El Papa muestra su preocupación por los ucranianos "sin calefacción" en invierno
A partir de la próxima semana, la catequesis de los miércoles será traducida también al chino
El Papa ha mostrado su preocupación por los ucranianos que pasarán "sin calefacción" el invierno y ha pedido oraciones por este país, que teme que el ejército ruso vuelva a atacar las infraestructuras energéticas que permiten sobrevivir a la población a las habituales temperaturas bajo cero que se dan en estos meses.
"No olvidemos al atormentado pueblo ucraniano, que tanto sufre. Y vosotros, niños, pensad en los niños y jóvenes ucranianos que sufren este tiempo sin calefacción con un invierno muy duro", ha manifestado Francisco durante la audiencia general de este miércoles.
Asimismo, el Pontífice ha pedido rezar también por la paz en Tierra Santa: "En Palestina, Israel, que haya paz, que haya paz. La gente está sufriendo mucho. Recemos por la paz, todos juntos". Asimismo, ha anunciado que, a partir de la próxima semana, la catequesis de los miércoles será traducida también al chino, un nuevo paso en el camino evangelizador en ese país.
Durante la audiencia general de este miércoles, el Papa ha manifestado que, si bien no todos en la Iglesia "pueden ser apóstoles, profetas, evangelistas", todos indistintamente "pueden y deben ser caritativos, pacientes, humildes, constructores de paz" pero, sobre todo, personas alegres.
Tras haber reflexionado sobre la gracia santificante y sobre los carismas, se ha detenido en los frutos que brotan del Espíritu Santo que "son el resultado de una colaboración entre la gracia y la libertad". En concreto, ha destacado la alegría, como un fruto del Espíritu, que, aunque comparte ciertas características con cualquier otra alegría humana como "un cierto sentimiento de plenitud y satisfacción, que hace desear que dure para siempre" es distinta de esta.
Así, durante la catequesis pronunciada en la plaza de San Pedro, ha constatado que la alegría que viene de Dios "no está sujeta al inevitable desgaste del tiempo" y "se multiplica al compartirla con los demás". La alegría evangélica, a diferencia de cualquier otra alegría, "puede renovarse cada día y volverse contagiosa", ha remachado.
"Sólo gracias a ese encuentro --o reencuentro-- con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. [...] Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros?", ha señalado, citando su exhortación apostólica `Evangelii Gaudium`.
El Papa ha citado en la catequesis a San Felipe Neri que pasó a la historia "como el santo de la alegría" y ha reivindicado que la fuente de la que procedía su alegría era su amor por Dios. San Felipe Neri sentía "un amor tal por Dios que a veces parecía que el corazón le iba a estallar en el pecho. Su alegría era, en el sentido más pleno, un fruto del Espíritu". Por eso, ha pedido a los fieles que sigan su ejemplo y ha dejado claro que el Evangelio no se puede comunicar "con caras largas y rostro sombrío".
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