Noticias de Cantabria
Opinión 19-03-2019 17:39

El cambio climático, por Francisco Glez-Riancho Colongues

El viernes 15 de marzo y por iniciativa de una niña sueca llamada Greta Thumberg de 16 años, los jóvenes de todo el planeta se movilizaron en protesta por la destrucción del planeta tierra. Las manifestaciones contaron con el apoyo lógico de Greenpeace, Ecologistas en Acción, Seo Birdlife y WWF.

 


El movimiento denominado Fridays for future, con el lema de “No hay un planeta B” o “Lo llamáis medio ambiente, porque la otra mitad ya está destruida” o “Cada día desaparecen 8 especies en la tierra” etc…. los jóvenes especialmente y los no tan jóvenes salieron a la calle a protestar.


Es triste que estas protestas no sean apoyadas por todo el mundo, hay países que no quieren renunciar a su propio desarrollo como han hecho los países más desarrollados del planeta con lo que vemos que no hay unanimidad en la protesta. Y también es triste que, como todo movimiento reivindicativo, tome tintes políticos y en las manifestaciones se ataque al capitalismo como principal culpable de la destrucción del planeta, cuando deberían ser los propios países más desarrollados y capitalistas los que pongan freno a este desastre. Esta protesta no debería tener tintes políticos e ir todos a una, porque si hay algo que no es de izquierdas o de derechas, debería ser precisamente la salvación del planeta y de la calidad de vida que les espera a las generaciones futuras del signo, raza, país que sean.


Ya en artículos anteriores, modestamente, he intentado contribuir en la denuncia de esta destrucción de nuestro ecosistema, con artículos como El Redeño, La Isla de La Basura, Las Especies Invasoras, La contaminación de las playas, etc…, artículos que, si han servido para concienciar a unos pocos, me doy por satisfecho.


Ya comienza en breve la temporada de playas, ríos, pantanos y vuelvo a llamar a la cordura con la destrucción de todo lo que se mueva, cangrejos, peces, quisquillas, erizos, en fin, animalillos inofensivos a los que únicamente deberíamos contemplar, nunca coger.


Y para colmo de males, ahora tenemos la amenaza de una nueva marea negra provocada por el hundimiento de una barco de carga de Grimaldi Lines en el Golfo de Vizcaya a 333 kilómetros de la costa francesa de Las Landas y justo al norte nuestro. En principio como avisan, si se mantienen los vientos del oeste, la marea negra impactará directamente con Las Landas francesas, pero si cambia a norte, como ya han pronosticado, nos llegará a nosotros.


Responsables de la Consejería del Medio Ambiente y Ayuntamientos, dediquen un esfuerzo en la conservación de las especies, pongan coto a su destrucción y prohíban la captura de cualquier animalillo, grande o pequeño con esos malditos objetos, llamados redeños.

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