Noticias de Cantabria
Opinión 06-02-2025 06:59

Violenta hoguera del sanchismo. Por Jesús Salamanca Alonso

«Con 100 actos sobre Franco se redimirán de su vandalismo, odio descontrolado, nulo sentido democrático y su indisimulada venganza».

 

«Con 100 actos sobre Franco se redimirán de su vandalismo, odio descontrolado, nulo sentido democrático y su indisimulada venganza».

Acaba de empezar la segunda edición del ataque de los zurdos. Se ve que llevan muy mal lo de los micrófonos cuando se les pide respuesta sobre la corrupción del Gobierno, la podredumbre dentro de la familia del felón, las cuentas aparecidas en República Dominicana, el enriquecimiento del portero de puticlubes y su mafia, los dos pisos de señoritas (sic) en Atocha y el protagonismo del ministro Torres, el descontrol de los 59 viajes no declarados en Falcon bis o los relatos de la asesora de la «ilustre» catedrática, Begoña Gómez, entre otras decenas de casos.

Entiéndanlo como gusten, pero esa es la mal llamada «libertad de expresión» a medida de la violenta izquierda; esa misma que violentó Rodríguez Zapatero para hacer olvidar sus fechorías, además de cómo dejó el Erario Público temblando con una deuda desorbitada de más de 26.000M de euros y miles de facturas regadas por sus ministerios y pendientes de pago. ¿Lo recuerdan? Pues toda esa trapacería ha llevado ahora a tocar campanas de guerra, haciendo olvidar infamias y traiciones mientras la prensa se entretiene en los negocios de sus hijas en Venezuela y el éxito de sus tiendas, en tanto que en España se cuece el desprecio a sus acciones, traiciones y mediocridades.

Voy más lejos: con la siniestra compañía del engreído y sectario ministro de Exteriores, José Manuel Albares, cubren la dictadura de Nicolás Maduro y apoyan las presiones y amenazas del narcoasesino contra Edmundo González, así como la aquiescencia para atacar brutalmente a Corina Machado. ¿Acaso piensan que el apoyo a Maduro por parte de nuestro Gobierno y el desprecio a Edmundo y Corina es casualidad sin contraprestaciones? Al tiempo. Caerán, doy fe de que caerán. Cada día su fin está más cerca, en tanto que el propio ministro de Exteriores se convierte en el monigote de la diplomacia europea, ya lo es de la española.

El cuñado se Trump se la tiene jurada al «Botones Sacarino», como se la tiene pendiente el propio Mohamed VI. Las cañas se vuelven lanzas a los traidores, a los miserables y a los hipócritas, aunque estén en el Gobierno más corrupto de la historia de España. Hace tiempo que Albares cavó su tumba en la diplomacia europea y abundan diplomáticos que estarán encantados de dirigir su entierro tras su colaboracionismo con la dictadura asesina de Maduro, Diosdado y Delcy.

Confieso que hace cinco años era impensable esto: los zurdos están muy nerviosos, cubiertos de falsedades y viendo que se les acaba el chiringuito. No duden de que esto va de mal en peor, por eso a la ciudadanía española se le plantea la duda de si realmente hay Justicia. No duden de que sí la hay, incluso funciona, pero es lenta, excesivamente lenta. Sobradamente conocido es que si un ciudadano roba una gallina acaba en tres días en prisión o apaleado por la Policía política del sanchismo (antiguamente insigne Policía Nacional, aunque hoy podemos quitar ese adjetivo), pero si un político socialista roba en el Banco de España, asalta la Hacienda Pública o abusa del patrimonio de Moncloa todo se pondrá en duda, surgirán contrarréplicas y desacuerdos hasta que se dilate el juicio, las declaraciones y la investigación. Ni siquiera hablarán ante el juez, amparados en un derecho trasnochado y decimonónico, cuando no actuarán en plan chuleta y desvergonzado, incluso si les preguntan por la oficina de Artes Escénicas o la desprestigiada cátedra de la universidad Complutense.

Y si lo dudan, vean qué sucede con la cátedra de la compañera del presidente felón, Aldama, David Sánchez, Chiqui Montero, Torres, Tito Berni, los facinerosos indultados que presidieron la Junta de Andalucía, los aprovechados de los ERE andaluces, los sectarios «comegambas», la asesora de la catedrática, doña Begoña, la mano derecha de María Jesús Montero, la escapista Teresa Ribera, la huida Calviño, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar y cientos de aprovechados, cleptómanos y falsificadores de tesis, documentos oficiales o insultadores al más puro estilo de algunos bocachanclas del Consejo de ministros, empezando por «Mortadelo» Bolaños, siguiendo por el insultador Óscar López y acabando por doña Yolanda «cohete» o la contrahecha? Apunten al propio felón y a quienes cada día aparecen inmersos en una patraña nueva, pero de la que la pasta se les quedó en el bolsillo. Ahora salen las cuentas de la UCO en República Dominicana, con millones y millones de dudosa procedencia. ¿Nombres? La próxima semana, pero muchos de ellos ya se conocen. A veces, la UCO por perseguir al que no es, acaban cogiendo al que es.

Miedo me da de esta gente salida de sí y que ataca a los periodistas profesionales que les ponen contra su propio espejo. Con esa gente ha fallado la educación de las escuelas y acabará actuando y triunfando la educación convivencial de las prisiones. ¿Se acuerdan de la muchacha violenta que atacó a Ndongo? ¿Y al desencajado que agredió a Vito Quiles? ¿Y de los sindicalistas sectarios que acorralaron, empujaron y patearon a Kake Minuesa y a su cámara? Esos salvajes, y esa ?salvaja? no pueden salir indemnes de los tribunales y han de pagar su violencia, su infundado terrorismo social y su odio aventado contra sus semejantes. Sólo les falta acercarse a las actitudes de ETA cuando eran una banda asesina, pero ellos se autodenominaban «de paz, amor y concordia». ¡Manda huevos!

Menos mal que con 100 actos sobre Francisco Franco se redimirán de su vandalismo, su odio descontrolado, su nulo sentido democrático y su nada disimulada venganza. Con esos cien actos, y otros cien en los próximos años, acabarán elevando al abuelo Patxi a los altares.

Parece que el franquismo no ha muerto. Y no lo ha hecho porque el socialismo de caverna y puño agarrado al autobús lo necesita para seguir subsistiendo y limpiando fantasmas del pasado. Lo malo, o lo peor, es si acaban echando mano de Largo Caballero: ahí sí que iremos de culo y cuesta arriba.

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