David Solana y Javier Gutiérrez, con el Patín, se hicieron con la primera prueba del Trofeo Presidente de Cantabria.

En el podio provisional le acompañan Enrique García de Soto y Ricardo Liaño con el Chiqui IV y José F. García de Soto y Cesar Arrarte con el Chiqui.

La jornada iba a ser complicada, Santander amanecía sin viento en la bahía, para la que el parte había cambiado, últimamente, de pronosticar una suave brisa del NW para la media tarde del sábado, a prever un Sur, que podía ser fuerte, a partir del mediodía.

Este evento, que en el Anuncio de Regatas se denomina XV trofeo Presidente de Cantabria; en la realidad, es en este año, la XII edición que se celebra del mismo para la Vela Ligera, ya que no comenzó a celebrarse hasta el 2009 para la Vela ligera, celebrándose durante tres años solamente para la Vela de crucero y de J80 del RCMS, siendo una petición de la clase Snipe al Presidente del Cantabria, la que dio pie a que comenzase a celebrarse para para la Vela Ligera, siendo esta la XII edición y no la XV como se indica en el programa de regatas del Club.

El trofeo estaba convocado para 8 clases distintas, de las que tan solo han competido 5; para las que la competición estaba prevista que comenzase a las 1200h. Sin embargo la calma más absoluta reinaba a esa hora sobre la bahía santanderina, lo que por otra parte, suele suceder en estas fechas en la bahía santanderina.

Bien pasadas las 13 hora, aun con la calma sobre la bahía, pero con una escasa ventolina al sur de la misma, sin esperar a que el viento se entablase, se levantó la bandera Delta, con lo que los participantes comenzaron a botar sus embarcaciones para dirigirse al lugar donde estaba fondeado el comité, que una vez más tuvo que lidiar con las distintas clases participantes, a las que, dentro del mismo espacio, tuvo que instalar tres recorridos distintos, con lo que las distintas clases participantes se cruzaron en varias ocasiones, incluso en la toma de las balizas; lo que en otras ocasiones dio lugar a situaciones peligrosas. La realidad es que con 47 tripulaciones inscritas de Optimist, esta clase, por seguridad, debía de haber tenido un campo de regatas distinto, separado de las otras clases participantes.

Tras atravesar la canal de navegación, con una ligera brisa del SSW, los 12 Snipes participantes fueron llegando al lugar en donde el comité había instalado el recorrido al sur de la bahía, sobre los arenales; en previsión de las rachas que comenzaban a entrar, que sobrepasaban los 15 nudos, el comité ordeno para los Spines dos vueltas a un triángulo.

La salida fue valida a la primera, con toda la flota sobre la línea, estando esta favorecida por la baliza.

En el tramo de ceñida, en el que era complicado encontrar la baliza al no estar en línea con la del recorrido de otras clases, la lucha por la cabeza de la regata fue constante entre las tripulaciones del Patín, del Güemes, del Tolosa y Cía., y del Chiqui IV, viéndose esta aumentada por las roladas, indiscriminadas, con las que empezaba a entrar las rachas de Sur; montando barlovento por ese orden; tras ellos lo hicieron el Chiqui, el Leviathan, el Patagonia, el S&C, el Larus y el Águeda, retirándose el Chiflete.

En el primer largo, el Sur superaba en las rachas los 24 nudos, dando lugar a unas espectaculares planeadas; en este tramo a las tripulaciones del Patín, del Güemes y del Tolosa Y Cía., la baliza de otras clases les confundió, con lo que cayeron a sotavento, lo que dio lugar a que el Chiqui IV se acercase al Patín y que el Chiqui se pusiese a la par del Güemes y del Tolosa y Cía.; por detrás, el S&C comandaba el grupo por delante del Leviathan, el Patagonia y el Larus.

En el segundo tramo, el viento entraba más de aleta, con lo que se comenzaron a largar los tangones y a planear las complicadas las olas, cortas y grandes, del Sur, tratando de evitar el pincha en el siguiente.

En la toma de sotavento el Patín mantenía las distancias sobre el Chiqui IV, mientras que el Güemes, el Chiqui y el Tolosa y Cía., la montaron comprometidos; manteniéndose las posiciones en el grupo perseguidor; abandonando en este tramo el Águeda

En la segunda ceñida, el Patín marcó férreamente a sus perseguidores, consolidando su ventaja; en este tramo el Chiqui se colocó el segundo en el paso de barlovento, seguido del Chiqui IV, del Güemes y del Tolosa y Cía.

En el través, el ChiquI IV adelantó al Chiqui en las planeadas, centrándose la lucha entre el Güemes y el Tolosa durante el resto de la regata.

La clasificación de la prueba fue: 1º Patin, 2º Chiqui IV, 3º Chiqui, 4º Guemes, 5º Tolosa y Cia, 6º Güemes, 7º S&G, 8º Leviathan, 9º Patagonia, 10º Larus, se retiraron el Águeda y el Chiflete.

Tras un largo periodo a la espera de que fuesen entrando las demás clases, se comenzó con el procedimiento para la salida de la segunda prueba, que fue valida a la primera con toda la flota sobre la línea, volcando el Chiqui en la virada al tratar de evitar los desvente de la salida; tras adrizar la embarcación continuo la regata; la ceñida estuvo marcada por rachas de más de 29 nudos que entraban, cambiadas, con el Sur, lo que hacía muy duro la navegación del tramo; en el través, las rachas superaron los 30 nudos, lo que complicó, y mucho, la toma del vértice; en donde la dureza de las rachas obligaba a virar por avente; solamente el S&C trabuchó, lo que puso al frente de la flota.

En el segundo largo, el Sur superó los 32 nudos, y el comité anulo la regata.

La vuelta a tierra estuvo complicada por la salida de un gran cochero que corto la canal, obligando a los que se dirigiera puerto a esperar que dejase libre la misma; el atraque en Puerto chico, debido a las olas del Sur que rompían sobre la rampa, solo fue posible gracias a la ayuda de las tripulaciones que estaba en tierra,

Para mañana el parte prevé viento del cuarto cuadrante de más de 25 nudos, lo que de cumplirse, será fácil que no haya regata.

J.F.M.J.O.