UN PASO MAS EN EL RASTREO DE NUESTRAS VIDAS. Por. Santi M. Hernández

Cuando se aborda, se discute o se legisla el ámbito digital como hoy hacen con profusión los medios, los organismos supranacionales, los gobiernos, convendría tener presente lo que autores del siglo pasado dijeron sobre el asunto y ver con qué certeza analizaron un mundo que se desarrollaba ya a velocidad de la luz y que hoy ha alcanzado su última frontera en la mal llamada IA, es decir, la inteligencia artificial. Uno de esos autores, quizás el más famoso pues alcanzó status de estrella cinematográfica fue Marshall Mcluhan. Del total de su obra quizás fueran estos tres títulos: "Galaxia Gutenberg", "Entendiendo los Medios" y el "Medio es el Mensaje" los que le proporcionaran ese aura de estrella. Conviene releerlos pues la descripción que hacía de los efectos de la "onda electromagnética" ,hace sesenta años, son perceptibles en el mundo de hoy.

Pongamos algunos ejemplos:

Mientras la información electrónica discurre a la velocidad de la luz, el hombre es un don nadie

El acto de leer requiere una buena cantidad de actividad visual motora que para la generación crecida bajo el influjo de la TV resulta bastante difícil de mantener.

Cualquier burocracia convencional deviene un estado policial cuando se acelera con una nueva tecnología como el teléfono, el telex, la computadora

Y para finalizar, la que quizás se la sentencia más conocida y usada de todas: Esta nueva interdependencia electrónica recrea el mundo bajo la imagen de una aldea global

Bien pues sirva este preámbulo para abordar el tema que nos ocupa. El pasado 29 de Enero apareció en algunos medios esta noticia:

El Ministerio de Hacienda quiere rastrear todos los pagos con tarjeta que se realizan en España con el objetivo de prevenir el fraude fiscal.La Administración sopesa modificar el reglamento de inspección tributaria para establecer una nueva obligación que incorpore las operaciones realizadas con todo tipo de tarjetas ya sean de crédito, débito, prepago con o sin cuenta bancaria asociada, tarjetas de pago virtuales y otras tarjetas de cualquier denominación y en cualquier moneda?? La Administración sopesa, dice la información, lo que quiere decir que será fuerza de ley sin mucho tardar? Hasta hoy la banca, en materia de tarjetas, sólo tiene obligación de informar a la Agencia Tributaria de las operaciones de empresarios o profesionales cuando el importe neto anual de cobros supere los 3000 euros. Con la modificación del reglamento la banca estaría obligada a facilitar in formación de cualquier transacción ya sea hecha por profesionales o particulares; es decir que en principio todo quisque es proclive de ser sospechoso.

Por lo que me atañe me es indiferente ser sospechoso de las transacciones que con mi tarjeta haga en el super, el café, mi tienda de ropa, con mi casero, en un restaurante, un hotel,la joyería en la que en un ahora aciaga compré un diamante ruso para una joven amante, el tren, el dentista, el podólogo?, ya quisiera tener la astucia y el nervio suficientes para hacer transacciones como es debido con alguna entidad ubicada en un soleado mar esmeralda de algún paraíso fiscal, pero me temo que no nací para la intriga y la aventura; he de conformarme con las habilidades que tengo; aunque bien pensado no me importaría ser amnistiado por algún espectacular delito fiscal; quien sabe..., nunca es tarde si la dicha fuera buena.

Sueños aparte, lo que vengo a decir es que como afirmaba Mcluhan no es que con esta medida que Hacienda anuncia y otras que puedan venir, que seguro que vendrán, nos acerquemos más y más a un Estado policial, sino que hace ya algún tiempo vivimos en él y que ha medida que la tecnología ha ido sofisticándose e incorporándose al aparato burocrático de la Administración su carácter policial ha ido refinándose a la vez.

Cualquier burocracia convencional deviene un estado policial cuando se acelera con una nueva tecnología como el teléfono, el telex, la computadora escribía a mediados de los sesenta; hoy el Estado policial es mucho más ubicuo y eficaz porque los teléfonos están conectados con un montón de aplicaciones y agencias, las tablets y ordenadores portátiles también, porque las videocámaras proliferan en los rincones más insospechados, porque muchos de nuestros datos reposan no sólo en bancos, aseguradoras y supermercados sino en la Seguridad Social, Hacienda, Policía, en el ordenador del médico y en última instancia porque buena parte del público usuario de ese ámbito llamado redes sociales ha devenido, sin saberlo, en una especie de confidente entusiasta, de fuerza colaboradora, del aparato coactivo del Estado. El medio es el mensaje y el masaje, escribía Mcluhan: ?toda comprensión del cambio social y cultural es imposible sin conocer la manera en que los medios actúan como ambientes??

Este artículo fue suscitado por la noticia de que Hacienda pretende rastrear todos los pagos con tarjetas que se realizan en España con el objetivo de prevenir el fraude fiscal, es decir, que pretende rastrear el uso que le damos al dinero y como no puede ser de otra manera al dinero electrónico, que es el único rastreable. Por eso un servidor sigue usando dinero en metálico con bastante frecuencia e imagina ,no sin inquietud, como será el día cuando el dinero en efectivo haya desaparecido que es lo que pretenden, en comandita, los grandes bancos mundiales y los bancos centrales más importantes. Cuando se ponga en marcha el euro digital ¿qué ocurrirá? ¿qué podría ocurrir? Paul Craig Roberts, subsecretario del Tesoro en la Administración de R. Reagan en los años ochenta y firme defensor del dinero físico como uno de los últimos reductos de autonomía personal da alguna pista en su página de Internet:

Supón que te opones a la desaparición de libertad que conlleva el dinero digital emitido por un banco central, o revelas un caso de corrupción administrativa o retas un discurso oficial o relato sobre un suceso importante; el gobierno puede bloquear el acceso a tu cuenta, o bloquear su uso para pagar el alquiler de tu piso, o para comprar comida?, en resumen que podría hacer que capitulases. (De hecho hace ya tiempo que Hacienda o la Seguridad Social pueden embargar tus cuentas antes de que el supuesto delito se aclare). Pero bueno, no hay porqué rasgarse las vestiduras; hace tiempo que vivimos a la sombra de un estado policial que vela por nosotros; sin embargo, puede que en unos años la acertada predicción de Mcluhan se vea como un sueño infantil?

Santi M. Hernández