Con una tirada para olvidar, finalizó el XXIII trofeo SAR Don Felipe de Borbón Cantabria Infinita para las clases Crucero y J80.
El viento reinante a la hora del comienzo de la última prueba del Enveto no llegaba a los 4 nudos de intensidad, pero por su direccion obligó a dar la salida en popa, dando lugar a complicadas situaciones como consecuencia del gran número de embarcaciones que se encuentran fondeadas frente al Club.
El podio en la clase III lo han conformado las tripulaciones de El Pendo Camargo, del Blendio, y del Gabriela Onofre.
En la clase II el Podio lo han copado las tripulaciones del Yamamay, del Impridigital, y del Mi Gabriela.
La clase J80 no tuvo participantes
Tal y como preveía el parte, el viento en la mañana del domingo sopló del primer cuadrante, con una intensidad de entre 3 y 6 nudos, que fue aminando a lo largo de la competición, hasta llegar a encalmarse completamente antes de que terminasen el recorrido varias embarcaciones, las siempre perjudicadas de menor eslora, las que consiguieron hacerlo gracias a que la marea aun era entrante, de no ser por ello, no habrían acabado en su tiempo límite.
Para la ocasión, el recorrido fue uno de los múltiples con los que cuenta el programa de regatas, que poco o nada aportan a la competición; para hoy se estableció el nº 9.6, en el que la salida y entrada era la línea imaginaria que une el edificio del Club con una banderola naranja fondeada la sur del edificio, línea que no está compensada con relación al viento reinante; desde la salida, con viento del cuarto cuadrante se navegó con viento portante hasta la baliza nº 1, lo que fue un desfile, sin otra opción de la de tener la suerte de que te entren las rachas que soplaban, aleatoriamente en la bahía; la baliza a tomar estaba fondeada en las cercanías de Loredo, teniendo que dejarla por babor, para desde ella navegara en demanda de la nº 2 del recorrido, que estaba fondada al 320º, y a unas 2 millas de la anterior; esta baliza se debía dejar también por babor, para desde ella volver a la nº 1, que esta vez había que dejar por estribor; navegando desde esta hasta la línea de entrada, lo que parte de este tramo se hace en el interior de la bahía, en donde todos el esfuerzo realizado durante lo navegado hasta entonces se va al traste en los últimos metros, convirtiendo la regata en una lotería. En la que el que más suerte tenga se lleva el gato al agua. O como dice el refrán: al que Dios se la dé, San Pedro se la bendiga; eso es cualquier cosa menos regatear.
El viento reinante a la hora del comienzo de la última prueba del Enveto no llegaba a los 4 nudos de intensidad, pero por su direccion obligó a dar la salida en popa, dando lugar a complicadas situaciones como consecuencia del gran número de embarcaciones que se encuentran fondeadas frente al Club.
En el tramo que se navegó en el interior de la bahía, el escaso viento reinante, que rolaba y amainaba constantemente, apenas permitía remontar la marea entrante, disgregando completamente la flota, que a duras penas pudo rebasar Punta Rabiosa, complicando el tramo con llamadas de Port Control avisando para dejar libre la canal ante la salida y entrada de mercantes.
En este tramo, y con esta escasa intensidad del viento se distanciaron los barcos de mayor eslora, teniendo suerte, con las rachas, algunos de la clase III.
La navegación en el tramo entre las balizas 1ª y 2ª se vio complicada por la ola de más de un metro, a la que el escaso viento que soplaba apenas permitía pasarla. Otro tanto sucedió en la vuelta a la baliza 1ª, navegación en la que era complicado mantener portando el Spinnaker a causa de las olas,
La entrada en la bahía, como suele suceder con vientos de esta cuadrante, pero sobre todo cuando rolan al Norte, fue un caos para la mayoría de las embarcaciones de la clase III, que estuvieron a merced de las enormes roladas y encalmadas que afectaba a la bahía, convirtiendo los últimos metros de la regata en una auténtica lotería, con roladas de más de 30º y cambios de intensidad de los 0 a los 6 nudos en pocos metros.
Tras la tirada de hoy, la clasificación del XXIII Regata SAR Don Felipe de Borbón Cantabria Infinita ha sido:
En la clase III, la más numerosa del evento: 1º El Pendo Camargo, con 7 puntos, 2º Blendio, con 8 puntos, 3º Gabriela Onofre, con 11 puntos, 4º Airam V, con 13 puntos, 5º Stardust, con 13 puntos. Hasta 12 clasificados.
En la clase II, la clasificación final ha sido: 1º Yamamay, con 4 puntos, 2º Impridigital, con 5 puntos, 3º Mi Gabriela, con 13 puntos, 4º Aizen, con 13 puntos, 5º Kenex V, con 13 puntos, hasta 9 clasificados.
Tras esta tirada, las regatas en Santander durante el verano, la mejor época del Cantabrico para regatear, se limitaran a cuatro hándicaps durante los meses de julio y agosto, no retomándose el calendario de competición hasta el próximo mes de Septiembre, lo que supone un parón excesivamente largo para las regatas locales de la Vela Ligera.
J.F.M.J.O
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