LA ISLA DE BASURA

 En el centro del Pacífico Norte, entre las coordenadas 135º a 155º O y 35º a 42 N se ha localizado una inmensa isla formada por plásticos y todo tipo de basura oceánica que podamos imaginar que tiene una extensión de 1.400.000 km2. Su peso podría calcularse en 100 millones de toneladas aproximadamente.

Estos desechos atrapados en las corrientes del giro del Pacífico Norte no son fáciles de ver a pesar de su tamaño y densidad, incluso mediante fotografías con satélites y radares.

La isla o mancha de basura fue descubierta en 2009, aunque anteriormente fue predicha en 1988 en una edición publicada por la National Oceanic And Atmospheric Aministration (NOAA) de los Estados Unidos. Esta predicción se basaba en los resultados obtenidos en muchos laboratorios de Alaska entre 1985 y 1988, que midieron plástico flotante en el Pacífico Norte.

Los investigadores estiman que esta misma situación podría darse en el mar del Japón, pues consideran que se dan las condiciones favorables idénticas a las del Pacífico, corrientes circulares que atrapan los desechos flotantes rodeándolos y formando una gran concentración de basura atrapada en sus aguas.

Charles Moore, capitán marítimo californiano, en uno de sus artículos, comentó que volvió a casa después de competir en la travesía marítima Transpac con una gran cantidad de desechos flotantes, recogidos cuando pasó por la mancha o isla de basura. Posteriormente el oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer llamó a la región Easterm Garbage Patch (mancha de basura del este) EGP.

Se considera que el 80% de la basura proviene de tierra y el 20% de los barcos que surcan el océano. La basura tarda 5 años en llegar desde la costa oeste de Norteamérica y un año o menos desde Asia.

Los desechos plásticos fotodegradables, se llegan a desintegrar con el tiempo y se convierten en trozos muy pequeños que pueden ser ingeridos por los organismos marinos que viven en la superficie marina.

Por este motivo, los residuos entran en la cadena alimenticia completamente, causando lógicamente graves trastornos en la vida animal. Estas partículas se asemejan al zooplancton y pueden ser ingeridas por medusas, aves marinas, tortugas, ballenas, albatros, etc…ocasionando un riesgo altísimo para sus vidas.

Si una medusa ingiere este mal llamado zooplancton, esta a su vez es comida por un pez y este posteriormente es comido por el hombre, el resultado es la ingestión de muchas toxinas altamente peligrosas.

También se puede dar el caso que este plástico flotante facilite la propagación de especies invasoras, tanto animales como vegetales, de un ecosistema a otro, plumeros, cañas, cangrejos, peces, etc…pudiendo ocasionar enfermedades o nuevas colonizaciones, destruyendo lo autóctono de cada región. Se cree que cerca de 267 especies están afectadas, viviendo la gran mayoría en la isla de basura.

El ser humano debe hacer un gran esfuerzo para conseguir dejar de contaminar nuestro planeta, pues está acabando con gran parte de la vida animal y vegetal, sino a este paso, nuestros nietos y bisnietos conocerán los animales y plantas por las fotos de las hemerotecas.