Los comercios cántabros notan "desinterés" por las rebajas y beneficios "menos boyantes"
Los comerciantes cántabros notan cada vez mayor "desinterés" de los clientes por las rebajas, una tendencia que se viene produciendo desde su liberalización hace una década, que dio lugar a la ampliación de los periodos tradicionales de descuentos que antes se reducían a los de verano y los de invierno.
Y es que, al contar con promociones en más fechas a lo largo del año y especialmente en el periodo navideño, los consumidores ya no esperan al 7 de enero para adquirir los productos que quieren.
"Desde que se liberalizaron las rebajas está claro que el interés que tienen es mucho menor que hace 15 años, cuando eran uno de los momentos clave de la venta". "Eso también se nota en el resultado final, que no es tan boyante", explica a Europa Press el secretario general de la Federación del Comercio de Cantabria (COERCAN), Gonzalo Cayón.
Es por ello que tanto los grandes comercios como los negocios minoristas han venido reclamado al Gobierno mantener los periodos tradicionales de comienzo de año y verano para hacer rebajas, pero lamentan que se han "desoído" sus peticiones.
Como señala Cayón, el atractivo de las rebajas habituales ha quedado reducido únicamente a los primeros días, en los que se juntan en los comercios aquellos que acuden a comprar productos que tenían 'fichados' en Navidad y otros que van a hacer cambios de regalos.
Precisamente, el tema de las devoluciones es un hándicap que impide a algunos pequeños comercios lanzarse a la venta online, ya que estas plataformas implican que el cliente tiene derecho a que se le reembolse el dinero y esto, para algunas tiendas, es "inviable".
Esto se debe a que el volumen de devoluciones se eleva a casi el 30% o 35% de las ventas de un comercio, lo que tiene "mucha incidencia" y hace que solo puedan permitirse el reembolso las grandes firmas, y no en todos los sectores, como explica el secretario general de COERCAN, federación integrada por 36 asociaciones y unos 2.400 miembros.
Por otro lado, comenta que se han reducido los "grandes descuentos" que anunciaban las grandes cadenas porque los márgenes de beneficios se han "estrechado". Así, ya no hay tanta diferencia con la rebaja que puede ofrecer el comercio local y para todos es "prácticamente imposible hacer más de un 40% o 50%".
"Hay poco 60% o 70%", salvo cuando por algún motivo interesa retirar un producto -como en el caso de los comercios alimentarios, cuando se aproxima la fecha de caducidad-.
También se da la circunstancia de algunos pequeños comercios -aunque una minoría- que deciden no poner rebajas porque prefieren mantener un precio ajustado todo el año, y entienden que si ofrecen el mismo producto a un coste y al día siguiente más barato estarían "engañando" al cliente.
"También es una fórmula válida", pero "las rebajas son un reclamo que siempre ha funcionado", y de ahí que la mayoría apuesten por ellas, subraya Cayón.
Sé el primero en comentar