionados se puede derrocar un Gobierno, correrlo a jarrazos y ponerlo mirando a Cuenca. ¡Pongámonos a ello sin más demora! Si alguien piensa que es incitación a la violencia, es su problema. Sin duda, este Gobierno no merece el pan que come porque no se lo gana.
Jesús Salamanca Alonso
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