El precio del poder y la codicia, por Clara Miranda Carmena
El mundo entero, y más en esta época de Internet, conoce de qué estamos hablando. Las redes sociales diariamente reciben y emiten noticias sobre lo que esta pasando…Todos lo sabemos, pero miramos hacia otro lado delegando nuestra propia responsabilidad en otros. Ensombreciéndose nuestras puntuales acciones de buena voluntad en esa rutina diaria de forma de vida y consumo.
Según el último informe del IPBES ( Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y los Servicios Ecosistemáticos), un millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción y podrían desaparecer en solo décadas.
Este declive sin precedentes, según el informe, se debe a la actividad del ser humano sobre la propia naturaleza y la afectación directa sobre los ecosistemas junto al “cambio climático”, en el que también tenemos buena parte de responsabilidad y culpa.
A pesar de las buenas intenciones de los continuos Programas de las Naciones Unidas, ninguno de ellos concluido en fecha ni adecuadamente, el último de ellos “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, lleva camino, desgraciadamente, de tener los mismos resultados que los anteriores.
Y es que, el único y verdaderamente Programa efectivo a desarrollar es el de la conciencia individual de cada uno de nosotros.
Algo sobre lo que cada cual es responsable y, simplemente, capaz, o no.
El Informe, que se tomará su tiempo para ser presentado oficialmente con más de tres años de estudio y 1.500 páginas envía, sin embargo, un simple mensaje: “La velocidad de extinción, actualmente, es centenares de veces mayor que la natural.”
Volver a insistir de nuevo, a través de estas breves líneas, sobre lo ya explicado, escrito y constatado, me parece una pérdida de tiempo.
El mundo entero, y más en esta época de Internet, conoce de qué estamos hablando. Las redes sociales diariamente reciben y emiten noticias sobre lo que esta pasando…Todos lo sabemos, pero miramos hacia otro lado delegando nuestra propia responsabilidad en otros. Ensombreciéndose nuestras puntuales acciones de buena voluntad en esa rutina diaria de forma de vida y consumo.
Como dice el informe, el CAMBIO, debe de ser SUSTANCIAL. Es decir, transformar absolutamente nuestro sistema político, social, económico y tecnológico. Lo que supondría, sin duda, renunciar a ganancias millonarias por parte de algunos, pues es aquí donde TODO, se cuece.
“Poderoso caballero es Don Dinero”, que diría Don Francisco de Quevedo: Madre, yo al ORO me humillo, Él es mi amante y mi amado, Pues de puro enamorado, Anda continuo amarillo…
Cualquier medida hay que establecerla desde criterios ajenos a los que hoy se manejan, pues los conceptos de riqueza, evolución, desarrollo y otros tantos incluidos en nuestro sistema político y de mercado, simplemente, ya no sirven. No son adecuados y mucho menos se corresponde con la ética. Y el propio INFORME, así lo demuestra.
La tierra es nuestra madre. Nunca nos defrauda, y en su infinita generosidad sacrifica su propia existencia. Pero no olvidemos que nosotros también formamos parte de ELLA.
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Comentarios(2):
Poderoso es don dinero. Delante del el se arrodilla todo el mundo. Felicidades señora.
Extraordinario se puede decir más alto ,pero no más más claro. Pongamos las pilas ya......un aplauso para clara persona comprometida y luchadora por nuestro medio ambiente que olvidamos por la codicia humana. Muchas gracias!!!!