Tres reflexiones electorales
El éxito electoral de los populares europeos sólo pierde protagonismo ante el hundimiento socialista que se deja casi 60 escaños. Cómo estará la cosa que la estadista Leire Pajín anunció que el derrotado PSOE es el referente de la progresía en los 27 países de la unión.
El desmoronamiento de la izquierda europea sí tiene “interés planetario” que diría la Pajín, y ello obliga a tres reflexiones.
La primera, sobre los apoyos del PSOE, pues el amodorramiento sindical sirvió de poco al ejecutivo socialista, que ha visto como era derrotado en España y en doce de sus diecisiete autonomías.
A decir verdad, los sindicatos, singularmente, UGT y Comisiones Obreras, han sido también parte de los derrotados, ya que su pasividad nacional no le ha sido útil a Zapatero, ni su beligerancia regional, especialmente con Valencia y Madrid, le ha resultado tampoco rentable al socialismo.
Antes al contrario, da la sensación de que la crítica sindical sirve para asentar electoralmente a los gobiernos criticados. Así le ha sucedido a Sarkosy, a Berlusconi, y en España a Francisco Camps o Esperanza Aguirre.
Más astutos han estado los artistas de la ceja, que dejaron plantado al PSOE en el acto en el que debían sellar su remunerada alianza. Crecen las subvenciones al cine patrio al mismo ritmo frenético que cae el número de espectadores, pero no ha sido suficiente para engrasar el tradicional mecanismo de apoyo “progre”.
La segunda valoración es, que la alternativa que encarna Mariano Rajoy supera con éxito la más dura prueba hasta las próximas generales. Ganar al PSOE ya no es posible, sino más que probable. Se votó en clave nacional, y Rajoy superó a Zapatero en 600.000 votos.
Y última reflexión, la de las ideas. El intervencionismo, el socialismo, la política del subsidio en lugar de la del empleo, ha sido derrotado. Solo le resulta útil al PSOE en el interior andaluz y extremeño.
Por ello se abre una etapa en la que las ideas, los apoyos, y la posición internacional de los gobernantes socialistas españoles deben someterse a profunda revisión.
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