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Opinión 19-04-2020 06:00

Justo Gallego Martínez, por Francisco Glez-Riancho Colongues

Ya en el año 2.013, me desplacé a Mejorada del Campo, a 21 kilómetros de Madrid, para visitar a Justo Gallego y contemplar la catedral que estaba construyendo con sus propias manos, de una superficie de 5.000 m2, con la ayuda de algún voluntario y a costa de su propio patrimonio, durante 58 años.

 

 

Tuve la suerte de poder estar con él, entrevistarle y hacerle unas fotos, lo que publiqué en Cantabria Liberal en Marzo de 2.013, donde contaba el motivo de esta construcción, su historia y a quien iba dedicada esta Catedral, a la Virgen del Pilar.

 

Con 27 años, después de ingresar en el monasterio soriano trapense de Santa María de Huerta, fue expulsado después de 8 años, antes de hacer los votos, al contraer tuberculosis en 1.961. Después de este suceso, prometió a la Virgen del Pilar, que si le curaba, construiría una catedral en su honor, lo cual ha cumplido a base de trabajar sin descanso toda su vida y vender las propiedades heredadas de sus padres.

 

En esta ocasión no pude ver a Justo, pues ya tiene 92 años y no atiende a visitas, ahora ya no puede hablar como indican en carteles por la catedral. Su amigo y compañero Ángel López, que ha estado trabajando 20 años con él, es quien atiende a cualquiera que quiera informarse de algo.

 

Como quiera que la obra está llegando a su fin, pues debido a la edad de Justo, lógicamente más pronto que tarde, acabará falleciendo y parándose, pues sin su motor la obra cesará si no lo remedia alguien y continúe con su obra.

 

 

La catedral carece de licencia alguna, planos o proyecto técnico, además en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, no consta ningún registro ni ningún tipo de papeles preliminares. El problema reside en que para que pueda ser de uso público y seguir con la obra, algún arquitecto deberá responsabilizarse y firmar como que es seguro y que se puede visitar por el público en general, cosa que parece muy difícil debido a los materiales empleados en su construcción, especialmente chatarra.

 

Con el fin de que una vez falte Justo y no entren las palas para su demolición, el Ayuntamiento de Mejorada del Campo a través de un pleno, ha intentado encontrar una solución al asunto, pero es difícil al tratarse de una cuestión técnica por la licencia de obra y la imposibilidad de conseguirla sin la firma de la persona competente, como acabo de explicar.

 

A Justo, como reconocimiento, se le ha concedido un parque con su nombre en Mejorada, se le ha concedido un diploma y hace poco, el día del Pilar, la catedral fue debidamente bendecida.

 

Existe una campaña de recogida de firmas, promovida por una vecina del lugar, para que no sea derribada después de su muerte en Charge-org, dirigida al Ayuntamiento de de Mejorada, el Obispado de Alcalá y al Ministerio de Cultura.

 

Lo que no se entiende es como se ha permitido durante cerca de 60 años trabajar en esta increíble obra, sin ningún tipo de permiso y ahora que está su estructura prácticamente finalizada, llegue su fin derrotándola. Cierto es que aunque esté su estructura terminada en un 98%, falta muchísimo para rematarla y hacerla funcional. Supongo que no haya ningún arquitecto que se arriesgue a firmar nada, pues algunos le llaman la catedral de la chatarra, parece la historia de una muerte anunciada.

 

Por supuesto que no soy partidario de su derribo y considero que el Ayuntamiento de Mejorada debería hacerse cargo de las responsabilidades que durante 60 años ha permitido.

 

 

Imágenes cedidas por el autor D. Francisco González-Riancho Colongues

 

 

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Comentarios(2):

SMEP - 23-09-2020

Derribar la catedral, con permisos o no, con proyecto o no, es un auténtico crimen. Estoy absolutamente en contra de una cosa así. No se donde hay que fieles o que hay que hacer para mostrar mi firme oposición y mi defensa de mantenerla, hacer los estudios necesarios y si es preciso reforzarla, pero nunca terminar con ella. No seríamos hombres en el sentido más específico del término si hiciéramos eso. El mundo es de los héroes, y no de los burócratas.

sonsoles - 19-04-2020

Que cosas más extravagantes pasan , a lo largo de sesenta años semejante construcción . Pobre hombre , nadie ha querido buscar una solución.