El chantaje como estratagema. Por Jesús Salamanca Alonso
«El Gobierno no necesita tener aprobados los Presupuestos General del Estado para enviar ayudas a Valencia. Núñez Feijóo no debe ponerse mirando a Cuenca».
«El Gobierno no necesita tener aprobados los Presupuestos General del Estado para enviar ayudas a Valencia. Núñez Feijóo no debe ponerse mirando a Cuenca».
Con el desastre de numerosas poblaciones valencianas casi nos hemos olvidado de la presunta corrupta, traficante de influencias y apropiación indebida, Begoña Gómez, incluso hasta del podemita agresor sexual, luego transformado en Sumatorio, Íñigo Errejón. Está tan envenenado el país por la corrupción y las ya conocidas corruptelas que pisamos en un lodazal como el originado por la DANA. Apenas nos da tiempo a reflexionar sobre un acto de corrupción de los que aparecen a diario porque salta otro y, como dicen en mi tierra, no se puede tener dos yernos con una hija. Demasiadas maldades difíciles de digerir.
Begoña, Koldo, Aldama, Barrabés, Ábalos, Delcy, David Sánchez, entre otros muchos. Al presidente le viene bien alargar las discusiones sobre el desastre de Valencia para que no se hable de sus corruptelas. Por cierto, hoy desayunamos con un nuevo escándalo al que nadie parece dar importancia. En varios medios sí se ha publicado ya: ¿Qué pintaba Delcy Rodríguez en la India, en el mismo hotel donde se alojaban Sánchez y la imputada mientras la gente moría por las riadas y torrentes en Valencia? Ellos seguían de fiesta, que es lo suyo, aunque se muera el lucero del alba.
Pedro Sánchez era feliz en el «floralmóvil», como si fuera el Papa Francisco en el Papamóvil, que le prepararon los hindúes. Solo le faltó ser paseado por la ciudad bajo palio o asignarle el derecho de pernada. Han tenido que ser ANONYMOUS y el MOSSAD quienes levanten la liebre porque Sánchez es una tumba cuando se trata de su provecho personal. No tardaremos en saberlo por completo ya que algún periodista sí tiene esa información. Desde «Moncloaca» siguen mintiendo y falseando la realidad. Veremos qué sucede cuando Pedro Sánchez visite Chiva.
A Pedro Sánchez se le ha caído la estratagema trazada con sus opinadores, mafiosos, burlescos, mentirosos y vendidos al poder: se les conoce como «Equipo de Opinión Sincronizada» y se caracterizan por carecer de rigor, inexistencia de claro criterio, profesionalidad distorsionada y unos valores que dejan mucho que desear. La desvergüenza se ha apoderado de ellos. Ahora resulta que los detenidos no tenían ninguna vinculación con la ultraderecha, según el informe policial. Tan solo eran indignados por la situación que estaban viviendo, la angustia que los había sobrepasado y el abandono al que los había sometido el Gobierno durante los primeros días. Únicamente el Rey envió inmediatamente a Valencia casi tres centenares de su Guardia Real y de su escolta.
Esos filibusteros de la prensa pagada con prebendas públicas deben cambiar de camello antes de verse destrozados, al igual que debe hacerlo el tal Grande Marlasca (así, separado, nunca junto y menos con ?K?) que, sin tener clara la realidad y apoyando las falsedades del Gobierno, no dudó en hablar de grupos organizados ultra, cuando el informe de la Guardia Civil lo desmiente por completo, al igual que plasma que «Sánchez no recibió ningún golpe en Paiporta». Es un hecho irrefutable que, como decía el editorial de un diario online, «la única ?máquina del fango? en Paiporta fue la del Gobierno». Hoy, Pedro Sánchez ya pasea por España y por el mundo con el estandarte de la cobardía y la falsedad: hasta «criminal» le ha llamado algún medio, por su abandono, irresponsabilidad y falta de tacto al no declarar el desastre como emergencia nacional.
Los medios internacionales titulan que Sánchez mostró su canguelo y cortedad, así como su desprecio al pueblo de Valencia, incumplió la Ley de la Defensa y no envió al ejército. Desde el primer minuto debió de declarar dicha emergencia nacional. Ahora tendrá que afrontar muchas «pedradas» de los tribunales, organizaciones varias y de formaciones políticas dada su actuación de dictadorzuelo. Ahora me encuentro con que la UE se sorprende de que la inutilidad de Sánchez le lleve a no pedir efectivos para la reconstrucción de Valencia, «será que no los necesita».
Ahora salen diversos correos electrónicos y se demuestra que la Generalitat envió la alerta una vez que el Gobierno admitió «el riesgo de rotura de la gran presa de Valencia». Una vez más, la estratagema del Gobierno y de sus equipos de opinión sincronizada se han desmoñado contra sus propias mentiras y la hipocresía que los caracteriza, además de la ausencia de valores y la corrompida profesionalidad.
Por si era poco, entre los casos de corrupción, enriquecimiento oculto y los desastres de Valencia, hoy nos enteramos que la «presidenta» (tratamiento que le han dado en la India como «primera dama») intenta montar un ?crowdfunding? para limpiar su imagen. Muy sucia ha de tenerla para pretender hacer olvidar tanta porquería como le rodea. Confieso que me cuesta creerlo; máxime si pretende hacerlo con alguno de sus socios, pero es la información que nos llega de primera mano. Sea como fuere, la intención es miserable y bestial. Nadie confía en ella.
El Gobierno de España ha regalado más de 2.000M de euros a Venezuela y Cuba; también ha condonado cientos de millones a esos países y a otros muchos, sin contar con el Parlamento; ha dado dinero a Perú, Marruecos lo ha recibido a manos llenas; el África Center? Y ahora se empecina en que solo dará ayudas a Valencia si el Partido Popular apoya los presupuestos. Eso es un chantaje en toda regla, un engaño más, además de un atentado a la convivencia pacífica.
El Gobierno no necesita tener aprobados los Presupuestos General del Estado para enviar ayudas a Valencia. Núñez Feijóo no debe acabar mirando a Cuenca. Ahí está la ley que ridiculiza al mentiroso e hipócrita Sánchez.
Para el presidente, Pedro Sánchez, la DANA es un simple cálculo en busca de rédito político tras su vulgar y rastrera cobardía.
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