Sr.Diego: el 24 de mayo hablaremos de su "herencia" el abandono de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria

El Gobierno de Cantabria ha celebrado recientemente un acto puramente electoralista para presentar elcalendario de actividades del Programa 2015 de uso público en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria (Naturea Cantabria), programa que se sustenta en un convenio entre el Gobierno y la Red Cántabra de Desarrollo Rural. En dicho acto, el Presidente del gobierno ha destacado “la importancia del modelo creado junto a la Red Cántabra de Desarrollo Rural para dinamizar las actividades de uso público en los espacios naturales protegidos”.

Conviene recordar que en casi cuatro años de gobierno de PP, en los que este programa ha seguido funcionando a duras penas, es la primera vez que se presenta públicamente, y con todo el boato del Palacio de Festivales.

Por otra parte, el Presidente “olvidó” recordar que dicho Convenio se suscribió por parte del anterior Gobierno a finales de 2008, con una vigencia que finaliza en diciembre de 2015 y, en consecuencia,deriva de la acción del anterior Gobierno, presidido por Miguel Ángel Revilla y, en concreto, de la iniciativa de la entonces Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad y de la disposición muy favorable de los dirigentes, en aquel momento, de la Red Cántabra. El convenio tenía como objetivo promover la conservación, conocimiento, uso público y desarrollo sostenible en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria y generó más de 40 puestos de trabajo entre personas mayoritariamente procedentes de municipios incluidos en nuestros Espacios naturales protegidos.

 El Gobierno del PP, nada más tomar posesión en julio de 2011, modificó los términos económicos del Convenio, reduciendo su cuantía total e imponiendo a la Red Cántabra de Desarrollo Rural la condición de cobrar por la entrada a los Centros de Interpretación y por la participación en rutas. Mientras, los Centros de Interpretación dependientes de la Consejería de Medio Ambiente siguen ofreciendo visitas y actividades gratuitas, sin que las supuestas razones de ajustes presupuestarios afecten a los programas de sus Centros de Interpretación.

Es un ejemplo más de la absoluta falta de coordinación –suponemos que ese y no otro sea el problema- dentro del propio –y “monolítico Gobierno”, según su Presidente-, y también de la absoluta miopía de los dirigentes de la  Consejería de Ganadería para percibir la importancia de la sensibilización y participación de la sociedad en materia de conservación de nuestro patrimonio natural.

 Desde que el PP accedió al Gobierno en 2011, tanto la Consejera de Ganadería como el Director General de Montes y Conservación de la Naturaleza, de quien depende directamente dicho convenio, no sólo han mostrado su más absoluto desinterés por el convenio y sus objetivos, sino que han intentado, por activa y por pasiva, acabar con él, ahogándolo presupuestariamente. Las consecuencias de esa actitud son, por ejemplo, que todos los trabajadores adscritos al convenio estén sometidos a un ERE desde el año 2012; que los Centros de interpretación de los Espacios protegidos tengan que cerrar meses completos; o que los demás objetivos del convenio (como la promoción y la dinamización socioeconómica de los municipios con espacios protegidos) no hayan continuado las líneas de trabajo iniciadas antes de 2011. En definitiva, si el programa de uso público que contempla el convenio se ha mantenido a duras penas, ha sido única y exclusivamente gracias al compromiso y dedicación de los trabajadores de la Red Cántabra y, desde luego, no a la voluntad ni al trabajo de los responsables políticos de la Consejería ni del Gobierno que, en repetidas ocasiones, han ignorado los logros de este convenio; suponemos que por considerarlo parte de esa “herencia” de la que tanto reniegan, pero de la que no pierden ocasión de utilizarla para intentar sacar rédito político.

 El Gobierno de Cantabria y, en particular, la Consejera de Ganadería y el Director de Montes demuestran una palmaria cortedad de miras, despreciando a la Red Cántabra de Desarrollo Rural como interlocutor privilegiado con el mundo rural, apartándose de las directrices que establece la Unión Europea y, en particular, ignorando el papel fundamental que la Red y los Grupos de Acción Local han de tener en la promoción, conservación y gestión de los espacios naturales protegidos de Cantabria y, todo ello, con el silencio cómplice de muchos alcaldes del PP que en la anterior legislatura exigían -a lo que se ve por puras razones partidistas- más inversiones de la Consejería en los espacios protegidos y más participación en su gestión.

Siendo una cuestión muy relevante no es, sin embargo, más que otro indicador del desinterés del Gobierno del PP por la gestión de los espacios protegidos de Cantabria y de su renuncia a promover e impulsar el potencial de esos espacios, tanto para la conservación de la biodiversidad como para el desarrollo socioeconómico y la generación de empleo en los municipios incluidos en ellos.

Muchos son los ejemplos de esta nefasta gestión, pero por citar sólo algunos:

      + Los patronatos de la mayoría de los Parques naturales no se convocan desde hace más  de 2 años y, ni la propia Consejería ni la Dirección de Montes, han establecido cauces alternativos y transparentes de diálogo y participación con entidades locales y asociaciones conservacionistas sobre los espacios protegidos.

      + Desaparición de las subvenciones para la mayoría de los Espacios naturales protegidos.

     + Falta de compromiso político y presupuestario con los planes de gestión de la Red Natura 2000 -que había empezado a elaborar el anterior Gobierno-, que puede traer graves consecuencias económicas y jurídicas  a Cantabria.

     + Ridículas inversiones propias en la conservación de los espacios protegidos.

     + Incapacidad de impulso para la consolidación del modelo de gestión interautonómico del Parque Nacional de los Picos de Europa, ni siquiera en el año en el que Cantabria ostentó la presidencia de la Comisión de Gestión y en el que la desidia fue la seña de identidad de la labor de la Consejera de Ganadería.

     + Nulo interés en destinar los medios necesarios para la aprobación definitiva y la tramitación de todos los Planes de Ordenación de Recursos Naturales y Planes Rectores de Uso y Gestión que había iniciado el anterior Gobierno.

Por todo ello, este acto público de presentación de las actividades del Programa, el único que el Gobierno ha promovido en sus cuatro años de mandato, a poco más de tres meses de las elecciones, es un acto de verdadera desvergüenza.