Lo indivisible, por Clara Miranda Carmena

“Con temperaturas inferiores a 12 grados bajo cero, el ritmo del violonchelo, los cuernos musicales y las campanillas se unieron a la percusión sobre hielo para lanzar un mensaje: es urgente proteger el 30% de nuestros océanos para 2030” GREENPACE.

La última propuesta de GREENPACE, entona un RÉQUIEM por los Océanos.

Al parecer, la veterana e internacional ONGD, defensora de tantas causas ambientalistas, navegará de nuevo con sus carismáticos ESPERANZA y ARTIC SUNRISE durante un año, en esta ocasión con orquesta incluida, por las gélidas aguas del Polo para solicitar la creación de un Tratado Global de los Océanos y de Santuarios Marinos.

Cualquiera que lo lea, y con la incondicional confianza que ofrece la citada ONGD, firmará la petición…A mí, me ha dado qué pensar.

De que se está hablando? Pues, según lo escrito e invirtiendo la proporción, de algo tan simple y matemático como de “sacrificar” el 70% de los océanos, entiendo.

Aunque en contextos de cooperación, desarrollo y hasta inclusión social, esto de los porcentajes es, al parecer, cultura, en esta ocasión, las matemáticas no son exactas.

Simplemente, NO se puede aceptar la propuesta por razonable ni lógica que parezca. Es inaceptable bajo cualquier fundamento o argumento que se maneje.

Los Océanos no son ni deberían de ser jamás propiedad de NADIE, aunque las mismas leyes desamparen su legítimo DERECHO. Estos bellísimos y necesarios entornos naturales, como otros tantos, son patrimonio de toda la humanidad y de los seres vivos que en ellos habitan y constituyen la propia tierra.

El hecho de sectorizarlos, adueñarnos de ellos, convertirlos en capital privado y, en definitiva, comerciar con ellos, es perverso y esta fuera de toda ética y potestad. Como es posible, entonces, que se admita y reconozca que casi su totalidad se conviertan en la moneda de cambio de transacciones lucrativas e intereses económicos?

De nuevo, pregunto…Sacrificar un 70% de los Océanos…Y, cuales de ellos?

Qué porcentaje de seres vivos, y no solo marinos, vamos a permitir que sean aniquilados?

Y después de esta “proporción”, con qué seguiremos “negociando”?

El informe, de más de un año de estudio, entre de la propia ONGD y prestigiosas universidades americanas y europeas, y liderado por referentes de la investigación marina, demuestra cómo proteger un tercio de los océanos del mundo para 2030.

Sin duda, es toda una cruzada y un ejercicio de generosidad, sabiduría y reflexión, mostrar las amenazas que provocan estas pérdidas extraordinarias de vida marina y ofrecer una contundente alternativa de protección, derecho y respeto.

En su informe, los eruditos profesores demuestran que actualmente menos del 3% de estas aguas está protegido, y citan las “claves” para comprender por qué es URGENTE proteger los océanos.

Han dividido todos los océanos, que cubren casi la mitad del planeta, en 25.000 unidades de 100x100 km, y luego han mapeado la distribución de 458 características de conservación diferente…evitando áreas de importancia para la pesca comercial y señalado las diez “claves” para comprender por qué es urgente proteger los océanos…Alertando de las muchas y nuevas empresas que YA tienen registradas las patentes de los recursos genéticos marinos o los permisos de explotación minera de zonas y fondos marinos. Me imagino, el reparto de una tarta.

“Es urgente su protección! Declara el informe, pues la alta mar forma un vasto patrimonio mundial que cubre el 61% del área del Océano y el 73% del espacio vital en el planeta, incluyendo tierra y mar. Y, sin embargo, menos del 3% de los Océanos está protegido”

Sí, es urgente. Por eso, precisamente, debemos apostar por todo su porcentaje, aunque la tarea pase por temporalizar planes y programas estratégicos, priorizar acciones y sectorizar sobre esas cábalas que cita el informe, actuando científica, jurídica y profesionalmente. Declarando y defendiendo como premisa, el derecho a la vida en todos los Océanos, y limitando su explotación a la coherente y razonable necesidad de abastecimiento que su generosidad ya nos ofrece. Rechazando y oponiéndonos, absolutamente, a su aniquilación en favor del ansia de poder y riqueza de quienes pretenden poseerlos.

Raramente, el agua del mar se encuentra quieta. Se mueve en olas, en mareas…en VIDA.Y esto, su esencia, la hace indivisible.