LÍDERES DEL FENIMINISMO Por Juan Goti Ordeñana Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid
En estos tiempos se nos ha alertado con un caso que merece alguna consideración. Un político propagandista del feminismo, según los datos que se publican, es el prototipo del machismo. Y todo el equipo de feministas han estado, conociendo y ocultando sus actuaciones, y tan contentas a su vera, mientras lanzaban cualquier disparatado rechazo contra el hombre blanco normal
En estos tiempos se nos ha alertado con un caso que merece alguna consideración. Un político propagandista del feminismo, según los datos que se publican, es el prototipo del machismo. Y todo el equipo de feministas han estado, conociendo y ocultando sus actuaciones, y tan contentas a su vera, mientras lanzaban cualquier disparatado rechazo contra el hombre blanco normal, insultándole de machista. ¡A lo mejor quieren machistas exaltados y el normal estándar no les servía!
Los hechos protagonizados por Iñigo Errejón, parece que son fruto de la izquierda reformista, pues han estado viviendo con algo que repelían según la propaganda feministas que promovían, pero en su interior era aceptado, ya que desde hace muchos años conocían y convivían con él, y le habían elevado a portavoz de su programa de acción en el Parlamento. Independientemente de cómo se cuenten los hechos, este caso es la prueba de los problemas que hoy día está sufriendo la sociedad por un feminismo irracional, que se ha llegado a establecer como norma de convivencia. En esta España que ha renunciado a la sociedad como requiere la naturaleza. Su machismo no fue de un momento, tenía tradición, Rita Maestre, su compañera, le da el siguiente rejonazo: «Volvía a casa con normalidad después de agredir a una mujer de 20 años en un hotel».
Pero tal comportamiento no era sólo de él, ni algo nuevo. Dentro de este feminismo, era público la actitud de algunos profesores de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, como Monedero e Iglesias, que pasaron a ser los prohombres de este movimiento feminista. Y como muestra, ahí va el relato, que se remonta al año 2010, de una joven que se vio acosada: siendo «una tierna joven tonta» ante el «Macho Alfa» que «no quiso desaprovechar su oportunidad». La joven asustada huyó y ahora nos advierte: «Ruego atención y difusión sobre todo a todas aquellas personas que se consideren feministas y este hilo llegue a su alcance». Otras manadas se condenaron a quince años de cárcel, pero a la manada de la Complutense ni siquiera se le ha acusado, sino que se le elevó a vicepresidente del Gobierno: cuando alumnas revelaron los tocamientos y acosos que infligían Monedero e Iglesias en la Facultad.
En todo caso, debemos valorar la actitud de estos falso predicadores del feminismo que estamos soportando, y de los partidos que promueven esta ideología como un escalón moral superior a la que considera la sociedad tradicional. Una advertencia para la sociedad moderna, que cuando se habla de progresismo está dispuesta a aceptar cualquier innovación, pero examinen las circunstancias de las personas que actúan de forma totalmente contraria a lo que predican.
Ahora de repente nadie parece reconocer a todos estos depredadores de la feminidad. A Errejón le ignoran como exportavoz del grupo parlamentario Sumar. Para ocultarlo han decidido no sólo rechazarle, sino que, también, van a ser despidos sus colaboradores más próximos,
para inicia un lavado de regeneración del partido. Pero no se extiende a una revolución de la ideología del partido, sino a los que constituían su escolta, puestos para asegurar la conservación del feminismo.
No podemos dejar de advertir la política de lavado de imagen que, con este motivo, ha iniciado la izquierda y la ultraizquierda en materia de feminismo. Visto los portavoces que ha tenido este movimiento feminista, no podemos menos de señalar la farsa empleada por los partidos, no con objeto de mejorar la sociedad, sino para conseguir el poder por medio del voto de las mujeres. Pero no se han contentado con esto, sino que han fomentado ordenaciones y comportamientos más machistas en su interior. Sería lógico denunciar la hipocresía con que actúan en la instrumentalización de los problemas que tiene la sociedad, llegando a convencer a parte de la juventud de unos comportamientos ilógicos en la convivencia social. Por lo que hay que llegar a denunciar la influencia que han tenido en los sistemas de enseñanza que se han seguido en los últimos tiempos.
Y lo que es más grave, han llevado esta ideología a la práctica política, consiguiendo la polarización de la sociedad: o estás conmigo o contra mí. Dinámica con la que el Gobierno de hoy día ha creado una atmósfera asfixiante, y promovido una sociedad antihumana: unos niños a los que se les separa de sus padres para que reciban la educación en centros públicos, y ya desde los cuatro o cinco años reciban una formación sexual. ¡A dónde van a llegar estos infantes! Además de destruir la educación dentro de la familia se van a formar solitarios que no han aprendido las líneas de un amor sano.
Se ha introducido en la política el progresismo, y han desfigurado su contenido, porque les ha servido para legalizar una combinación de adoctrinamiento e injusticia. Por idénticos hechos condenan al adversario, mientras protegen a los suyos; fiscalizan y condenan al enemigo y han amnistiado a delincuentes que les dan sus votos. Ya las cosas no son buenas o malas por su naturaleza, sino del color que convenga al poder, la discrecionalidad pasa a ser norma de legislación, porque sometido a la normativa constitucional no tendría vía para su aprobación, y hay que conseguir permanecer en el poder. Por ello, no ha sido inconveniente la actuación conforme al capricho del poder, a pesar de que trabaja para la voladura de la democracia.
Lo grave de esta situación es que, los que marcaron esta orientación en la política, van descubriendo cuáles son sus ideales, y están consiguiendo imponerlas. La actitud farisaica que caracteriza al proceder de este estado político, ha emanado de la gran prepotencia, cinismo e hipocresía, sin considerar al ciudadano y sin responsabilizarse de los resultados, porque los males eran por culpa del capitalismo, del neoliberalismo o de momentos cambiantes de la sociedad, mientras sus teorías han destruido la armonía social. Y sus criterios son inequívocos, aunque se destruya la naturaleza humana.
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