¡Así, no....!

Acaban de celebrarse las elecciones locales y autonómicas y no salgo de mi asombro; aún no ha pasado una semana y ¡Todos han ganado!. En este caso, me voy a fijar en el PP, partido de referencia en los últimos años de gobernanza en España…

…Pues resulta que, una vez analizados los resultados de las pasadas elecciones, el Presidente del PP, Mariano Rajoy, afirma que “hemos ganado las elecciones”, que “tenemos problemas de comunicación con los españoles” y que “Creo que soy el mejor candidato”… ¡Como lo oyen!

Evidentemente, el PP si ha ganado las elecciones, por votos y por concejales y diputados electos; pero cuando se conformen ayuntamientos y gobiernos autónomos, despertaran de una ensoñación y verán su poder real muy reducido. ¡Como ejemplo, Cantabria!.

Sabiendo que muchos ciudadanos están muy sensibilizados con las listas, incluso pidiendo listas abiertas, no se entienden algunas candidaturas, con “rellenos” inexplicables; y debe saber el PP que sus votantes van a mirar  mucho más que los de izquierda las candidaturas, y se las leen y sacan sus conclusiones y actúan.

También es verdad que tienen un problema de comunicación con los españoles y han errado gravemente en momentos clave; aún muchos españoles no entienden que dijeran que la transmisión de poderes fue “impecable” cuando les engañaron hasta en el déficit que debieron de haberlo denunciado inmediatamente; se encontraron un país en auténtica bancarrota, pero debieran de habérselo hecho saber de inmediato y claramente a todos los españoles, aunque ello hubiera supuesto una alarma social; como, igualmente, debieran de haber explicado, clara y contundentemente, las medidas a tomar…

Esconderse, no explicar bien las cosas, por muy bien que las hayan hecho, ya sabemos a qué conduce. ¡Y hay que explicar bien y muchas veces las cosas, si quieren que les entiendan!.

Después hay que ser honrado y parecerlo, como la mujer del César. Y no debe olvidar el PP que a la derecha se le perdona mucho menos la corrupción que a la izquierda, quizás porque sus votantes son más puritanos o porque los de la izquierda son mucho más disciplinados, pase lo que pase con sus respectivas formaciones. ¡O porque tienen una doble vara de medir la ética!.

Muchos votantes de hace tres años están muy cabreados, porque con una mayoría absoluta no ha parado los embates independentistas del País Vasco y Cataluña, ha sido demasiado “neutral” ante los ataques a la familia y la religión católica, no se ha atrevido a una reforma electoral y territorial (municipios, especialmente), ha priorizado la subida de impuestos ante la reforma profunda de la Administración, etc…

No se puede nunca y menos durante una campaña electoral, estar pugnando por no sé qué algunos candidatos, como el espectáculo que han dado las dos “lideresas” madrileñas; es decir, Esperanza, vs Cristina Cifuentes. 

Y, finalmente, el PP quizás debiera hacer un profundo análisis a todos los niveles, desde el Presidente nacional al último Concejal del más pequeño municipio, salvo que quieran aferrarse al cargo como lapas y entonces tenga sentido lo de “Creo que soy el mejor candidato”. Y bien pudiera suceder que en las próximas elecciones generales los votantes volvieran a negar el voto al PP, pues ya sabemos lo ingratos que a veces son éstos, a pesar de que este Gobierno ha salvado a España de una grave crisis económica y le ha puesto en buen rumbo.

Ejemplos podría poner muchos. Recuerdan a Adolfo Suárez, artífice de la transición, cómo le trató la oposición (“Tahur del Mississipi” decía Alfonso Guerra) y, sobre todo, las cuchilladas por la espalda que recibió de sus propios “correligionarios”; sin ir más lejos, muchos ciudadanos santanderinos con los que me he encontrado por la calle, me comentan que no entienden muy bien los resultados de Santander, dónde Iñigo de la Serna ha hecho un trabajo eficiente, cambiando la cara de la ciudad, pero también le ponen algunos peros, como puede ser la lista electoral que no es a gusto de todos sus posibles votantes o el hecho, generalizado, de que un porcentaje nada despreciable de votantes del PP, han desviado su voto hacia Cs o, simple y llanamente se han quedado en su casa, rumiando el cabreo acumulado… (Es decir, en este caso, como ha sucedido en toda España, la “marca PP” ha actuado de forma negativa). Eso, sí, la nueva izquierda ha conseguido ilusionar a muchos votantes que, habitualmente, ya pasaban de votar. ¡Y la gente olvida muy pronto!.

Y ante la derrota, no cabe huir como hacen algunos roedores cuando el barco amenaza con hundirse. Y el bochornoso espectáculo que están dando en estos días postelectorales muchos dirigentes del PP, es absolutamente lamentable y, no lo duden, va a tener unas consecuencias letales para el partido y para el actual Gobierno.

Quizás haya que hacer en estos nuevos tiempos que se abren, una auténtica regeneración y “refundación del PP” para recuperar los votantes que tuvieron allá por el año 2011, ilusionados entonces y muy escépticos ahora; y esta refundación exige nuevas caras, de personas normales, preparadas, con un pasado impoluto en todos los aspectos y con un programa “de derechas” que ilusione, que arrastre, que haga soñar…. (Ahhh… Condición sine qua non: que el Sr. Arriola no vuelva a profetizar el futuro del PP). 

Seguir por otra senda, probablemente les lleve a un precipicio; y probablemente, muchos de estos aspectos también serían de aplicación para un PSOE, perdedor de estas elecciones y que parece que se conforma con poco más que unirse a Podemos o a cualquier otra fuerza política, que será, a la postre, quien le fagocite y ahuyente a los votantes que aún le queden y ponga en guardia y desbandada a los inversores extranjeros. Y entre ambos, el PP y el PSOE, habrán acabado con el bipartidismo, pero habrán conseguido también una situación de enorme inestabilidad e irresponsabilidad histórica.

Foto: La foto de esta niña de Cantabria y la Vicepresidenta, obtenida por David S. Bustamante (El Mundo), es fiel reflejo de una situación sociológica que al PP se le ha ido de las manos.