Noticias de Cantabria
El criticón 18-09-2022 07:00

Comenzó con una fundición de tubería de plomo

Jacinto Herrero, una desbordante inquietud emprendedora. Por Pedro Arce Díez.

En los tiempos que corren donde algunos sectores, incluso gubernamentales, desdeñan y atacan a los emprendedores, quiero traer a uno que tuvo una vocación e impulso desbordante y mantenido para iniciar negocios y que acabó creando una empresa

En los tiempos que corren donde algunos sectores, incluso gubernamentales, desdeñan y atacan a los emprendedores, quiero traer a uno que tuvo una vocación e impulso desbordante y mantenido para iniciar negocios y que acabó creando una empresa, con su nombre, que actualmente es líder en Cantabria en su sector y donde siguieron su estela sus hijos, hoy ya sus nietos, totalmente integrados y donde pronto acabará la siguiente generación, en una empresa familiar modélica, hoy con el nombre de Grupo Jacinto Herrero.

No hace muchos días tuve ocasión de visitar la empresa de Jacinto Herrero, situada en el Polígono de Guarnizo, en compañía de Luís Fernando, uno de los hijos del fundador (en recuadro), siendo recibidos por Javi, ya de la tercera generación familiar en la empresa, quien nos mostró la misma y la tecnología puntera que utiliza donde la automatización es habitual y, por ejemplo, las técnicas de láser se acompañan de las grandes prensas de hasta 800 Tm. que tiene la empresa.

Jacinto Herrero Torices nace en Campo de Ebro (Valderredible) en 1921 y su padre Hermógenes, casado con Silvina Torices, era un conocido capador de cerdos en todo Campoo y comarcas vecinas; se casa con Adoración Amigo Peña y, tras conocer la cabaña de Monte Hijedo donde desdeñaron la posibilidad de instalarse por su aislamiento natural, tuvieron cinco hijos: Luís Fernando, Isaac, Jacinto, José Mª y Juan Carlos. Jacinto siempre tuvo inquietudes laborales varias, pues comenzó con el mundo ganadero, tratante, posee un camión con el que transporta las más diversas cargas y se llega hasta Madrid junto con un hermano suyo, decididos a cambiar de aires.

Pero la casualidad hizo que allí tuvieran un jefe que pretendía montar una empresa en Santander y, de este modo, se traslada a la zona del antiguo barrio de Venecia, hoy el conocido polígono industrial de Candina en Santander; la empresa comenzó a fundir plomo y en aquella época también realizaba sifones para saneamientos en Las Presas. Su clara vocación empresarial, con un tesón e ilusión emprendedora, grandes dotes comerciales y un espíritu de trabajador a carta cabal, comenzaba a encarrilarse y así nace esta empresa, a principios de los años sesenta del siglo pasado, que hoy es un referente en el sector. La empresa adquirió el nombre de Jacinto Herrero Torices, aunque posteriormente pasó a llamarse Talleres Jacinto Herrero, S.A.

Como ya se ha afirmado, comenzó con una fundición de tubería de plomo, muy demandada en aquellos años en el mundo del saneamiento; al tiempo se asocia con un tercero y crean una empresa de construcción de utillajes, aunque se disuelve pronto y se queda Jacinto como único socio de la misma, época en la que ya se incorpora su hijo mayor, Luís Fernando. Los tiempos corren deprisa y en las décadas de los años setenta y ochenta, centra su actividad solamente en la construcción de utillajes, con un crecimiento contante y uniforme, lo que va consolidando una posición en el sector, con nuevos proyectos de ampliación y modernización, acorde con los tiempos, incorporándose paulatinamente el resto de sus hijos y ampliando considerablemente la plantilla, así como la subcontratación, todo ello con el empuje, ilusión y saber hacer de Jacinto y sus hijos, que les lleva a un crecimiento y posicionamiento de liderazgo en el mercado, lo que aún puede contemplar Jacinto poco antes de su fallecimiento.

 

 

La empresa se convierte en una sociedad anónima con el nombre de Talleres Jacinto Herrero, S. A., participada por todos sus hijos y con un ambicioso plan de inversiones y crecimiento, siguiendo el espíritu del fundador. Es curioso destacar que la política de la empresa ha sido la de reinvertir los beneficios en seguir creciendo, potenciando la misma, ampliando los puestos de trabajo y dando entrada paulatina a la siguiente generación de los Herrero; la empresa crece en volumen de negocio, en prestigio y se produce un salto cualitativo para satisfacer a clientes de fuera de la región y del extranjero, con productos de calidad y competitivos.

Precisamente es en la década de los años noventa cuando la empresa se ve obligada a dar un salto cualitativo, ampliando las instalaciones, pues los talleres de Candina y Maliaño se quedaban pequeñas y acabará instalándose en el Polígono de Guarnizo en el año 1999, con el nombre de Jacinto Herrero, S. L., permaneciendo en Candina Talleres Jacinto Herrero, S. A.; ésta pasaría a llamarse Herrero Transformaciones, S. L.; ambas empresas, Industrias Jacinto Herrero, S. L. en Guarnizo y Herrero Transformaciones, S. L. en Candina, forman actualmente el Grupo Jacinto Herrero, que posee un ilusionante futuro, a pesar de las turbulencias de la actual economía. La empresa tiene la más moderna maquinaria en los sectores de ingeniería, matricería, mecanizado, soldadura, fabricación flexible, conformado de tubo, etc., que pasan los más exigentes controles de calidad internos y externos de los proveedores, algo que llenaría de orgullo al fundador.

Jacinto era una persona muy sociable y familiar, que adoraba a sus nietos y a los que dedicó los últimos años de su vida, antes de fallecer por un cáncer en 1986; y tuvo tantas inquietudes, que una de ellas fue atesorar una excelente colección de aparatos de radio de los de aquellos años, una colección de calderas de cobre y, quizás, la mejor colección de campanos de vacas de las existentes en Cantabria; para ello, gustaba de recorrer Cantabria y Castilla y León, en compañía de su buen amigo Fronio, en busca de antigüedades con las que engrandecer su colección, la que conservan, disfrutan y enseñan sus nietos con gran orgullo, tal como él mismo mostró poco antes de fallecer, pues los campanos se expusieron en la Gran Pasaá de ganado que se celebró en Santander y cuyas reses se concentraron para ser exhibidas en la finca de La Magdalena.

Si algo distingue a esta empresa, además de la calidad de sus fabricaciones, es el clima social de la misma, lo que empieza por sus actuales dirigentes, los hijos de Jacinto Herrero, fotografiados ante una enorme paella que degustaron hace no muchos años todos los trabajadores del Grupo Jacinto Herrero, probablemente siguiendo la estela y el espíritu del fundador.

 

 

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Comentarios(1):

JMR - 18-09-2022

Como me ocurrió cuando visité a la empresa vecina y amiga ALSAL, quedé muy gratamente sorprendido por la tecnología avanzada y el excelente ambiente laboral de esta fábrica del Grupo Jacinto Herrero en el polígono de Guarnizo. No podía imaginar que tuviéramos en Cantabria esta producción industrial internacional tan reconocida en la Union Europea. Invertir en tecnología punta y operarios de gran calidad tiene sus buenos frutos. Claro, no es fácil encontrar una familia como la que forman estos 5 hermanos. Como digo siempre, esta es la brillante y desconocida Cantabria, más apreciada y valorada en el extranjero que acá. Un ejemplo para todos. Nando, un abrazo para ti y tus hermanos.