Rajoy se la jugó

Sí, Mariano Rajoy se la jugó, y ganó. La manifestación del pasado sábado para denunciar el pago a ETA con la libertad de uno de sus más sanguinarios pistoleros, es un hito que marcará un antes y un después, en la respuesta cívica a Zapatero.

Podía haberse conformado con los éxitos de otras manifestaciones en las que las demandas de sus convocantes –Foro de Ermua, Asociación Víctimas del Terrorismo o Fundación para la Defensa de la Nación Española- coincidían con las nuestras y la presencia suya y de militantes populares fue muy destacada, pero no, no se dio por satisfecho. La cesión del gobierno socialista ante ETA merecía arriesgar, y Mariano arriesgó…y ganó.

Sólo caben dos posibilidades que justifiquen el éxito de la manifestación, o bien acudieron atraídos por el partido convocante y su líder, o bien sus convicciones previas les hubieran llevado a manifestarse con o sin Partido Popular. En el primer caso por capacidad de arrastre y en el segundo por lo que supone de coincidencia entre los ideales de partido y de la mayoría de la población, por cualquiera de las dos motivaciones Mariano Rajoy triunfó como pocos líderes lo hacen.

El gobierno socialista, que no los socialistas, pues algunos de ellos ya se manifiestan contra Rodríguez Zapatero, ha perdido la calle.

Ahora, pacíficamente, y en toda España la calle la han ocupado los que no se rinden ante ETA, y lo han hecho porque violentamente en algunas zonas del País Vasco los que apoyan a los asesinos han vuelto a tomar los mismos barrios que abandonaron con los gobiernos de Aznar.

Por eso Zapatero deberá repensarse el próximo pago a los terroristas, que como ya se ha apresurado a advertir Otegui será la presencia de ETA-Batasuna en las próximas elecciones municipales, sin condenar la violencia, claro está, que eso para el nuevo PSOE ya es un tema menor.

El gobierno socialista debe aprovechar el clamor de la mayoría de españoles, para que cuando vuelva a tener esa irrefrenable tentación de arrodillarse ante quienes lo chantajean, les recuerde a los asesinos que la mayoría de españoles no se rinde.

O como el propio Mariano dijo “Quien cede una vez ante ellos se condena a seguir cediendo o a tener que combatirlos cuando sea demasiado tarde. Por eso es preferible tener el coraje de hacerles frente desde el principio”.

Miguel Barrachina Ros, Diputado en el Congreso por Castellón.