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Opinión 06-10-2024 09:10

Los Paniora FRANCISCO, GONZALEZ, RIANCHO COLONGUES

Esta historia comienza con Manuel José de Frutos Huerta. Este segoviano nacido en 1.811 en Valverde del Majano, era un comerciante de lana que emigró a Perú en busca de fortuna en el ballenero inglés Elizabeth. Cruzó el océano pacífico y llegó a Port Awanui, en 1.830 a la costa llamada Aotearoa, que significa, tierra de la gran nube blanca. Allí gracias a su gran habilidad comercial estableció amistad con las poblaciones de Ngati Porou y tal fue ésta que tuvo cinco mujeres, Kataraina, Mihita, Heke, Uruhana y Maraea.

En el Cabo Oeste de Nueva Zelanda, prosperó, se convirtió en un gran comerciante, tuvo 9 hijos, 41 nietos y 299 bisnietos. Hoy en día sus descendientes son alrededor de 20.000.

Ninguno de ellos ha olvidado sus raíces españolas, apegados a esa tradición maorí de culto a la tierra en la que la identidad se construye sobre el recuerdo de los ancestros. Estos descendientesmaoríes neozelandeses, se llaman así mismos Panioras, que significa, españoles en su lengua. Ninguno se olvida de sus raíces españolas.

Los Paniora son el clan más numeroso de Nueva Zelanda, con más de 20.000 miembros, que se distribuyen por todo el país y por el extranjero. Se consideran orgullosos de sus raíces españolas y mantienen vivas las tradiciones y costumbres de sus antepasados. Por supuesto, también conservan su identidad maorí, participando en las ceremonias y rituales propios de su pueblo.

Esta parte de la isla es una de las zonas más remotas y vírgenes, con un gran aislamiento geográfico y una belleza salvaje sobrecogedora que recibe cada año a millones de turistas.

Los Paniora sabían que descendían de un lugar en España llamado Castilla, pero no sabían el punto exacto, hasta que en el año 2.006 descubrieron que procedían de un lugar llamado Valverde del Majano, muy cerca de la ciudad de Segovia, gracias al trabajo de investigación de la periodista neozelandesa Diana Burns y a la historiadora local María Teresa Llorente.

Pues bien, en los años 2007 y 2012, dos expediciones de Maories llegaron a Valverde del Majano y cuentan que una vez allí se arrodillaronpara besar la tierra de su procedencia y pudieron clavar la lanza en su lugar de origen.

Los Paniora se sienten muy unidos a España, aunque solamente un pequeño grupo a podido viajar a Valverde del Majano, pero aseguran estar conectados y formar parte de España como su madre patria que desconocen.

En este rincón de Nueva Zelanda, lo maorí lo impregna todo. El porcentaje de habitantes de esta etnia triplica a la media del resto del país (un 50% frente a un 15%). Es el territorio en el que se asienta la tribu Ngati Porou (la población maorí se divide en iwis o tribus, y esta es la segunda mayor del país).

 

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