Amonestación a Montoro
Montoro huele a sarmiento quemado, sobre todo después de salir de Salamanca con el rabo entre las piernas, algo que ha silenciado la prensa de derechas.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, temía que en Castilla y León se le echaran encima durante la Interparlamentaria del fin de semana en Salamanca. Ya se sabía que había sentado muy mal la negociación a la carta con la Generalitat catalana. Incluso Herrera y la consejera de Hacienda anunciaron que no iban a consentir que los sacrificios de Castilla y de León pagaran los caprichos catalanes de la fraudulenta inmersión lingüística, la represión del castellano, las inútiles embajadas de Cataluña y otras zarandajas de dudoso pelaje.
Había morbo por saber qué iba a pasar en Salamanca y ha sucedido lo esperado. La consejera deHacienda, Pilar del Olmo, sabe del mucho daño que ha hecho a Castilla y a León con la fracasada medida del ‘céntimo sanitario’. Una medida que ha supuesto algo más de doscientos millones de pérdidas que han ido a parar a las comunidades limítrofes. Con la que está cayendo, anda buscando alguna disculpa para salir en los ‘papeles’ dando la imagen de defender a la comunidad. Puedo dar fe de que Juan Vicente está poniendo su granito de arena para que se vea así, a pesar de las muchas discrepancias que existen entre ambos.
Rajoy sabe que hay tirantez, sobre todo después de las declaraciones de los últimos días. El presuntoasimétrico reparto del déficit y los privilegios que está teniendo Cataluña a escondidas han soliviantado a los barones del Partido Popular. Herrera está muy enfadado y no admite bromas con los dineros públicos. Muchas veces he dicho que a Herrera Campo le ‘tangan’ y menosprecian sus cercanos (desde su propio gabinete hasta las decenas de directores generales), y me mantengo en lo dicho; pero de igual manera digo que, en cuanto a honradez, a Juan Vicente no se le puede acusar de nada.
Apenas han pasado veinticuatro horas desde que Pilar del Olmo puso en primer tiempo de firmes a Cristóbal Montoro, mientras a éste le temblaba la voz ante sus más cercanos colaboradores y Ana Mato. La consejera habrá cometido muchos errores estos últimos años pero está que muerde con Montoro y con quien pretenda malgastar los dineros públicos. Es de tierra del Ribera de Duero y eso da casta, además de fuerza interna. La prueba de lo que digo es que Montoro huele a sarmiento quemado, sobre todo después de salir de Salamanca con el rabo entre las piernas, algo que ha silenciado un sector de la prensa.
Si Cristóbal Montoro saca adelante el déficit a la carta, puede que le cueste caro al PP y se encuentre con dimisiones no deseadas de algunos consejeros autonómicos. Pilar llamará esta semana al Ministerio de Cristóbal y no tardará en haber noticias. El señor ministro sabe que Pilar del Olmo ‘los tiene como el caballo de Troya’ y es de las que llaman a las cosas por su nombre.
La reiterada insensatez de la política catalana no cabe por la fina tela del cedazo de Pilar del Olmo, y menos sabiendo que ha hecho perder mucho dinero a Castilla y a León con sus malas inversiones, con el atentatorio ‘céntimo sanitario’ y con los deslices económicos en temas de dependencia. Dejamos para otro día la obligación de contar la reiterada desidia del equipo de Milagros Marcos, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Pilar del Olmo no se ha pegado con el ministro, pero preguntar al ministro sobre los cantados beneficios a Cataluña --en vez de apretarse el cinturón para cuadrar ingresos y gastos-- no es cosa baladí. Esta vez sí voy a confiar en Pilar, y será la última vez que lo haga, porque espero que, como decía Publio Siro, la oportunidad no quede perdida entre las deliberaciones.
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